JORNADA NBA / TEMPORADA REGULAR 2021-2022

Suns derrota a Warriors sin Booker para igualar su mejor racha histórica

Phoenix suma 17 triunfos seguidos y cierra el mes de noviembre con marca de 16-0

Paul manda en la pista, Ayton domina los tableros y Bridges seca a Stephen Curry

Ángel Mustienes |

Phoenix Suns es a día de hoy un equipo imparable. Ni siquiera la lesión de su mejor anotador, Devin Booker, en el segundo cuarto cortó la racha triunfal del equipo de Monty Williams, que derrotó a Warriors para igualar su mejor racha histórica con 17 triunfos consecutivos.

Victoria local (104-96) en el partido de la jornada, el encuentro que medía a los dos mejores equipos de la temporada en el Oeste y en la NBA. Llegaba Suns al partido con 16 victorias consecutivas y marca de 17-3 y lo hacía Warriors con 7 triunfos al hilo y balance de 18-2.

El triunfo de Phoenix coloca ahora a ambos equipos en 18-3 y hace que los Suns terminen de forma perfecta el mes de noviembre, con un 16-0 en el que es su mejor mes de siempre.

La escuadra que dirige Monty Williams tuvo todo lo que hay que tener para ganar un partido: un base dominador, Chris Paul, que manejó a su antojo el tempo del juego en la recta final del encuentro, un pívot, Deandre Ayton, que no tuvo oposición en las cercanías del aro, y un defensor, Mikal Bridges, que desplegó un brutal trabajo en la marca de Stephen Curry hasta secarlo por completo.

Nadie mereció más quedarse con el balón de la última posesión del partido que Bridges. Su impecable labor sobre Curry debería enseñarse a los niños como manual básico a la hora de aprender a sacrificarse en defensa hasta hacerse imprescindible. Cualquiera que lea sus números en el partido sin haber visto el juego (2 puntos, 2 rebotes, 3 asistencias y 4 robos) no podría nunca deducir lo trascendental de su participación. No es fácil anular a un jugador como Curry.

Bridges fue el jugador local que más minutos jugó (41), con él en pista su equipo se fue a un +21 en el marcador y el imparable Curry terminó el partido con 12 puntos y 2 asistencias tras presentar un 4 de 21 en el tiro de campo y un 3 de 14 desde el triple. Nunca estuvo cómodo Curry en pista, un Curry que llegó a hacer un par de airballs desde más allá del arco y que, como suele ser habitual, tuvo muy poco respeto por parte de los árbitros (en este partido más en la primera parte que en la segunda). Pero lo cierto es que la mayor parte de los problemas ofensivos de Curry los vivió ante Bridges, que fue su pesadilla.

Afortunadamente para Warriors, Jordan Poole (28 puntos, 6 triples y un 60% en el tiro de campo) ejerció de Curry durante una buena parte del encuentro manteniendo a flote a los suyos. Pero perder 22 balones inhabilita a cualquier equipo para ganar un partido, y los Warriors se desangraron por ahí.

A pesar de ello, el partido resultó igualado. La máxima ventaja fueron los 10 puntos adquiridos por el equipo local en la recta final del encuentro. Antes, los visitantes tuvieron 9 puntos de ventaja en el segundo cuarto y los locales otros 9 en el tercero.

Se llegó con ese equilibrio al final hasta que con -7 para Golden State un triple de Poole dio vueltas y más vueltas y no entró y un triple de Shamet sí fue dentro para poner un 102-92 prácticamente definitivo a 54 segundos del final.

Estos Suns son mucho Suns. Defienden a un nivel excepcional y son capaces de borrar la identidad de sus rivales con una facilidad pasmosa. Una plantilla, esta de Phoenix, que empieza a jugar de memoria y que sabe definir los partidos con la precisión de un cirujano de primer nivel, y eso a pesar de que hoy no estaba en el final del encuentro el lesionado Booker, que se retiró en el segundo cuarto con 10 puntos en 15 minutos tras sentir molestias en los isquiotibiales de la pierna izquierda.

Phoenix tuvo problemas con el rebote, pero gozó de un pívot que hizo mucho daño a los Warriors, un Ayton que acabó con 24 puntos y 11 rebotes (también hizo daño McGee en los pocos minutos que jugó).

Paul firmó 15 puntos, 11 asistencias, 6 rebotes, 5 robos, buenos porcentajes de tiro y solo 2 pérdidas, y mandó cuando había que mandar.

Además, 14 puntos de dos jugadores que ayudaron lo suyo: Jae Crowder y Cam Johnson.

La defensa local dejó en 42 puntos a los Warriors en la segunda mitad, unos Warriors que jugaron sin Andre Iguodala, Damion Lee, Klay Thompson y James Wiseman, además de con un Andrew Wiggins muy tocado que estuvo muy gris.

Los Suns (sin buena parte de su segunda unidad por las bajas consabidas de Saric, Kaminsky y Abdel Nader) no pierden desde el 27 de octubre, y aquel día lo hicieron con un triple sobre la bocina de Harrison Barnes.

En Warriors, además de Poole, vimos un muy buen partido de Otto Porter Jr. (16 puntos, 6 rebotes y 4 triples) partiendo desde la segunda unidad. Un gran activo Porter Jr. en este equipo, un fichaje que va a dar muchas alegrías a Golden State.

Draymond Green no tuvo su mejor día, pero no hay día en el que no aporte en la presente temporada, y otro que contribuye un día sí y otro también es Gary Payton II, jugador con unas condiciones físicas espectaculares y una actitud en pista irreprochable.

Mientras, el mexicano Juan Toscano-Anderson tampoco tuvo su mejor día. Jugó 13 minutos para 2 puntos y 2 asistencias.

El partido tuvo una intensidad más allá de la temporada regular. Se defendió bastante a partir del segundo cuarto, y ello nos llevó a pasajes ciertamente prescindibles. Especialmente el segundo cuarto, 12 minutos en los que entre los dos equipos perdieron 15 balones, una barbaridad que no puede asumir ningún manual del buen baloncesto.

Al final ganó quien más lo mereció, unos Suns que se hallan en estado de gracia.

Y una curiosidad para terminar... fue la primera vez en la historia de la NBA en la que dos equipos de la misma división se enfrentaban teniendo ambos un 85% o más de victorias en la temporada habiendo jugado un mínimo de 20 partidos, lo que da una idea del nivel de los contendientes que se enfrentaban hoy.