Los Lakers han salvado una delicada situación al vencer 102-109 en el segundo partido de su serie con Phoenix Suns, una victoria que coloca el 1-1 en la serie y que sitúa a los angelinos como favoritos para ganar la eliminatoria visto el estado físico de Chris Paul.
Clave en el partido las limitaciones físicas evidentes del base local, así como la 'resurrección' de Anthony Davis, que ha ofrecido su mejor versión en el segundo partido tras hacer un mal partido de apertura, y está claro que Davis es un termómetro esencial para calibrar el estado de salud de su equipo.
Lakers siguió en su buena línea defensiva de la temporada, pero esta vez mejoró su ataque, según su entrenador, Frank Vogel, reajustó su rotación, una rotación que no parece tener nada clara el técnico principal de los Lakers.
Crucial en la victoria visitante el momento en el último cuarto en el que se puso por delante Phoenix en el marcador después de llevar prácticamente todo el partido a remolque. Los locales se adelantaron 90-89 y a raíz de ese momento los Lakers engarzaron un parcial de 2-11 para ponerse 92-100 a 2 minutos exactos del final, un parcial de 2-11 en el que Lakers jugó, casi todo él, con Anthony Davis como única referencia interior y en el que con esa configuración de equipo Davis metió 7 de los 11 puntos de su equipo.
Vogel dio 20 minutos de juego hoy a Marc Gasol (6 puntos, 2 rebotes y 2 asistencias), prescindió de Montrezl Harrell, no colocó a Andre Drummond en la cancha todos los minutos trascendentes del último cuarto, dejó bastante de lado a Talen Horton-Tucker e incluso le dio 4 minutos de juego al defenestrado Markieff Morris. Toda una revolución viendo que el equipo no funcionó en el primer partido.
Más allá de todos esos ajustes, espectacular Anthony Davis, el jugador que marcó la diferencia, con LeBron James haciéndolo también, excelente su triple que puso el 94-103, aunque en menor medida.
Mucho antes de ese 94-103, en el inicio del tercer cuarto, Lakers llegó a estar con 15 de ventaja (48-63) tras un parcial de 1-10. Fue un momento en el que parecía que se iba a romper el partido, con 4 jugadores visitantes anotando esos 10 puntos con 4 de 4 en el tiro y con Phoenix lanzando solo una vez (0 de 1) en casi 3 minutos de juego. Pero no pasó de ahí, Suns reaccionó y se agarró al partido para al final terminar perdiéndolo.
Davis fue la gran estrell. Terminó con 34 puntos, 10 rebotes, 7 asistencias, 3 tapones y 18 de 21 desde el tiro libre, la antítesis del Davis que apenas levantó cabeza en el primer partido. Partidazo a pesar de empezar el mismo de forma surrealista, cuando a los 58 segundos de juego lanzó en suspensión, estiró una pierna de una forma bastante anómala y le pegó una patada en los genitales a Jae Crowder, que tuvo que retirarse poco después (luego volvería). Doloroso golpe y flagrante 1 para Davis. Al final, fue la anécdota del partido de Davis, porque todo lo que hizo después resultó fabuloso.
Otro que dio un paso al frente en ataque importante fue Dennis Schröder, que para eso le fichó Lakers. El alemán anotó 24 puntos, mientras que LeBron, siempre exigente consigo mismo y con sus compañeros, acabó con 23 puntos, 9 asistencias, buenos porcentajes de tiro y 4 triples anotados.
Destacar también a Andre Drummond para bien y para mal. Para bien por sus números: 15 puntos y 12 rebotes en 24 minutos. Para mal porque otra vez fue incapaz de sujetar a Deandre Ayton, que jugó 42 minutos y sumó 22 puntos y 10 rebotes con 11 de 13 en el tiro. Tremendo Ayton en los dos partidos ante Lakers: ¡21 de 24 en el tiro de campo! Está claro que Lakers tiene que ajustar la defensa al pívot de los Suns.
Phoenix hizo un esfuerzo titánico para intentar superar sus males. El golpe inicial sufrido por Crowder, los problemas de faltas de este durante la primera parte y, sobre todo, la evidente insuficiencia física de Chris Paul, que lo dio todo para jugar y rendir, pero que terminó viendo desde la banda, frustrado y triste, todos los minutos finales en los que se ventilaba el partido. De no superar su lesión en el hombro, Lakers tiene todas las papeletas para eliminar a Suns.
Más allá del partido de Ayton, Devin Booker volvió a ser el máximo anotador local con 31 puntos y 17 de 17 en libres y Cameron Payne tuvo que suplir a Paul durante el partido y ofreció un rendimiento maravilloso: 19 puntos y 7 asistencias en 33 minutos antes de ser eliminado por faltas. Otro, como Davis, que se sacó la espina del primer partido, partido en el que fue expulsado.
En cuanto al pobre Paul, pues solo pudo estar en pista 23 minutos, minutos en los que se le vio mal. Su estado es más que preocupante. Una pena.
Lakers supo salvar la enorme presión de ir perdiendo 1-0 y de tener a casi 12.000 espectadores animando a muerte al equipo local. Tiró el equipo angelino de los jugadores con galones (otra vez partidos malos de Caldwell-Pope y el desaparecido Kuzma), de los jugadores estelares que tienen que sacar adelante la nave angelina en pos de una defensa digna del título.