Jugó 17 minutos intrascendentes por lo que se refiere al marcador, esos minutos que tradicionalmente son llamados minutos de la basura, pero su eficiencia máxima en ese tiempo sin tensión es digna de mención. Enorme Willy Hernangómez en el tiempo que estuvo en juego.
El español firmó 18 puntos y 12 rebotes jugando solo 17 minutos. Metió 7 de sus 9 tiros de campo (falló el único triple que intentó) y 4 libres sin fallo.
Su equipo, Pelicans, se dio un auténtico paseo en un partido que no fue un partido. Triunfo en Orlando por 100-135 con 29 puntos de Bradon Ingram y 23 de Zion Williamson. De modo que el madrileño fue el tercer anotador de los suyos.
No jugó en la primera parte (52-74). Saltó a la pista por primera vez cuando restaban 5 minutos para finalizar el tercer cuarto. Lo hizo supliendo a Zion Williamson. Y ya no abandonó la pista: 17 minutos ininterrumpidos en ella hasta que el partido terminó.
Willy entró en juego cuando su equipo ganaba 64-97. Por lo tanto, sus excelentes números hay que ponerlos en perspectiva.
Hernangómez está viviendo una temporada extraña en Pelicans, pero al menos no se está apolillando en el banquillo. Tuvo momentos de participación notable en la rotación de Van Gundy, otros en los que no se le vio el pelo en la pista y algunos en los que hasta compartió cancha con Jaxson Hayes.
Ese sube y baja emocional y deportivo le ha dado al español para jugar ya esta temporada 35 partidos con una media de 15,9 minutos. Sus promedios: 6,7 puntos y 6,4 rebotes, metiendo el 55,3% de sus tiros. Pero lo peor es que los Pelicans siguen sin despegar, siendo uno de los equipos de los que se esperaba una mayor progresión esta temporada.