No pudo ser más dispar la suerte de las grandes estrellas de Clippers y Mavericks en el tercer partido de la serie. Kawhi Leonard tomó el mando de la situación con una suficiencia extraordinaria y Luka Doncic sufrió toda la noche hasta lesionarse; Paul George ofreció otra pobre actuación y Kristaps Porzingis sobresalió en la derrota.
A nivel colectivo no hubo ninguna duda. Los Clippers asestaron un golpe de autoridad a su rival como los Lakers lo hicieron ante el suyo 24 horas antes. El equipo de Doc Rivers venció 122-130 a Dallas, pero ese resultado no debe engañar a nadie: no hubo igualdad alguna en el partido.
Clippers dominó con autoridad a partir de un gran trabajo defensivo desarrollado fundamentalmente en la primera parte. Ausente Patrick Beverley, negado en el tiro un día más Paul George (3 de 16), sin alcanzar aún su mejor versión Montrezl Harrell... el equipo angelino tiró de su amplísimo catálogo para demostrar una vez más que tiene una de las plantillas más profundas y equilibradas de la NBA.
Por encima de todos, Kawhi Leonard. Demostró una vez más el alero por qué es un jugador hacedor de equipos campeones. Su exhibición en los dos lados de la cancha fue espectacular. Acabó Leonard con 36 puntos, 9 rebotes y 8 asistencias para eregirse, sin duda alguna, en el jugador del partido.
Kawhi llevó el tempo del juego y marcó cada latido de su equipo, un equipo que contó por fin en esta burbuja con el verdadero Landry Shamet (18 puntos), el jugador que llevó a cabo una gran temporada antes de que en marzo se cancelara la competición.
Pero Clippers tuvo más buenas noticias. Ivica Zubac está haciendo unos notables playoffs a la espera del mejor Harrell. Esta vez, 15 puntos y 6 rebotes. Y Marcus Morris está rindiendo a un gran nivel. En el tercer juego, 14 tantos, 8 rebotes y 4 triples, además de un notable trabajo defensivo en la marca de Doncic.
Lo de Doncic fue una sufrida procesión. Nunca estuvo cómodo en el partido. Su noche resultó tremendamente errática en el tiro, incluyendo un 4 de 14 en el lanzamiento de campo y un 4 de 10 en el libre, fue incapaz durante el juego de hacer funcionar a su equipo y terminó lesionándose en una muy fea torcedura de tobillo tras un golpe involuntario de Kawhi. Y a pesar de todo eso... ¡volvió a hacer historia!
El esloveno se fue a los vestuarios a la pata coja tras lesionarse en el tercer cuarto. Volvió para incorporarse al último cuarto de un modo innecesario. Primero, porque su equipo perdía por 17 puntos; segundo, porque no se le veía físico para jugar. No podía correr, apenas podía saltar, renunció a las penetraciones porque su tobillo se lo impedía... Pero su breve regreso le sirvió para completar con un rebote su primer triple-doble en playoffs (13 puntos, 10 rebotes y 10 asistencias) para luego tener que abandonar de nuevo el juego por su lesión de tobillo.
Doncic es el primer jugador en la historia de Mavericks que hace un triple-doble en playoffs y el tercer jugador más joven en conseguirlo en la historia de la NBA, solo superado por Magic Johnson -el más joven en 1980- y LeBron James -el segundo en 2006-.
Más allá de Doncic, más allá de las grandes prestaciones de Porzingis (34 puntos, 13 rebotes y 5 triples), más allá de los 22 puntos anotados por un gran Seth Curry (4 de 4 en triples) y por el casi siempre fiable Tim Hardaway Jr... Dallas no pudo con el rival, que le endosó nada menos que 45 puntos en el segundo cuarto, una pasada, y que ganó el partido teniendo a 7 jugadores en dobles dígitos anotadores.
Clippers dominó un partido que arrancó con un primer cuarto tremendamente físico, especialmente tenso, cargado de piques y roces, áspero y poco vistoso. Fue un primer cuarto de toma de contacto, ¡nunca mejor dicho!, en el que todo anduvo espeso, y que terminó 23-23.
La tendencia del partido cambió en el decisivo segundo cuarto, porque fue en dicho cuarto cuando Kawhi y los Clippers pusieron la directa hasta escaparse por 15 puntos que al descanso fueron 14 (54-68). Y es que 45 puntos en un cuarto no se hacen todos los días en un partido de postemporada.
Lo que vino después fue más de lo mismo. Dominio de Clippers, Dallas a remolque y encuentro que parecía romperse definitivamente para no hacerlo. Al final del tercer cuarto, 85-102 y lesión de Doncic.
El último cuarto fue otro ejercicio de Dallas sin Doncic, aunque no pudo ser tan exitoso como el último cuarto del segundo partido. Dallas llegó a acercarse incluso a 8 puntos, pero no pasó de ahí. Los Clippers tuvieron siempre el control de la situación, y ahora poseen también el control de la serie si nos atenemos a cómo jugaron este tercer partido y a las dudas que surgen en torno al físico de Doncic.