Revolcón de los buenos el sufrido por los Celtics hoy en el TD Garden. Un equipo que llegaba a Boston como simple comparsa, una escuadra ubicada prácticamente al margen de cualquier signo competitivo, ha derrotado contra todo pronóstico al equipo local. OKC Thunder ha llenado las casas de apuestas de vida.
Tocar fondo. Eso es lo que ha hecho este martes Boston Celtics, volver a las andadas cuando el equipo parecía haber recobrado su mejor vigor en el mes de abril, mes que empezó con marca de 9-2 a la que han seguido 3 derrotas consecutivas, las últimas ante Hornets por 21 puntos y Thunder en el Garden (115-119), con Lu Dort y Darius Bazley liderando el ataque visitante.
OKC Thunder, enfocado en desarrollar a sus jóvenes jugadores y perder partidos, ha hallado una inesperada victoria que saca al equipo del rubor que siempre produce batir un récord histórico de la franquicia de derrotas consecutivas. Ese récord no ha llegado, pero no hay que olvidar que Thunder llegó a Boston con 14 derrotas seguidas. No ganaba un partido desde el 31 de marzo. Su marca en el mes de abril... ¡0-14!
Pero aún hay más. ¡OKC Thunder ha ganado el partido a pesar de perder 27 balones! Esto sí que debe andar en registros históricos. Se hace difícil pensar que se pueda ganar un encuentro perdiendo tantos balones. Hasta 9 jugadores del equipo extraviaron alguna bola y 5 de ellos perdieron 3 o más.
Boston hizo todo para perder. Es verdad que jugaba sin Jayson Tatum, Kemba Walker y Robert Williams III, pero eso no puede ser, bajo ningún concepto, una excusa para ceder ante Thunder.
El equipo bostoniano, corto de suplencia a todas luces durante toda la temporada, firmó una serie de 11 de 49 desde el triple, defendió mal y solo contó con dos jugadores en ataque, dos jugadores que se salvaron de la quema general, dos jugadores que mostraron una dignidad a prueba de bomba y que firmaron excelentes actuaciones: Jaylen Brown y el joven Payton Pritchard.
Brown se fue a 39 puntos, 11 rebotes, 3 asistencias y 4 robos. Espectacular. Y Pritchard batió su mejor marca anotadora. El novato rubricó desde la segunda unidad 28 puntos.
El resto fue un sin remedio. Marcus Smart se aplicó bien en defensa, y no siempre, pero en ataque estuvo en 4 de 17 en campo y 1 de 10 en triples, Tristan Thompson cometió 5 faltas en 18 minutos. Ni está, ni se le espera. Y Evan Fournier lo intentó al menos, pero sigue negado con el tiro y no parece haberse situado tras su baja por la pandemia. Baste decir que uno de los jugadores más potables del equipo local fue Luke Kornet. Toda una declaración de intenciones.
Lo mejor que se puede decir de Boston es que al menos ha peleado el partido hasta el final, algo que, por otra parte, nunca tenía que haber sucedido.
OKC Thunder, por su parte, vive en la limitación perpetua, pero al menos hoy ha tirado de un instinto ganador del que parecía estar desposeído.
Lu Dort (24 puntos), Darius Bazley (21 puntos y 10 rebotes) y los suplentes Isaiah Roby (15 tantos y 7 rebotes) y Ty Jerome (15 puntos) han sido la avanzadilla de la pequeña gran revolución de esta noche, con el equipo siendo capaz de irse al descanso ganando 49-55 tras perder 15 balones.
Después, el equipo ha aguantado en el encuentro a base de pundonor y entusiasmo, siendo capaz de aguantar la presión en la recta final del choque.
Tras el partido, Celtics queda con balance de 32-30 y Thunder se ubica con 21-41.