Los Sixers ya no dan más de sí. Boston volvió a aplicar el rodillo de su defensa y, sobre todo, su capacidad resolutiva en el momento de la verdad. Philadelphia entró con opciones en los últimos 3 minutos del partido, pero ahí se vio el abismo que separa a estos equipos.
A 3 minutos del final, una buena defensa de Sixers, con 92-92 en el marcador, llevó a un airball desesperado de Jaylen Brown. Fue el canto del cisne del equipo de Brett Brown, que a partir de ahí fue enterrado por su rival a pesar de llegar a tomar la delantera con marcador de 94-92.
Lo que vino después fue un ejercicio espléndido en el terreno defensivo de los Celtics y una muestra de impotencia máxima de los Sixers en la ofensiva.
Para empezar, Marcus Smart cortó un mal pase de Joel Embiid y el contraataque acabó con 2+1 de Brown. Acto seguido, Jayson Tatum taponó a un desequilibrado Embiid para correr otra contra y sacar una falta que supuso tiros libres para el alero y posesión de nuevo para su equipo. Al poco, Kemba Walker metía un canastón. Y para cerrar el círculo iniciado por Smart, el propio Smart remataba al rival desde los libres.
Resultado de todo ello, parcial de 0-10 de Celtics para acabar y pasar de perder 94-92 a ganar 94-102, dejando prácticamente sentenciada la serie al ponerse 3-0.
En ese momento a Daniel Theis se le había pasado ya el cabreo que le había provocado ver cómo los árbitros le pitaban en un abrir y cerrar de ojos la quinta y la sexta faltas en sendos forcejeos con Embiid, mientras el camerunés quedaba indemne.
En ese momento, a Tatum ya le quedaba muy lejos su aciago inicio de partido, cuando en el primer cuarto cometió 3 faltas, lo que le llevó a jugar solo 8 minutos en toda la primera parte.
En ese momento, Joel Embiid sentía que todo había acabado de la peor manera posible y Brett Brown no podía obviar que tenía y tiene ya pie y medio fuera del banquillo de Sixers. No hace falta ser muy listo para saber que Brad Stevens le ha comido la tostada a Brett Brown y que estos Celtics son más equipo que estos Sixers.
Boston ganó a partir de aplicar intensidad defensiva durante todo el encuentro y a partir de extremar aún más esa defensa y tirar de oficio al final del partido.
Eso si, los Celtics podrían haber definido mucho antes y perdonaron. Lo hicieron en el segundo cuarto, cuando ganaban por 8 puntos y Sixers mandó a descansar a Embiid (en su descanso se redujo la ventaja a 3 puntos). Y lo volvieron a hacer en el tercer cuarto, cuando Sixers jugó bastantes minutos sin su pívot estelar porque cometió la cuarta falta.
Una buena noticia para Boston es que Kemba Walker sigue mejorando. Fue el líder anotador esta vez al terminar con 24 puntos y 8 rebotes. Jaylen Brown hizo 21 tantos y 7 rebotes y volvió a ser un tipo esencial. Tatum no tuvo una noche fina en el tiro, pero aportó 15 puntos y 4 tapones. Y Marcus Smart se multiplicó más allá de la defensa para sumar 14 puntos y 8 rebotes.
Del otro lado, el desastre, la calamidad más absoluta. ¡Sixers terminó el partido con un bochornoso 29,8% en el tiro de campo y solo le salvó de una derrota escandalosa el muy deficiente ejercicio de los Celtics a la hora de cerrar su rebote! ¡Hasta 20 rebotes ofensivos capturaron los de Filadelfia! Asignatura pendiente para el equipo de Brad Stevens.
Lo peor no es que Sixers estuviera por debajo del 30% en el tiro, ¡lo peor es que ninguno de los 9 jugadores que puso en pista superó el 35% de acierto! Ello indica hasta qué punto no fue una cuestión de una mala noche de algunos jugadores. Fue más bien un desastre colectivo al que contribuyó bastante el buen hacer de Boston en la retaguardia.
Embiid, eso sí, protagonizó una primera parte estupenda con 22 puntos y 10 rebotes, para acabar el partido con 30 tantos y 13 rebotes, pero con un 7 de 20 en el tiro. El camerunés se convierte en el primer jugador de Sixers que encadena 3 partidos de playoffs con cifras de al menos 25 puntos y 10 rebotes desde que lo hiciera Charles Barkley en 1986. Un dato que poco le va a importar.
Josh Richardson firmó 17 puntos (5 de 17 en el tiro), Shake Milton otros 17 (6 de 18), Tobias Harris mejoró hasta los 15 puntos y 15 rebotes (6 de 19)... y los suplentes apenas aportaron nada.
Mientras, el dominicano Horford terminó con 6 puntos y 10 rebotes ante su exequipo. Esta vez fue titular, pero de nuevo apenas encaró el aro.
Lo único positivo para Sixers es que esta vez se mantuvo en el partido hasta el final. Lo más negativo es que el equipo solo tiene ahora un objetivo: no perder 4-0.