Feliz regreso de Devin Booker tras perderse 7 partidos por lesión. Phoenix Suns se dio un auténtico festín para celebrar la vuelta de uno de sus puntales y pagó el pato Charlotte, que salió trasquilado en su visita a Arizona perdiendo 137-106.
Los pronósticos se cumplieron, porque a decir verdad la estadística antes del partido era bien tozuda: Phoenix se presentaba en el juego con marca de 8-0 ante equipos del Este y con 13 victorias seguidas como local. Una doble sensación de poderío que se cumplió en la pista desde el salto inicial, llevando a los Suns al 9-0 ante escuadras de la Conferencia Este y a los 14 triunfos consecutivos en casa, donde todavía no ha perdido ni en el mes de noviembre ni en el de diciembre.
Para empezar, un lujo. Porque no otra cosa es tener en un partido de la NBA, con la que está cayendo, a dos equipos que inician su partido con sus quintetos de gala. Ahora que se acerca la Navidad se puede decir que dos quintetos de gala en un partido es un auténtico milagro.
Eso sí, lo malo es que no hubo partido como tal, dada la tremenda superioridad exhibida desde el primer momento por el equipo local, con un parcial de arranque de 24-9 movido por Mikal Bridges, Deandre Ayton y Jae Crowder, para llegar al final del primer cuarto con un descorazonador 37-15 que dejaba el encuentro aislado de cualquier emoción fuerte.
En ese crucial primer cuarto, Ayton dominó a su antojo la pintura, Bridges brilló en ambos lados de la cancha, Chris Paul organizó el juego con facilidad y hasta 8 jugadores de Phoenix anotaron, terminando los locales el cuarto con 14 de 25 en campo y 6 de 10 en triples, por el 6 de 29 y 1 de 11 de unos catastróficos Hornets.
Lo demás fue un reiterar la jugada. Al descanso, 69-47, con Ayton firmando ya un doble-doble, con Charlotte en un 14 de 53 en el tiro y con el partido roto sin remedio, y un poquito más tarde Phoenix cosiguiendo grandes ventajas con facilidad, logrando una máxima diferencia de 36 puntos y ganando por 31.
Phoenix derrotaba a Charlotte 137-106, y lo hacía con récord de anotación del equipo en la temporada, así como récord de triples (20 anotados rozando el 50% de efectividad). Los de Monty Williams metieron el 57% de sus tiros dinámicos y dejaron al rival en un pobre 36% y un 10 de 45 desde más allá del arco.
JaVale McGee lideró la anotación de Phoenix con 19 puntos y 7 rebotes en 16 minutos (9 de 10 en el tiro), pero los que de verdad marcaron la diferencia fueron los titulares, especialmente un estelar Ayton (15 puntos, 15 rebotes y 3 tapones en 24 minutos) y un Chris Paul en plan martillo sin necesidad de exhibirse (14 puntos y 9 asistencias). Devin Booker jugó 26 minutos en su regreso y metió 16 puntos y Mikal Bridges destacó también con 16 puntos y buen acierto desde el perímetro.
El mejor visitante fue Miles Bridges con 26 puntos, Kelly Oubre Jr. metió 18 y el trío LaMelo Ball-Gordon Hayward-Terry Rozier fue una auténtica ruina para los suyos al sumar entre los tres 8 de 35 en el lanzamiento de campo y 2 de 16 desde el triple.
El triunfo le sirve a Phoenix Suns para ponerse 24-5 y afianzarse como líder del Oeste.