Utah Jazz ha destrozado de forma cruel a la peor versión que se pueda imaginar de Denver Nuggets. El equipo de Salt Lake City se ha marcado un partidazo en la vuelta de Mike Conley para ganar a los de Colorado por 37 puntos. Sí, ¡por 37 puntos!
Triunfo por 124-87 para ponerse 2-1 en la serie tras ganar los dos últimos partidos de forma rotunda. Tremendas las actuaciones de Rudy Gobert y Mike Conley, quedando Donovan Mitchell en un segundo plano.
Gobert ha sido capital en el despegue de su equipo en la primera parte. Ha hecho una primera mitad impresioanante en la que ha machacado el aro rival y ha borrado de la pista en defensa a un desconocido Nikola Jokic. El francés sumaba ya 12 puntos y 8 rebotes en el primer cuarto y estaba con 20 tantos y 11 rebotes al descanso. Al final, 24+14.
Conley, mientras, ha vuelto como un auténtico tiro. El veterano base se ha salido con 27 puntos y 7 triples de 8 intentos en solo 25 minutos tras anotar sin fallo alguno sus primeros 6 intentos triples. Jamás había metido tantos triples Conley en un partido de playoff.
Además, 20 puntos de Donovan Mitchell, 16 con 4 triples de Georges Niang y 8 asistencias de Joe Ingles, que apenas ha encarado el aro rival, pero que se ha mostrado trascendente, como casi siempre, en la circulación del balón.
Denver, con un ataque pésimo y una defensa bochornosa, ha tenido como máximos anotadores a sus dos máximas estrellas, grises hoy. Jokic ha sumado 15 puntos y Jamal Murray, que no levanta cabeza desde su gran partido de apertura, se ha quedado en 12 con 5 de 16 en el tiro.
Nadie más de Denver ha llegado a 10 puntos, salvo el joven Bol Bol, que ha hecho 11 en 9 minutos totalmente intrascendentes, cuando el partido no valía nada.
Utah, que ha movido la bola a la perfección y ha defendido de forma espectacular, ha acabado con un 51,2% en el tiro de campo y ha bombardeado al rival con 18 triples anotados con una efectividad del 48,6%.
Su rival, una auténtica sombra de sí mismo, no ha llegado al 40% en el tiro y ha perdido 17 balones.
El partido ha sido un monólogo de principio a fin. Denver ya había perdido 5 balones en los primeros 8 minutos de juego, algunos de forma absolutamente estúpida, y Gobert se comió desde el inicio a un Jokic por momentos indolente, que no amenazba el aro contrario y que parecía una hermanita de la caridad en defensa. Y es que las ausencias de los titulares Gary Harris y Will Barton están matando a estos Nuggets en defensa. Ahora lo notan más que nunca.
El primer cuarto acabó 25-14, con Gobert rozando ya el doble-doble y con Jokic habiendo anotado solo 2 puntos, mientras que Michael Porter Jr. ni siquiera había tirado a canasta. Solo el 1 de 9 de Jazz desde el triple había evitado la definitiva debacle del equipo de Malone a las primeras de cambio.
Empezó el segundo acto y los Nuggets perdieron de primeras otros 2 balones. Denver presentaba un juego disparatado, una vez Jokic era incapaz de generar baloncesto a su alrededor, y Michael Malone se echaba las manos a la cabeza en la banda viendo el nivel de ejecución de juego de sus pupilos.
No era para menos, la imagen de Denver no podía ser más calamitosa ,con una labor defensiva que rozaba lo ignominioso. Gobert hacía lo que quería ante la mirada de sus rivales, Conley anotaba un triple sin nadie en tres metros a la redonda y los Jazz, con un baloncesto fantástico, aumentaban poco a poco la brecha en el marcador hasta lograr una máxima de 25 puntos que fue reducida por Denver hasta los 14 para quedar en 17 al descanso, con un 59-42.
Llegó el tercer cuarto y no hubo ni mejoría de Denver ni remontada. Muy al contrario, Utah siguió haciendo daño. Los de Snyder no querían soltar la presa, Conley se enfrascaba en un trabajo perfecto desde el triple hasta ponerse en pleno cuarto con 6 de 6 desde más allá del arco, y los Jazz se iban del cuarto con un espectacular 94-62 tras un parcial de 35-20 en los 12 minutos.
Todo el cuarto final fue una pantomima. La amenaza de los 40 puntos de ventaja siempre estuvo presente y los jugadores importantes estaban ya descansando en los banquillos. Tiempo de descanso en pleno juego. Los titulares de Jazz saboreando el éxito y los de Nuggets reflexionando sobre el desastre que supone sufrir una de las peores derrotas en postemporada de la historia de la franquicia.
Ya se pueden poner los jugadores de Denver a tener hijos. A Conley le ha ido muy bien. Se marchó de la burbuja por el nacimiento de su hijo, guardó cuarentena a la vuelta y tras salir de ella ha dejado a los Nuggets en cuarentena.