Hay noches especiales en las que uno siente que está viendo algo fuera de lo común, algo que recordará años después. Sucedió el 22 de enero de 2006 cuando Kobe Bryant anotó 81 puntos ante Raptors y ha sucedido esta noche, cuando Luka Doncic ha hecho algo inédito en la NBA.
Aquel día Bryant asombró a todos remontando él solo el partido a Toronto. Hoy Luka Doncic ha asombrado a propios y extraños tras ser el eje de una remontada milagrosa de última hora para terminar con números jamás vistos en la historia de la liga: ¡60 puntos, 21 rebotes y 10 asistencias!
Jamás nadie en la NBA había firmado un 60-20-10. Se trata del segundo triple-doble con 60 puntos de la historia y del récord anotador de la franquicia de los Mavericks, además de la mejor anotación de la temporada de la NBA superando los 59 puntos de Joel Embiid, así como el récord reboteador de Doncic en la competición desde que llegó a Estados Unidos.
Doncic terminó en loor de multitudes, con el público entregado a su magia, con la grada rugiendo tras una victoria inesperada ante los Knicks, 126-121 en la prórroga. El esloveno había metido 21 de sus 31 tiros de campo con 2 triples y 16 de sus 22 libres, perdiendo solo 4 balones, un número menor teniendo en cuenta que jugó 47 minutos y que en todo ese tiempo amasó muchísima bola.
El final del cuarto cuarto fue de no creer. Knicks dejó escapar el partido y aún se debe estar preguntando cómo lo perdió. Dos libres de Miles McBride habían puesto el 103-112 a 33 segundos del final. Parecía ser el broche de oro para un trabajado triunfo neoyorquino, tras jugar sin Jalen Brunson, que no pudo regresar vestido de corto a Dallas, y tras perder a los 2 minutos de juego a RJ Barrett. Pero esos 33 segundos finales del partido fueron pura lisergia.
En esos 33 segundos Dallas metió 12 puntos para el 115-115. Un triple de Christian Wood, un 2+1 de Luka Doncic, un triple de Spencer Dinwiddie y la crucial jugada de 1+2 del esloveno.
Además de talento y trabajo, en la vida hay que tener un pelín de suerte para triunfar, y ese pelín de suerte, acompañado de una clase sin tacha, fue lo que le llegó a Doncic en la jugada que envió el partido a la prórroga. Marcador de 112-115 y libres para el ex del Real Madrid con 4 segundos por jugar. Mete el primero y tira a fallar el segundo y... ¡transcurren más de 2 segundos sin que el rebote tenga dueño, hasta que cae en manos de Doncic y este mete una de esas canastas poco probables que el esloveno hace posibles! Y el 115-115 anotado a 1 segundo del final dio paso al tiempo extra.
Ya en el tiempo extra Dallas dominó ante el delirio de una grada entregada a su ídolo, un delirio que explotó definitivamente cuando Doncic anotó su punto 60 en un tiro libre faltando 34 segundos para el final.
Dallas ganó el partido para ponerse 19-16. Lo ganó a pesar de tener una mala noche desde el triple, sufrir serios problemas en el rebote y disponer de una segunda unidad improductiva. Todos esos defectos los palió Doncic con su actuación descomunal.
Acompañaron al esloveno Spencer Dinwiddie (25 puntos con un 60% en el tiro) y Christian Wood (19 puntos, 9 rebotes y 3 tapones). En un equipo que arrastra bajas de consideración.
Knicks tuvo a un gran Quentin Grimes. El joven jugador se fue a 33 puntos tras meter 7 triples. Julius Randle firmó 29 puntos, 18 rebotes y 5 triples, Mitchell Robinson hizo 20 puntos y 16 rebotes e Immanuel Quickley terminó con 13 puntos y 15 asistencias, aunque tuvo una muy mala jornada en el tiro.
New York se queda sin una victoria que tenía en su mano y ahora navega por la liga con marca de 18-17.