Un partido con 270 puntos podría hacer pensar que ha sido un partido hasta cierto punto de guante blanco, con defensas inexistentes y cierta dejadez física. Nada más lejos de la realidad, el Sixers-Nets (137-133) tuvo toda la tensión del mundo y más.
La segunda visita de Ben Simmons a Filadelfia desde su marcha siguió por los mismos derroteros que la primera: abucheos y más abucheos desde la grada. Pero esta segunda visita tenía un aliciente extra, ya que era su primer enfrentamiento con Joel Embiid desde su salida de Sixers, toda vez que Embiid, lesionado, no pudo estar en el juego del 22 de noviembre. Y entre ellos saltaron chispas desde el primer momento, aunque nada comparable con el duelo de alta tensión que protagonizaron durante toda la noche Embiid y Nic Claxton.
Esa tensión excesiva derivó en 6 técnicas, y en un ejercicio de trash-talk que no tuvo desperdicio, con Embiid y Claxton, que hizo un gran partido y no se amilanó ante el camerunés, llegando a encararse el uno con el otro con un árbitro delante intentando poner paz. Una sobredosis de testosterona, sobre todo por parte de Embiid.
Fue un partido vibrante, envenenado y plagado de acierto en el tiro, con jugadas vistosas y emoción final, ganando el equipo que dominó y controló el marcador durante prácticamente todo el partido, unos Sixers que llegaron a acumular una ventaja de 17 puntos en el tercer cuarto (94-77 tras un 2+1 de Embiid), eso sí, sin ser capaces los locales nunca de romper el marcador definitivamente.
Tyrese Maxey y Seth Curry fueron dos suplentes de lujo que lideraron las anotaciones de sus equipos. Maxey hizo 27 puntos, 5 asistencias y 6 de 9 en el triple y Curry se lució sobremanera ante su exequipo haciendo su mejor partido de la temporada con 32 puntos, 4 asistencias y 7 de 10 desde el tiro de 3. Nada que ver el respeto de la afición de Sixers por Curry con el rencor que parece guardarle a Simmons.
Sixers contó además con los 26 puntos y 10 rebotes de un Embiid que tuvo un hueso duro de roer con Claxton y que cargó de faltas a Joe Harris hasta eliminarlo. El camerunés acabó con 6 de 18 en el tiro.
James Harden, vital con Maxey en el final del partido, sumó 23 puntos y 7 asistencias, De'Anthony Melton firmó 19 puntos y 3 tapones y el citado Joe Harris se fue del juego con 18 puntos.
En Nets, que ya está 2-5 sin Durant, además de Curry, 30 puntos y 10 rebotes de Kyrie Irving, que nos dejó las mejores jugadas del partido, algunas de auténtica firma de autor, 25 puntos, 11 rebotes y 11 de 12 en el tiro de un gran Claxton, un muy buen partido de Yuta Watanabe y 12 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias en 29 minutos del denostado Simmons, que resucitó en el tercer cuarto tras quedarse sin anotar en la primera parte en un encuentro que al descanso ya llevaba 140 puntos (con un 41-41 en el primer cuarto). No jugó Simmons en el exigente y ajustado final porque los libres lastran su posición en la cancha.
Difícil explicar que se pueda perder un partido metiendo el 64,5% de los tiros de campo y teniendo un 14 de 26 desde el triple. Pues eso es lo que hizo Brooklyn, que es cuarto en el Este con 29-18, mientras que Philadelphia es segundo con 31-16.
Fue bonito el final, con un nivel de acierto enorme por parte de ambos equipos.
En la recta final del juego 2 triples seguidos de Curry pusieron en alerta a unos Sixers que respondieron con 2 triples providenciales de Harden, a los que se unió otro triple de Maxey para el 131-124. Pero Irving no estaba dispuesto a claudicar: metió un triple y a 45,2 segundos del final acortó hasta el 133-131 con un canastón impresionante, con una auténtica obra maestra, pero ahí surgió de nuevo Harden para dar cierto aire a su equipo, para ser Melton el que cerrara el partido al meter 2 libres a 12,4 segundos del final para el 137-133.