Se avecinaba un duelo de altos vuelos, caviar del bueno, Stephen Curry vs. Luka Doncic, pero el duelo nunca existió porque nunca hubo igualdad competitiva en el partido. Los Mavs trituraron de forma salvaje a unos lamentables Warriors con exhibición del esloveno.
Victoria de los texanos, que jugaron sin Kristaps Porzingis y Josh Richardson, por 103-133 tras llegar a tener 43 puntos de ventaja en el cuarto final, exhibición de Luka Doncic (39 puntos en tres cuartos, con 23 en el tercero) y regreso de los Mavs a la senda del triunfo de la semana pasada (4-0), que se truncó en el inicio de la presente con la derrota ante los Kings 24 horas antes de afrontar este partido.
En el otro lado, 27 puntos de Stephen Curry, que estuvo muy solo durante todo el encuentro, y 26 de Mulder, anotados muchos sin tensión competitiva. Wiggins con una serie en el tiro de 3 de 11, Oubre Jr. en 2 de 10, Poole en 3 de 14, Green lanzando un solo tiro en toda la noche y perdiendo 6 balones... vamos, recital de despropósitos del equipo de Steve Kerr, que fue incapaz de pedir un tiempo muerto cuando el partido se le escapó de las manos a su escuadra. Se puede decir que estuvo Kerr de 'miranda' mientras su equipo naufragaba.
La primera parte del partido fue casi una reedición de la brutal paliza que Dallas endosó a los Clippers al inicio de la temporada. Aquel partido llegó al descanso con un histórico 27-77 y este de hoy lo hizo con un delirante 29-62. La paliza estaba servida.
El partido duró un cuarto. A las primeras de cambio entre la ofensiva de Luka Doncic y Tim Hardaway Jr., el exitoso y continuo dos contra uno aplicado sobre Stephen Curry y la inoperancia general de todos los compañeros de la estrella local el encuentro derivó en un calamitoso varapalo para las huestes de Kerr.
Al final del primer cuarto, ¡12-34! Los Warriors con 4 de 21 en el tiro de campo, 2 de 10 desde el triple y 7 pérdidas de balón; los Mavs con 12 de 24 en campo, 5 de 7 en triples y un balón perdido. No había color. Con 12 puntos no se va a ninguna parte. Los Warriors fueron cualquier cosa menos Warriors y murieron presa de sus desaciertos a manos de unos Mavericks que nunca bajaron el pistón, unos Mavs imparables, que olieron sangre y mordieron.
La continuación no sacó a los Warriors de su pesadilla. A los 15 minutos de juego el rostro de Curry en la banda era todo un poema. Los locales perdían rebotes en su aro, Draymond Green extraviaba una bola a media pista de la forma más tonta del mundo y hasta Curry erraba una entrada a canasta. El juego de Golden State era un carajal. Mientras, el engranaje texano aplastaba a su rival hasta ponerse 16-47 con un parcial de 4-36, sí, ¡4-36 incluyendo un 0-28! Un abismo separaba a las segundas unidades de cada equipo y a los equipos en sí, Dallas se estaba divirtiendo.
Penosa la imagen de Golden State en toda la primera parte, que acabó con un brutal 29-62 tras anotar Doncic sobre la bocina.
Al descanso, Doncic reinaba con 16 puntos, Hardaway Jr. había metido 11 en 10 minutos, Jalen Brunson, 10 en 13 y Trey Burke había brillado en defensa. En Warriors solo funcionaba, y a medias, Curry. Golden State se fue a vestuarios con solo 29 puntos en su haber, ¡un 20,5% en el tiro de campo (8 de 39)!, 3 de 19 desde el triple y 12 balones perdidos.
El dominio de la pista de Doncic, sin estridencias en la primera parte, se convirtió en avasallador en el tercer cuarto. El esloveno hizo lo que quiso sobre la pista: ¡15 puntos en los primeros 5 minutos del cuarto y 23 en la totalidad de este tercer acto! Anotó, repartió y en pleno éxtasis hasta le dio para perder unos cuantos balones como consecuencia de su borrachera de baloncesto. Enorme el fenómeno esloveno.
Acabó el cuarto 64-103, con Doncic ya en 39 puntos tras meter 23 en el cuarto. Los de Kerr andaban como zombies por la pista, un desastre.
El cuarto final no sirvió para nada. Puro pasatiempo fallido para hacer guardar las formas y las reglas, porque el encuentro de verdad ya había acabado mucho antes. Dallas llegó a ponerse con 43 de ventaja para al final conservar 30 puntos de diferencia, 103-133, tras meter 18 triples en el partido estando por encima del 50% de acierto y tener a 6 jugadores con 10 o más puntos anotados.
El mexicano Toscano-Anderson jugó 20 minutos para sumar 2 puntos, 4 rebotes y 4 asistencias. Mala noche para él, como para todo su equipo, una noche para olvidar.