Se agotan los adjetivos. Luka Doncic ha firmado este domingo una de las actuaciones más impresionantes que se recuerdan en los playoffs, no solo por sus números y por su triple ganador sobre la bocina de la prórroga, sino sobre todo por las circunstancias que han rodeado al encuentro y a su persona.
Doncic ha anotado ese triple agónico que ha dado la victoria a los Mavericks ante los Clippers por 135-133 para situar el 2-2 en la serie, acabando el esloveno con su segundo triple-doble consecutivo en playoffs, un triple-doble para quitar el hipo: 43 puntos, 17 rebotes y 13 asistencias. Como si fuera de otro tiempo o viniera de otra galaxia.
Se presentaba Dallas sin Kristaps Porzingis, que sintió dolor en la rodilla cuando calentaba antes del partido, y con Doncic teniendo el tobillo izquierdo entre algodones. Nadie daba nada ni por Doncic ni por su equipo, y menos aún cuando jugándose el segundo cuarto Dallas perdía ante los poderosos Clippers por 21 puntos. A partir de ahí, lo que hemos visto ha sido un milagro, un prodigio alucinante de la joya Doncic. No hay palabras que puedan medir el alcance de este chico.
Dallas remontó esa desventaja de 21 puntos sin que Doc Rivers hiciera amago alguno de parar la situación y llegó a ponerse 12 puntos arriba en el último cuarto (106-94) ,pero el empuje defensivo de Clippers con Kawhi Leonard a la cabeza y la espectacular actuación ofensiva de Lou Williams forzaron la prórroga (121-121) tras fallar Kawhi Leonard el tiro que hubiera dado la victoria a los suyos.
Ya en el tiempo extra, Kawhi salió como un tiro en los dos lados de la cancha, mientras a Doncic se le veía agotado, saliendo al rescate de Dallas un gran Trey Burke, partidazo el suyo, hasta que llegado el momento de la verdad resurgió el esloveno para firmar una obra de arte.
Con 50 segundos por jugar, Doncic anotó el 132-130 tras un precioso reverso. Jugadón. Acto seguido, Leonard atraía a la defensa para asistir a la esquina a un Marcus Morris hasta entonces poco útil en ataque. Pues bien, el triple de Morris fue un jarro de agua fría para los Mavs. Se adelantaba Clippers 132-133 a 9 segundos del final.
Sacaron los Mavs, falta inteligente de Clippers y solo 3,7 segundos para Dallas a la hora de resolver. Tiempo muerto. Balón en juego, va a las manos de Doncic y este... ¡¡¡booom!!!... se marca un triple definitivo sobre la bocina para hacer enloquecer a los suyos y poner la guinda al maravilloso pastel que el esloveno fue horneando con los mejores ingredientes posibles a lo largo del partido.
Clippers no se lo podía creer. Kawhi, otro partidazo del alero, se marchaba cabizbajo a vestuarios. Mientras, la celebración de los Mavs seguía en la pista. No era para menos.
Doncic fue el hacedor del milagro, pero contó con colaboradores imprescindibles. Uno de ellos, el mejor, fue Burke, inmenso toda el partido y capital en la prórroga. Terminó con 25 puntos. Otro fue Tim Hardaway Jr., que despertó en la segunda parte tras meterse en problemas de faltas en la primera en la que apenas pudo jugar. Hizo 2 puntos en esa primera mitad y terminó el juego con 21. Y otro fue Seth Curry, al que su hermano Stephen animaba desde las pantallas. Importante en momentos puntuales Curry, autor de 15 tantos.
Boban Marjanovic volvió a jugar buenos minutos y, entre los nuestros, el hispano J.J. Barea dispuso de 5 minutos en el segundo cuarto para 3 puntos.
Dallas mostró un espíritu ganador infatigable, un sentido grupal a prueba de bomba y en algunos pasajes del partido se cargó de fe hasta llegar a defender como pocas veces se le ha visto defender en la presente temporada. Muy bien también Carlisle desde la banda en la heroica victoria del equipo.
En el otro bando, partido inmenso de Lou Williams en ataque con 36 puntos, cargándose a su equipo a la espalda en momentos muy delicados, tal y como hizo Kawhi Leonard, que se fue a 32 puntos y 9 rebotes, que apretó el culo en defensa, que levantó a los suyos, que lo dio todo y que dejó casi sin aliento a la escuadra rival en momentos importantes. Los dos no tuvieron premio.
Aportaron lo suyo Ivica Zubac, que sigue a un gran nivel, y Reggie Jackson, que también está en forma.
Pero hubo auténticos agujeros negros en el equipo. Fundamentalmente dos: Montrezl Harrell estuvo desaparecido en combate y Paul George volvió a ofrecer una actuación desastrosa.
Metió George 7 puntos en el primer cuarto, todo apuntaba a que recuperaba su perdido tono en la ofensiva, y después hizo 0 en los tres cuartos siguientes. Se fue del partido con 9 tras anotar una canasta en la prórroga. Tercer partido horrible en el tiro. Esta vez con 3 de 14. Tendrá que reflexionar.
Resulta impresionante pensar que Dallas Mavericks está 2-2 con Clippers si se analizan las circunstancias. El primer partido fue expulsado Porzingis; en el segundo Doncic cometió su quinta falta a 11 minutos del final y el equipo tuvo que resolver prácticamente sin él; en el tercero se lesionó el esloveno; y en este cuarto no pudo jugar Porzingis y Doncic lo hizo forzando la situación.
Lo cierto es que la serie está preciosa. Los Clippers siguen siendo favoritos, más aún si Porzingis no pudiera jugar, pero el espíruto de los Mavs les hace admirables. Esta eliminatoria sí que es puro playoff.