Sacramento Kings cerró su particular calendario de los horrores. El equipo de Luke Walton ganó su primer partido en el mes de abril, donde estaba con marca de 0-8, y cortó una trayectoria especialmente negativa que se extendía ya a 9 derrotas consecutivas.
Dallas fue el inesperado bálsamo para un equipo californiano que mejoró prestaciones. Mejoró Sacramento en defensa con respecto a anteriores partidos y también en el aspecto reboteador a pesar de seguir sin Marvin Bagley Jr. y Richaun Holmes. Los Kings solo perdieron 6 balones en todo el partido, seleccionaron y ejecutaron mejor sus tiros y dominaron el marcador ante unos Mavs decepcionantes.
Llegaron a ponerse los visitantes con 21 puntos de ventaja en el tercer cuarto con un muy buen trabajo de Harrison Barnes ante su exequipo y supieron aguantar los de Walton el poderosísimo final de Luka Doncic, ¡que metió 22 puntos en el último cuarto!
Los Mavs lucharon por recortar su desventaja en la recta final del partido, pero a lo más que llegaron en pleno éxtasis de Doncic fue a ponerse 6 puntos abajo. Fue, en realidad, un esfuerzo meramente individual del esloveno que no se tradujo en una función colectiva, lo que hizo más fácil a Sacramento defender su ventaja.
De'Aaron Fox fue la figura del partido, una figura que representó un baloncesto mucho más equilibrado que el de Luka Doncic.
El base de Kings firmó 30 puntos y 12 asistencias sin perder un solo balón en toda la noche. Excelente su forma de ver el baloncesto y contagiarlo a sus compañeros.
Barnes terminó con 24 puntos y 5 triples y Terence Davis estuvo perfecto desde más allá del arco (5 de 5) para sumar 23.
Además, buenas aportaciones de Delon Wright desde la suplencia y de Hassan Whiteside (12 puntos y 10 rebotes en 19 minutos) desde la titularidad adquirida por las bajas de Bagley III y Holmes. Y Sacramento supo superar una horrible noche en la ofensiva de Buddy Hield.
Dallas tuvo a Doncic en 37 puntos, 8 rebotes y 4 asistencias tras hacer tres cuartos normalitos tirando a grises y firmar un último parcial deslumbrante en el que metió 22 puntos. El esloveno puso 3 tapones, estuvo brillante en la recta final del encuentro, pero fue poco generoso con el balón, empecinándose en su permanente batalla con los árbitros y dejando sin desarrollo el juego de algunos compañeros.
Le secundaron un gran Dorian Finney-Smith, autor de 22 puntos y 6 de 8 en el triple y el casi siempre productivo y siempre talentoso Jalen Brunson, que sumó 20 puntos con 8 de 10 en campo.
No funcionaron en Dallas jugadores que deberían ser esenciales, tales como Kristaps Porzingis, Tim Hardaway Jr. o Josh Richardson. Entre los tres sumaron 24 puntos con 8 de 33 en el tiro. Especialmente preocupante es la aparente desconexión entre Doncic y Porzingis, con una química cada vez más forzada. El letón bascula entre actuaciones lúcidas y desapariciones sombrías. Se le ve, por momentos, fuera de sitio.
La derrota complica el intento de Dallas de alcanzar la sexta plaza que da derecho a jugar los playoffs olvidándose del play-in, pero todavía queda camino.