Más allá de Chris Paul y Blake Griffin, los Clippers tienen una profunda plantilla, pero las bajas de sus 2 jugadores estrella dejan sin referencias claras a un equipo teóricamente ganador. Anoche, sin ellos, el equipo naufragó en casa. Portland está a punto de dar la gran campanada.
Victoria de los de Terry Stotts por 98-108 en el Staples Center para ponerse 2-3 en la eliminatoria. Triunfo en un partido en el que Clippers aguantó mientras controló a Damian Lillard.
Lillard tardó demasiado en entrar en juego. Durante minutos y minutos estuvo muy mal. Y el partido llegó con empate a 71 al final del tercer cuarto. Luego, en el momento decisivo eclosionó el base visitante. Metió Lillard 16 puntos en el último cuarto, el período definitivo, y su equipo anotó nada menos que 37 en esos 12 minutos final para ganar a domicilio.
Sin referencias claras
Partieron en el cinco inicial de Clippers jugadores como Jamal Crawford, Austin Rivers o Paul Pierce. Parecían fiables, pero no lo fueron tanto. Especialmente, el veterano Pierce, que apenas jugó minutos. El equipo repartió sus responsabilidades pero nadie tomó el mando.
J.J. Redick sumó 19 puntos, Jamal Crawford y Jeff Green aportaron 17 por cabeza y DeAndre Jordan hizo 16 más 17 rebotes.
Portland sumó su tercera victoria consecutiva con C.J. McCollum logrando 27 puntos y Damian Lillard añadiendo 22 con 7 de 20 en el tiro, pero resultando decisivo en el desenlace. Dobles dobles de Mason Plumlee y Moe Harkless, que firmó 19 tantos y 10 rebotes. Excelente el jugador de origen puertorriqueño.
En cuanto a los hispanos, el argentino Pablo Prigioni no anotó, pero le dio 4 asistencias a Clippers en 15 minutos, tiempo en el que cometió 5 faltas, y el dominicano Luis Montero jugó a modo testimonial con los ganadores.