Se las prometían muy felices los Bucks a pesar de jugar sin Giannis Antetokounmpo. Tras ir perdiendo 80-72, firmaron un parcial de 0-12 en el final del tercer cuarto para cerrarlo con marcador de 80-84. Esa era la tendencia a seguir. Pero llegó el cuarto final y la historia cambió radicalmente.
Dallas empieza a dejar atrás ese estigma de dejarse ir y jugar mal los finales de partido, Dallas es un equipo al que no se le puede decir que no defiende, Dallas es algo más que ataque.
Hoy volvió a demostrarlo en el momento de la verdad endosando a los Bucks un 36-17 en el cuarto final para ganar 116-101 con Luka Doncic y Kristaps Porzingis liderando las operaciones del equipo texano.
Y aún hay más: ya no se podrá decir que Porzingis esquiva los back-to-back. El letón jugó 2 partidos en 24 horas ante Houston Rockets y Milwaukee Bucks, su cuerpo aguantó y su rendimiento fue excelente.
Se había quejado Porzingis de que no le había llegado la bola en el cuarto final ante Houston, un partido que se saldó con una inesperada derrota para Dallas. Ese desencuentro no volvió a suceder hoy. Ocurrió todo lo contrario. Porzingis brilló en el cuarto final con 11 puntos y resultó vital en el triunfo de los suyos.
Doncic acabó con 27 puntos, 9 rebotes y 9 asistencias y Porzingis terminó con 26 puntos, 17 rebotes y 4 triples de 7 intentos. Ambos lanzando 20 tiros por cabeza; los dos sin bajar del 50% de acierto en el lanzamiento.
El partido nos dejó buenos desempeños de Dorian Finney-Smith y Maxi Kleber, buen trabajo defensivo de Josh Richardson y mejora en el rendimiento de Dwight Powell, que sigue buscando adaptar su juego tras superar una lesión de Aquiles.
Tras la victoria, los Mavs aprietan en su persecución del sexto puesto de Portland y el quinto de Lakers.
Los Bucks tuvieron a todo su quinteto inicial en 10 o más puntos, pero los roles de los jugadores se intercambiaron. Brillaron en ataque Donte DiVincenzo (22 puntos y 6 triples), Bobby Portis (20 tantos y 14 rebotes) y Brook Lopez (16 puntos). Y los que peor estuvieron fueron sus estrellas.
Calamitosa actuación ofensiva del All-Star Khris Middleton, que terminó con 6 de 27 en el tiro de campo. Y actuación de más a menos de Jrue Holiday, que venía de hacer estupendos partidos.
Los suplentes de Milwaukee apenas aportaron dentro de un equipo que lanzó 100 tiros de campo y solo metió 38.
El partido entró en sus últimos 5 minutos con un apretado 100-95 en el marcador. A partir de ahí, 16-6 hasta el final del encuentro.
Un triplazo de Porzingis abrió la veda. Luego vino un taponazo de Finney-Smith a Middleton que tuvieron que revisar los árbitros para ver lo que resultaba evidente. Y un 2+1 de Josh Richardson que ya puso el 113-100 a 1:24 del final y lo aclaró todo. Y para culminar... ¡triple de Kleber sobre la bocina de la posesión contra tablero para el 116-100! A Dallas le salía todo. Dallas había ganado el partido con una ventaja engañosa. Pero lo había ganado a partir de un último cuarto ciertamente brillante tanto en ataque como en defensa. Estos Mavs empieza a estar engrasados.