Terremoto de 9 puntos en la escala de Richter. Epicentro: Damian Lillard. Devastador para el equipo rival, Utah Jazz, que perdió 134-124 ante el torrente anotador de un Lillard que se fue hasta los 60 puntos.
Números estratosféricos del base de Portland: 60 puntos, 7 rebotes, 8 asistencias, 3 robos de balón, un brutal 21 de 29 en el tiro de campo y desde el triple un 9 de 15.
La estrella local anotó 9 puntos en el primer cuarto, 17 en el segundo, 24 en el tercero y 10 en el último para totalizar esos 60 puntos y sumar ya en su carrera NBA 4 partidos con 60 o más puntos, 2 de 60 y otros 2 de 61, que es su marca personal en la liga. Se quedó a punto de superarla. De hecho, erró un tiro a 29,1 segundos del final que le hubiera llevado a los 62 tantos, la que hubiera sido su mejor marca de siempre.
Además atesora Lillard 14 encuentros con 50 o más puntos.
Un lujo verle jugar y una alegría sentir que un jugador tan especial como él vuelve a su mejor tono de juego tras un inicio de temporada irregular, siendo especialmente duro para él el mes de noviembre por rendimiento y ausencias.
Los 60 puntos de Lillard empatan la segunda mejor marca anotadora de la temporada en la NBA, igualándose a Luka Doncic, pero quedan aún lejos del récord del curso, en poder de Donovan Mitchell con 71 puntos.
Portland derrotó a Utah gracias a su gran ofensiva en los cuartos centrales, los cuartos en los que explotó su estrella. Entre el segundo y el tercer cuartos... 83-60 para Blazers con 41 puntos de Lillard.
Blazers contó además con 19 puntos de Jerami Grant y 16 más 9 asistencias de Anfernee Simons, mientras que Utah tuvo a Lauri Markkanen con 24 puntos, a Jordan Clarkson con 18 y a Mike Conley con 10 asistencias.