Borrón de considerables proporciones de los Celtics en su camino hacia el título y grito máximo de dignidad de los Mavericks en estas Finales. El equipo texano alarga la serie final y lo hace endosando una soberana paliza a su rival: 122-84. Para ponerse 3-1.
Dallas ganó el cuarto encuentro por 38 puntos y llegó a tener una máxima ventaja en el cuarto final de 48. Un auténtico monólogo al que le sobraron muchos minutos, ya que el 61-35 de la primera parte, con Luka Doncic en modo megaestelar con 25 puntos, dejó prácticamente sentenciado el partido.
Los 38 puntos de ventaja de hoy son la tercera mayor paliza de la historia de las Finales, solo superados por los 42 que endosó en 1998 Bulls a Jazz (96-54) y los 39 que logró Celtics frente a Lakers en 2008 con un 131-92. Jamás Boston Celtics había caído con tal estrépito en un partido de las Finales, superando hoy su récord negativo hasta la fecha, que databa de 1984, cuando cayó por 33 puntos ante Lakers.
Los Mavs maniataron a los Celtics desde el primer momento a base de defensa y un dominio aplastante en el rebote, faceta esta en la que Dereck Lively II hizo mucho daño al equipo visitante, que terminó el partido con 31 capturas por las 52 del equipo local.
Dallas solo perdió 8 balones en el partido y anotó 15 triples con un 40,5% de efectividad a pesar del 0 de 8 de Doncic, único punto débil este en la actuación dominante del esloveno, que hizo 25 puntos y 4 asistencias en una primera mitad espectacular, una primera parte que terminó 61-35 tras quedarse Boston en un paupérrimo 29,7% en el tiro de campo, con un 5 de 19 desde el triple.
Al intermedio habían aportado con profusión los suplentes de los Mavs, el rebote andaba en un desigual 29-13 y Dallas había dejado en las ascuas a Boston a pesar de los problemas de faltas de P.J. Washington.
Los Mavs, que ganaron los 4 parciales del encuentro, ya se escaparon en el primer cuarto con un 34-21, tras un brillante ejercicio ofensivo del dúo Luka Doncic-Kyrie Irving, un cuarto en el que Derrick Jones Jr. nos dejó una canasta jordanesca. Y el segundo cuarto ahondó en el desastre bostoniano.
Arrancó el segundo cuarto con una muy positiva labor de Dante Exum pese a que le fue invalidado un triple por pisar la línea de banda. Estiró su ventaja en el marcador Dallas y una canasta de Doncic puso 20 arriba a su equipo, que llegó a doblar a Boston con un 50-25 y que alcanzó el descanso con un contundente 61-35, habiendo metido más puntos, 36, el dúo Doncic-Irving que todo el equipo de Boston.
Todo lo demás fue un infierno adicional para los Celtics, que en ningún momento levantaron levemente la cabeza para dignificar su derrota.
El partido terminó 122-84 con Doncic en 29 puntos, 5 rebotes, 5 asistencias, 3 robos y solo 1 pérdida de balón y con Irving en 21 puntos y 6 asistencias.
Dereck Lively II volvió a firmar un doble-doble con 11 puntos y 12 rebotes (7 ofensivos) en 22 minutos de acción y Dante Exum anotó 10 puntos en 14 minutos, toda vez que los 15 puntos de Tim Hardaway Jr., todos desde el triple, llegaron en el cuarto final, cuando ya nada estaba en juego. Y Dallas dominó a pesar de los problemas de faltas de Washington y los escasos 10 minutos de juego de Daniel Gafford.
Boston, que volvió a jugar sin Kristaps Porzingis, fue un equipo vulgar, totalmente desangelado. Jayson Tatum anotó 15 puntos, Sam Hauser 14 y Jaylen Brown y Jrue Holiday, 10 cada uno, con Al Horford en 3 puntos, 3 rebotes y 4 asistencias en 23 minutos.
Un horror el equipo de Mazzulla en esta cuarta entrega, pero lo bueno para los Celtics es que pueden hacer borrón y cuenta nueva, y buscar en el quinto partido, con su afición al lado, el ansiado 18º título.