Gran partido de los Lakers y gran victoria. Triunfo ante uno de los gallitos del Oeste, Phoenix Suns. Y noche verdaderamente espectacular de Anthony Davis. Segundo partido seguido en el que Davis muta en superhéroe inagotable. ¡Brutal despliegue físico!
Lakers puede ganar o perder. Lakers puede entrar directamente en los playoffs o terminar disputando el play-in. Pero pase lo que pase, Lakers tiene la mejor de las noticias: ¡ha recuperado la versión demoledora de Davis! Y eso es mucho. Todo, si los Lakers quieren ser competitivos en la postemporada.
Victoria de principio a fin. Dominio en el marcador desde el salto inicial hasta el bocinazo final. Desde el 22-6 de arranque hasta el prodigioso último minuto de Davis.
El equipo californiano defendió a gran nivel. Pero el signo distintivo, la novedad, fue su ataque. Mucho mejor su ofensiva en esta ocasión. Gran parte de ella cargada en la espalda de SuperDavis. Cifras de MVP: 42 puntos, 12 rebotes, 5 asistencias, 3 recuperaciones y 3 tapones. Lanzó 27 tiros de campo y 17 libres. Jugó 40 minutos con un +26 para su equipo. ¡Qué manera de exprimir su cuerpo y de mostrar su alma! Si Lakers quería proteger físicamente a su jugador... tal vez esta no era la mejor manera. Pero la vela que va por delante es la que alumbra. Y el equipo no está ya para esperas.
Lakers hizo un 30-19 en el primer cuarto. Lakers llegó a ganar por 18 en el segundo. Lakers se fue del tercer cuarto 21 arriba (98-77). Y Lakers se puso con +23 (100-77) en el arraque del último cuarto. Pero los Suns reaccionaron y los miedos regresaron al Staples. De -23 a -7. Una canasta del gris Deandre Ayton puso el 115-108. Tras un parcial de 7-22. En plena borrachera de baloncesto de un imparable Cameron Payne. Restaban 5 minutos para el final y parecía que Lakers se desinflaba. Pero no fue así. Esta vez respondió el equipo.
Davis dándolo todo en cada jugada. A falta de 1:26 para el final rodando por el suelo en busca de la bola. Y poco después la apoteosis. Secuencia para enmarcar: dos libres anotados, tapón a Crowder y alley-oop en 2+1. Todo obra de Anthony Davis en el último minuto. El alley-oop a pase de Alex Caruso, otro destacado de la noche. Esas tres acciones encadenadas para dar la victoria a Lakers. Esos tres regalos al espectador como corolario de un gran partido del equipo. Y de una gran actuación personal. Llevando Davis su cuerpo a ese límite en el que todo puede salir mal. Nadie se entrega así si no está plenamente recuperado.
Los locales jugaron sin LeBron James. Sin Dennis Schröder. También sin Kyle Kuzma. Y Andre Drummond tuvo otra noche para olvidar. Las faltas le sacaron del partido cuarto a cuarto. Pero hubo otros nombres propios que sí brillaron. Especialmente, Kentavious Caldwell-Pope (17 puntos) y Alex Caruso (17 puntos y 8 asistencias). Caruso contagia su energía hasta a los seres sin sangre. Es un contagiador de entusiasmo. Una bicoca para cualquier equipo.
El español Marc Gasol jugó 18 minutos. Para 1 punto, 6 rebotes, 3 asistencias y 5 faltas. Tuvo un momento duro en el tercer cuarto. Salió a pista para suplir a Drummond (4 faltas entonces) y él cometió 3 seguidas para irse a las 5. Malos minutos del español en ese trance. El resto del tiempo cumplió.
El reparto de minutos de los hombres altos fue curioso. Jugado el primer cuarto, Vogel ya casi había agotado combinaciones en cancha. Había jugado con las parejas Davis-Drummond, Davis-Gasol y Gasol-Harrell. En un solo cuarto. Lo nunca visto. La cuadratura del círculo.
El triunfo es balsámico para un equipo que venía de ganar 2 de sus últimos 10 partidos. Todavía hay vida. El sexto, Portland, está a tiro de piedra. Esa ha de ser la lucha de Lakers.
Phoenix, mientras, pierde comba en su intento por ser primero del Oeste. El equipo no funcionó al nivel acostumbrado. Deandre Ayton fue un desastre. La defensa visitante no tuvo su impronta habitual. Y solo reaccionaron los Suns cuando se vieron con la soga al cuello.
No lo hicieron mal Devin Booker y Chris Paul. Pero no sobresalieron como otras veces. El verdadero jugador estelar de Suns fue Cameron Payne. Realmente brillante. Metió 24 puntos en 20 minutos fallando solo un tiro en toda la noche. Tenía que haber pisado más tiempo la pista. Pero no lo hizo. Estos Suns apenas brillaron ante una versión muy mejorada de Lakers.