Memphis Grizzlies asegura su participación en el play-in a costa de dejar a los Pelicans en una situación límite, casi a todos los efectos fuera de la competición, a pesar del durísimo calendario que le resta a los Spurs.
Partido equilibrado en el que los locales han igualado su récord histórico de tapones en un juego.
Victoria por 115-110 y nada menos que 19 tapones de Memphis. Al descanso, Grizzlies ya había puesto 10, la mayor cifra desde que Jazz sumó 10 en una primera parte en 2010. Los 19 finales igualan el récord de la franquicia, que databa de 2018. Hasta 7 jugadores locales pusieron algún tapón, con Jonas Valanciunas (5), Kyle Anderson (4), Jaren Jackson Jr. (4) y Brandon Clarke (3) liderando la fiesta.
Dillon Brooks (23 puntos) y el lituano Valanciunas (20 puntos, 11 rebotes y 5 tapones) lideraron la ofensiva del equipo de Jenkins, con Kyle Anderson sumando 14 puntos y 4 tapones, Jackson Jr. en 12 tantos, 7 rebotes y otros 4 tapones y el base Ja Morant firmando 12 puntos y 12 asistencias.
Pelicans ofreció resistencia a pesar de jugar sin Zion Williamson, Brandon Ingram, Josh Hart y Steven Adams.
Willy Hernangómez volvió a ser titular y terminó como el segundo anotador de los suyos. El español hizo 15 puntos, 8 rebotes y 4 asistencias en 22 minutos. Nickeil Alexander-Walker fue el primer encestador visitante con 18 puntos, Naji Marshall logró un doble-doble y Eric Bledsoe y Lonzo Ball no dieron el paso al frente que tendrían que haber dado para intentar compensar las bajas del equipo.
Memphis ganó anotando 66 puntos en la pintura y repartiendo 33 asistencias que tuvieron como contrapunto solo 10 pérdidas.
El equipo local dominó la primera parte (71-59), una primera mitad en la que Pelicans volvió a mostrar sus frágiles costuras defensivas.
El segundo cuarto nos dejó un brutal tapón de Bane y una máxima ventaja para Memphis de 14 puntos (71-57).
Comenzando el tercer cuarto, Hernangómez hizo una jugada de 2+1 en la que le sacó la cuarta falta a Valanciunas, pero el lituano se cuidó bien en la parte final del encuentro. Fue este cuarto el que le sirvió a New Orleans para tomar aire, remontar y meterse en el partido, hasta el punto de que terminó el mismo con ventaja en el marcador, 86-88, tras un parcial de 15-29.
Este tercer cuarto fue una carga pesada para Memphis, que se atascó en la ofensiva haciendo solo esos 15 puntos tras situarse en un 6 de 20 en el tiro de campo y un 2 de 11 desde el triple.
La buena noticia para los Grizzlies es que recuperaron su ataque en el cuarto final para obtener una victoria muy importante.
Memphis vivió un final en el alambre. Con 114-110 en el marcador, casi la pierde Morant, falló un tiro de media distancia Brooks y emergió Jackson Jr. para atrapar un rebote ofensivo decisivo ante la indolencia de Jaxson Hayes. Todo en la misma jugada. Acto seguido, con idéntico marcador y 14,9 segundos por jugar, Memphis estuvo a punto de volver a perder el balón. Segunda casi pérdida del equipo para terminar conservando el balón y salvando los muebles. A veces un partido se decide por el casi.
Ahora, Pelicans se complica definitivamente la vida, porque se coloca, además de sufrir bajas de primer nivel, con balance de 31-38 (undécimo) por el 33-35 de los Spurs (décimos), que han puesto pie y medio en el play-in tras ganar a los Bucks.