JORNADA NBA / PLAYOFFS 2024 (este)
Knicks derrota a Sixers con un gran Josh Hart y un Embiid disminuido
El equipo neoyorquino se impone 111-104 con dominio del rebote y una gran suplencia
Maxey lidera el ataque de los Sixers y Embiid se resiente de su lesión de rodilla
Lo peor para Sixers no fue tanto perder en el Madison Square Garden como sentir que su gran faro, Joel Embiid, se puede quedar definitivamente a oscuras. El jugador camerunés se resintió de su lesión en la rodilla izquierda, y su equipo tiembla.
Knicks no se salió de su guion exitoso. Equipo que defiende, equipo que hizo muchísimo daño a Sixers en el rebote ofensivo aprovechando la debilidad física de Embiid (¡capturó 23 en el aro local!), equipo que disfrutó de una suplencia ejemplar y equipo que supo definir en la recta final con un Josh Hart espectacular. Todo para ganar 111-104 y ponerse 1-0 en la eliminatoria.
Josh Hart fue el jugador del partido. Su final de juego lo aclaró todo. En los últimos 2 minutos de partido anotó 8 puntos (incluidos 2 triples) y capturó un rebote ofensivo que terminó de matar al equipo rival. Suyos fueron 13 puntos en el último cuarto, para terminar el partido con 22 puntos, 13 rebotes y 4 triples. Y ni falta hace decir que este es un tipo que se emplea a fondo en defensa.
Duro momento para Sixers el sucecido cerca del término de la primera parte. Quedaban 2:37 para llegar al descanso cuando Joel Embiid acabó tirado en la pintura, con dolor en la rodilla izquierda, la de su reciente lesión que le obligó a pasar por el quirófano. Se fue a vestuarios y todo apuntaba que podía ser su final no solo en el partido, sino más a largo plazo. Pero regresó al juego en el tercer cuarto, eso sí, un Embiid disminuido, bastante limitado, sin forzar más de lo necesario, fallón. En la segunda parte... 2 de 11 en el tiro de campo. Una sombra de sí mismo.
Es cierto que New York jugó sin Julius Randle, pero el equipo de Thibodeau ya parece haberse acostumbrado a jugar sin él, y sigue funcionando a grandísimo nivel como colectivo.
En un partido bastante errático de Jalen Brunson (22 puntos, 7 rebotes y 7 asistencias, pero con 8 de 26 en el tiro), Knicks tuvo a Hart, pero también disfrutó de los 21 puntos del suplente McBride (gran segundo cuarto), que formó un trío letal en la segunda unidad con Mitchell Robinson, que se empleó a fondo defendiendo a Embiid, y Bojan Bogdanovic, que llegado este momento de la competición tuvo más minutos, aportando experiencia y acierto.
La segunda unidad local anotó 42 puntos por los 7 logrados por una suplencia de Sixers que pasó desapercibida.
Pero si hubo algún boquete en el juego de Sixers fue el cierre del rebote. Hay que repetirlo: 55 rebotes a 33 con 23 ofensivos de Knicks.
De nada sirvieron los 33 puntos de Tyrese Maxey, atrevido como siempre en su apuesta de cara al aro, y los 29 puntos, 8 rebotes y 6 asistencias de Embiid, que hizo un esfuerzo notable por seguir en pista. Kyle Lowry sumó 18 puntos y el resto del equipo apenas aportó al juego, con Tobias Harris y Kelly Oubre Jr. muy poco participativos en ataque.
El partido fue una montaña rusa. Al descanso se llegó con 58-46 y Embiid teóricamente fuera de juego por lesión. Pero llegó el tercer cuarto, el camerunés salió de inicio ante la sorpresa de más de uno y los Sixers remontaron el marcador.
Un triple de Embiid puso el 69-69 a 5:14 del final del cuarto, y poco después Philadelphia se adelantó en el electrónico. Al demoledor 33-12 del segundo cuarto le respondió Sixers con un no menos contundente 21-36 en el tercero. Había partido.
Pero llegado el cuarto final se impuso la solidez defensiva de Knicks, que dejó a su contrincante en 22 puntos en los últimos 12 minutos.
Un triple de OG Anunoby puso el 104-97 quedando 1:28. Respondió con otro triple Lowry, pero en la siguiente jugada Hart volvió a acertar desde el triple bajando las expectativas de Philadelphia.
Con 109-104, Sixers no hizo falta a Knicks, dejando que corriera el reloj de un modo incomprensible y para cuando erró el tiro New York, capturó el rebote ofensivo Hart, lo que fue la puntilla para unos Sixers que ahora mismo solo piensan en la rodilla de Embiid mientras cruzan los dedos.