Miami parecía dominar con mano firme el final del partido, pero con Utah Jazz uno nunca se puede confiar, tal y como demostró el desenlace del encuentro. Los locales ganaban por 19 puntos a 5 minutos de la conclusión (110-91 en plena apoteosis de Tyler Herro) y al final se impusieron por un estrecho 118-115.
Parcial de 3-20 para Utah como ejemplo de resistencia extrema, parcial demoledor para situarse muy cerca del rival (115-113) gracias a una triple acción de Mike Conley, que en un doble esfuerzo defensivo en la misma jugada -meter la mano y luego salvar el balón con un gran salto- robó el balón al rival y acto seguido enchufó un triple que generó la taquicardia de más de un aficionado local.
A partir de ahí, todo podía pasar, y lo que pasó fue que Utah terminó teniendo el balón final para mandar el partido a la prórroga. El triple de Donovan Mitchell para empatar no entró y Kyle Lowry, partidazo el suyo, fue el más listo de la clase al atrapar el rebote defensivo y soltar rápidamente el balón en un pase largo al otro lado del campo para que Jimmy Butler agotara la cuenta atrás del encuentro.
Heat vencía para ponerse 7-2, idéntica marca con la que queda Jazz tras perder.
Los locales vivieron fundamentalmente de 4 jugadores que estuvieron siempre a tono con las máximas exigencias: Tyler Herro, Jimmy Butler, que escuchó gritos de "MVP, MVP...", Kyle Lowry y Bam Adebayo. Un cuarteto fascinante.
Herro, el descaro hecho persona, volvió a mostrarse rutilante con sus 29 puntos, su 6 de 8 desde el triple y su crucial y maravilloso cuarto final, en el que metió 14 puntos. Butler sigue siendo el pegamento de este equipo, un jugador esencial en los dos lados de la cancha. Hoy se fue a 27 puntos, 6 asistencias y un gran 11 de 15 en el lanzamiento en juego dinámico. Y luego estuvo el bueno de Lowry, que sigue y sigue mejorando su adaptación a su nuevo equipo. Esta noche rubricó su 19º triple-doble en la NBA, su primero con Miami: 20 puntos, 12 rebotes, 10 asistencias y 8 de 11 en el tiro. Adebayo completó el cuarteto triunfal con 17 tantos, 6 rebotes y 6 asistencias. Cuando los 4 funcionan resulta muy complicado que su equipo pierda.
Muy bien la suplencia del equipo de Spoelstra, un equipo que estuvo acertado en el tiro, que defendió bien hasta que le vino la pájara final y que perdió, eso sí, 14 balones por solo 6 los Jazz, que en este aspecto se mostraron ejemplares.
Donovan Mitchell falló el triple final, pero se fue del partido con 37 puntos y 7 asistencias. Mike Conley hizo 18 puntos y 7 pases finales, Bojan Bogdanovic añadió 16 puntos y Royce O'Neale estuvo inconmensurable con sus 15 puntos, su acierto desde el triple y su brutal labor defensiva que se hizo más evidente gracias a sus 6 robos de balón.
Pero hubo dos jugadores del equipo de Snyder que no estuvieron a la altura: el francés Rudy Gobert y el vigente Sexto Hombre Jordan Clarkson. A Utah le fue mejor con Hassan Whiteside en pista que con Gobert, que no tuvo su noche más feliz. Y Clarkson se fue de la pista con muy poca aportación. Fallón y descentrado. Tampoco fue su noche.
En ese doble lastre pudo estar la clave de que Utah llegara tan atrasado a los 5 últimos minutos del partido, y a pesar de ello casi ganó.