Una auténtica máquina imparable de jugar al baloncesto. El debut de Trae Young en una finales de conferencia resultó apoteósico. Partidazo del joven base para liderar a su equipo a una victoria en Milwaukee. Estos Hawks son un equipo que está dispuesto a llegar hasta las últimas consecuencias.
Trae Young fue el factor desequilibrante, el jugador estelar que llevó a los suyos a ganar 113-116 en un partido que se desarrolló en términos ajustadísimos de principio a fin, sin que ninguno de los dos equipos adquiriera nunca una ventaja de 10 puntos.
Primera derrota en casa de los Bucks en estos playoffs. Eso sí, ante un equipo que se está mostrando casi intratable como visitante en esta postemporada, ya que Hawks está con marca de 6-2 cuando juega fuera de casa. Le va la marcha a este equipo y en especial a su líder.
Los números de Young en el día de hoy, históricos, dignos de recordar: 48 puntos, 11 asistencias y 7 rebotes tras meter el 50% de sus tiros de campo lanzando a canasta 34 veces. Pero más allá de sus números estuvo su dominio de la pista, su capacidad para influir en el juego, su destreza para ver todas y cada una de las fisuras de la defensa rival. Y sin olvidar la fantasía. Porque de fantasía fue el alley-oop contra tablero que protagonizó con John Collins en el tercer cuarto.
Un tipo divino este Young, que llegado el 'clutch time' casi nunca defrauda. A Young no le tembló el pulso desde la corta distancia, cuando más presión se siente: 4 libres sin fallo en los últimos 17 segundos del encuentro.
El resto lo hizo Clint Capela con un formidable rebote ofensivo que le permitió anotar el 111-112 a 29,8 segundos del final.
En el punto opuesto los Bucks, con una definición en la que lo único acertado fueron los 2 libres sin fallo de Giannis Antetokounmpo a 5,3 segundos de la conclusión.
A Milwaukee se le fue medio partido debido a su inconsistencia para cerrar el rebote en la recta final del encuentro. Pero lo peor para los de Budenholzer radicó en sus últimos ataques, que fueron un auténtico desastre.
Primero con un horrible airball desde el triple de Pat Connaughton (no parecía que este jugador fuera el indicado para jugársela en ese momento) y después, en la jugada posterior, con la incapacidad para generar un tiro de 3 que hizo que la bola quedara en manos de Anteto bajo el aro para acabar en los libres.
Young puso el 113-116 desde los libres con 4,6 segundos por jugar y en la última jugada Khris Middleton, horrible toda la noche de cara al aro, erró el triple que hubiera forzado la prórroga.
Milwaukee tuvo una máxima ventaja en el partido de 9 puntos en el segundo cuarto (34-25) y Atlanta dispuso de 8 de ventaja en el tercero (75-83).
En el último cuarto, un parcial de 9-0 con 6 puntos de Antetokounmpo y un triple de Holiday puso el 105-98 en el marcador, un momento en el que pareció que Milwaukee podría romper el partido, pero no fue así. Un gran vuelo de John Collins, partidazo el suyo, y un espectacular 2+1 de Young devolvieron la igualdad al partido. Y de ahí hasta el final.
En un partido en el que ambos equipos lanzaron mal de 3, se impuso el que tuvo mejor final, el que supo esquivar de mejor manera la presión extrema del último minuto.
Atlanta, además del inspirado e imparable Trae Young, tuvo a un fenomenal John Collins, autor de 23 puntos, 15 rebotes y 11 de 16 en el tiro. Entre él y Clint Capela atraparon 34 rebotes, finalizando el suizo con 12 tantos y 19 capturas en los aros. Además, 13 puntos de Kevin Huerter. Y no olvidemos que Hawks está sin De'Andre Hunter y Cam Reddish, y que Bogdan Bogdanovic anda jugando con una limitación física más que evidente.
En Milwaukee, Giannis Antetokounmpo y Jrue Holiday lo hicieron casi todo. El griego, que en el último cuarto firmó un buen número de alley-oops, terminó con 34 puntos, 12 rebotes y 9 asistencias, y se fue esta vez a un notable 6 de 8 en los libres. Estuvo muy bien a la hora de compartir el balón y buscar las líneas de pase. Y Holiday sostuvo a su equipo en los peores momentos, sobre todo en la recta final del tercer cuarto. Acabó con 33 puntos, 10 asistencias y 5 triples. Ofreció el base una actuación deslumbrante, pero no pudo en defensa con Young, como no pudo P.J. Tucker y como no pudo nadie.
Destacar también los muy buenos minutos de Bobby Portis (11 puntos y 8 rebotes en 15), que había desaparecido últimamente de la rotación de Bucks y que estaba firmando unos playoffs muy deficientes.
Y en lo negativo, Khris Middleton. Noche para olvidar la del alero, que terminó con 6 de 23 en el tiro de campo que incluyó un 0 de 9 desde el triple.
En definitiva, Nate McMillan y sus chicos golpean primero y siguen causando estragos en el Este. Estos Hawks parecen no tener fin.