Estos Nets juegan al ralentí. Y cuando les da la gana aprietan el acelerador y adiós muy buenas. Es verdad que todavía les quedan los retos de verdad. Es cierto que estos Celtics no eran una gran piedra de toque. Pero lo que resulta indudable es que estamos ante un equipo con mayúsculas.
Se acabó la temporada de Boston Celtics. Derrota por 123-109 en el quinto juego de la serie. Y a casa tras encajar un claro 4-1. Algo totalmente comprensible. Boston sin Jaylen Brown, Kemba Walker y Robert Williams III. Brooklyn con su arsenal al completo. Poco podían hacer los chicos de Brad Stevens.
Eso sí, temporada gris de los Celtics. No ofrecieron un buen rendimiento ni en la cancha ni en las oficinas. Demasiado peso sobre los Jays. Lo de Tatum en estos playoffs ha sido tremendo. Él contra el mundo. Poca ayuda ha recibido. Por no hablar de su segunda unidad. Una suplencia para ir a pocas partes.
Brooklyn ha ganado hoy con un enorme James Harden. Batuta magistral la de La Barba. Su primer triple-doble con Nets en playoffs. Sumó 34 puntos, 10 rebotes y 10 asistencias. Con muy buenos porcentajes de tiro. Dominó a su antojo la pista y se divirtió en ella.
Esta vez el big three de los Nets no metió 104 puntos. Pero hizo 83, que no está nada mal. Los tres con un 50% o más de acierto en el tiro. Kyrie Irving hizo 25 puntos y Kevin Durant, 24.
Poco ha importado que llegaran a la postemporada habiendo jugado juntos solo 8 partidos. Su ofensiva es demoledora. Son una máquina de triturar rivales.
También en la decena Joe Harris y Bruce Brown. Este último con una actuación muy completa.
Es la primera vez que los Nets llegan a segunda ronda desde 2014. Y el duelo de semifinales de Conferencia resulta apasionante. ¡Un Nets-Bucks! ¡Que paren las rotativas! Esta serie promete grandes emociones.
Volviendo al presente, otro triunfo claro de Nets. Boston volvió a aferrarse al partido como pudo. Pero todos sus esfuerzos chocaban con la ofensiva de los Nets. Y eso que Brooklyn no apretó al máximo el acelerador más que en contadas ocasiones. Fundamentalmente en el último cuarto.
El partido llegó al descanso 59-51. Con Nets jugando a medio gas. Con Durant invisible en los primeros 8 minutos del partido. Con Brooklyn metiendo su primer triple con 9 minutos ya jugados. Pero ahí estaba Harden. Prodigioso, libre, creativo, poderoso. Al descanso ya llevaba 18 puntos, 7 rebotes, 9 asistencias y 2 tapones. Nacido para jugar.
Parecía mentira que Boston hubiera llegado vivo al ecuador del juego. Con 9 de 29 en campo y 3 de 16 desde el triple. Eso sí, muy buenos minutos en ataque de Jabari Parker. No es mala noticia en un equipo sin noticias buenas.
Llegó el tercer cuarto y Brooklyn se lo tomó un poco más en serio. Y se puso 14 arriba. Pero Boston aguantó gracias a Tatum, Romeo Langford y Marcus Smart. Final del cuarto, 86-79. Pero persistía la sensación de que era una falsa igualdad. Y así lo era.
El último cuarto fue el de los Nets más cercanos a los Nets. La traca final consistió en meter 37 puntos. Y en abrir hueco en el marcador con una facilidad pasmosa: +15, +17, +18, +21, +22... Hasta que paró la sangría. Harden, Irving y Durant hicieron lo que quisieron. Sin apariencia de esfuerzo. Por puro talento natural.
Boston terminaba cediendo. No valían los 32 puntos de Tatum. Fournier metió 18. Y fue eliminado por faltas para luego regresar a pista vía revisión arbitral. Ese tipo de cosas que solo pueden suceder ahora. Langford fue la mejor noticia para Celtics junto a Parker. Titular, muchos minutos, 17 puntos. Smart terminó con 14 puntos y 7 rebotes. En una desafortunada jornada en el tiro. Y el citado Parker metió 13 puntos en 14 minutos. Y hasta aquí llegó la temporada de los Celtics. La de los Nets, por supuesto, sigue. Con la aspiración de durar hasta el momento final.