Desoladora derrota de Los Angeles Lakers, demoledora desde cualquier ángulo que se mire y reveladora de lo que ha sido la temporada del equipo angelino, que ahora está contra las cuerdas en la primera ronda de playoffs en un año de defensa del título.
Espectacular baloncesto de Phoenix Suns para arrollar de forma salvaje a unos Lakers reducidos otra vez a la mínima expresión sin la presencia de Anthony Davis, y llueve sobre mojado porque es la segunda debacle de Lakers en esta serie ante Suns cuando Davis ha tenido que ausentarse.
Las cifras son frías, pero representan más que nunca el abismo que separó a ambos equipos. Todo empezó con un parcial de 16-0 jugándose el primer cuarto y todo acabó con un parcial de 32-10 en los 12 minutos del segundo cuarto para irse el partido al descanso con un escandaloso 66-36. Ya no hubo más competición de primer orden, todo a partir del descanso fue un mero escenario de escarnio para los perdedores.
Al descanso, la sobresaliente defensa de Suns, el paupérrimo ataque de Lakers y el estupendo momento ofensivo de Devin Booker (22 puntos en la primera parte) y Cameron Payne (14 puntos en 9 minutos de juego) lo dejó todo visto para sentencia.
Baste repasar el universo estadístico de Lakers en la primera mitad: 12 de 39 en el tiro de campo con 3 de 15 desde el triple, solo 8 asistencias y, lo que es peor para el equipo, la defensa de Lakers, que era el único punto de apoyo real de este equipo, desaparecida en combate, con Phoenix en buenos porcentajes de tiro y... ¡16 asistencias y solo 1 pérdida de balón! La defensa visitante fue durante muchos minutos un auténtico dislate, un simple ejercicio visual.
Frank Vogel sacó de inicio a Markieff Morris por la ausencia de Davis. Jugó Kentavious Caldwell-Pope, pero como si no lo hubiera hecho: no aportó nada y su cuerpo duró 15 minutos. Se acordó el técnico de que existía Talen Horton-Tucker, pero cuando su equipo ya caía por más de 20 puntos en el segundo cuarto.
Marc Gasol, mientras, cometió 3 faltas en sus primeros 5 minutos en pista y 5 faltas en los 10 que jugó. Para olvidar su concurso. Como el de Dennis Schröder, que acabó con 0 puntos y 0 de 9 en el tiro. Pero lo más sangrante fue la falta de iniciativa, compromiso e intensidad de los jugadores de un equipo que perdió 115-85 y que se pone con 3-2 en contra en la eliminatoria.
No es de extrañar que LeBron James (24 puntos y 7 asistencias con 6 de 10 desde el triple) se marchara con cara de muy pocos amigos a vestuarios cuando restaban aún 5 minutos para la conclusión del partido.
Otro que se fue antes de tiempo, pero por distinto motivo, fue Chris Paul, que con marcador de 78-45, jugándose el tercer cuarto, recibió un golpe de Wes Matthews que le hizo recordar que tiene el hombro dañado. Al principio pareció que se rompía Paul definitivamente y sonaron todas las alarmas, pero pudo recuperarse algo. Metió 2 libres y se fue vestuarios a 6:46 del final del tercer cuarto para ya no volver más. Habrá que ver cómo ha quedado su cuerpo llevado al límite.
Dio verdadero gusto ver jugar al baloncesto a Phoenix Suns, un equipo con las ideas muy claras, con una rotación bien definida y con unos sistemas bien aprendidos que han llevado a los de Arizona a cerrar una fantástica temporada regular bajo la dirección de Monty Williams.
Devin Booker acabó con 30 puntos, 7 rebotes y 5 asistencias, Cameron Payne metió 16 en 19 minutos, Mikal Bridges y Cam Johnson llegaron a los dobles dígitos anotadores y Chris Paul, Deandre Ayton y Jae Crowder completaron con Booker y Bridges un quinteto inicial demoledor, un cinco que hizo trizas a los californianos. Por cierto, solo perdieron 4 balones los Suns en toda la noche, lo que habla bien a las claras de la defensa de Lakers.
Lakers se mueve en parámetros opuestos a Suns y sobrevive gracias a la calidad individual de sus jugadores. Vogel no parece haber llegado a los playoffs con un plan claro respecto al equipo. Sus rotaciones varían sin cesar, lo que no ayuda ni a los jugadores a nivel individual ni al juego colectivo. Jugadores que aparecen y desaparecen, baloncestistas que andan perdidos y un cuerpo técnico que sigue sin dar con la tecla adecuada. Jugar sin Davis no puede ser una excusa para perder por 30 ante Phoenix.
Los de Vogel encajaron 115 puntos y solo metieron 85 tras anotar el 34,5% de sus tiros de campo. Su ofensiva volvió a ser un campo minado para los ojos de cualquier espectador de baloncesto.
Hoy no se ha salvado nadie, ni siquiera LeBron, siendo el más salvable, claro. Entre los menos malos Kyle Kuzma, cuya serie está siendo, eso sí, horrorosa, y Horton-Tucker, que hizo 11 puntos y 11 rebotes en 16 minutos tras haber caído en un ostracismo incomprensible.
O se pone mucho las pilas Lakers... o estos Suns pueden dejar a los campeones en la cuneta a las primeras de cambio.