Stephen Curry es Stephen Curry y Jordan Clarkson es Jordan Clarkson, y por mucho que se proponga Clarkson ser Curry, nunca lo será. Clarkson, por momentos, construyó con su ataque demoledor una remontada imposible, pero al final su equipo pagó su egoísmo.
Warriors venció a Utah Jazz 119-116 en un final impensable visto cómo se había desarrollado el tercer cuarto y parte del último.
Golden State se fue del tercer cuarto ganando 89-75 tras un triplazo impresionante de Jordan Poole desde su campo, sobre la bocina y contra tablero. Y en el cuarto final todo parecía transcurrir con una tranquilidad apabullante, con Golden State conservando amplias ventajas y presentándose con marcador de 105-87 a 7:39 del final.
A partir de ahí, la locura. Los locales se empantanaron de mala manera cuando apretó Utah y Jordan Clarkson dibujó un baloncesto de muchos quilates para fabricar una remontada de impresión -Clarkson metió 24 puntos en el último cuarto-. El parcial para Utah... 9-29 para entrar en el último minuto del partido ganando 114-116 tras un triple de Clarkson. Eso sí, llegado el último minuto la estrella de Clarkson se desvaneció y varios de sus compañeros tuvieron que tragar saliva al ser testigos mudos de cómo se condujo el jugador de Jazz en los momentos cruciales.
Con 114-116, Clarkson erró un triple ante la doble marca de Curry y Wiggins, que le puntearon el tiro. Al lado de Clarkson, Royce O'Neale completamente solo y, lo que es más grave, en la esquina del lado del balón estaba Bojan Bogdanovic, artillero de primera, también libre de marca, pidiéndole el balón.
Tras el mal ejercicio de Clarkson llegó el triple errado de Curry y el crucial rebote ofensivo de Kevon Looney, ganado nada menos que a Rudy Gobert. Ese rebote dio una segunda oportunidad a Warriors y, claro, una segunda oportunidad a Curry en esas circunstancias puede ser letal... y lo fue. Triple de Curry a 13,4 segundos del final para poner el 117-116 en el marcador.
Atacó Utah para adelantarse y Clarkson tomó el carril central a la carrera, penetró como si el baloncesto lo jugara el solo, se encontró de frente con todo el equipo rival y volvió a errar, con Ingles, Bogdanovic y O'Neale completamente solos en el exterior esperando la asistencia que nunca llegó. Y con este segundo error de bulto se le fue prácticamente el partido a Utah.
Curry no falló desde los libres (119-116) y la jugada de Utah, tras tiempo muerto y 5,4 segundos por jugar, llegó a Clarkson para que errara un triple ciertamente complicado. Ahí se acabó todo. Y no hace falta decir que algunas caras en los Jazz, la de Bogdanovic por citar al menos disimulado, eran todo un poema tras el bocinazo final.
En resumen, el partido se decidió en el último minuto en un cara a cara entre Stephen Curry y Jordan Clarkson, y no había que ser muy listo para saber que una apuesta así cae y caerá muy pocas veces del lado de Clarkson.
Warriors conserva así la octava plaza del Oeste. Gracias a una trabajada victoria que pudo acabar en nada tras encajar 41 puntos en el cuarto final.
Curry terminó con 36 puntos tras soportar durante toda la noche una defensa atosigante, con dos y hasta a veces tres jugadores rivales tapándole el juego y negándole el triple. Jordan Poole metió 20 puntos en 19 minutos y encestó el triplazo del partido, Kent Bazemore añadió 19 puntos, Draymond Green hizo 12 puntos y 10 asistencias, Kevon Looney trabajó muy bien el rebote y el mexicano Juan Toscano-Anderson volvió a contribuir con energía y números: 5 puntos, 7 rebotes, 5 asistencias y 4 robos en 29 minutos.
En Utah, que sigue sin Mitchell y Conley, 41 puntos de Jordan Clarkson tras su brutal último cuarto (terminó, eso sí, con 33 tiros de campo, 0 asistencias y un -17 de su equipo con él en pista), 27 puntos de Bogdanovic tras venir de ser Jugador de la Semana en el Oeste y 10 puntos y 16 rebotes de Rudy Gobert, que dejó escapar un rebote decisivo que le costó caro a su equipo.
Con eso y con todo, Utah sigue ofreciendo un gran rendimiento pese a sus bajas y conserva la primera plaza del Oeste.