Se truncó la racha triunfal de Jazz. El equipo de Salt Lake City acumulaba 9 victorias seguidas. Y 20 triunfos en sus últimos 21 partidos. Pero hoy se topó con unos Clippers reforzados con el regreso de sus dos grandes estrellas.
Nada tuvo que ver este duelo con el que los mismos contendientes protagonizaron 48 horas antes. Entonces, ganó fácil Utah. Pero aquel fue un partido descafeinado. Con demasiadas estrellas ausentes. Este, no. Volvieron al juego los locales Kawhi Leonard y Paul George (y Batum, que tampoco estuvo en el duelo anterior). Y Utah Jazz recuperó a Mike Conley. Hoy sí estaban cara a cara de verdad los dos equipos.
Victoria local por 116-112. En un extraño final. Parecía que Clippers lo tenía todo bajo control. Pero no fue así. Terminó casi pidiendo la hora. Ganando a regañadientes.
Un triple de Marcus Morris. Una canasta de Paul George. Un par de triples del crucial Patrick Beverley. Así se fraguó la ventaja que parecía definitiva. Clippers se puso 107-94. Todo parecía cerrado. Más aún viendo el triple de Beverley que puso ese 107-94. Le dio tiempo al agerrido Beverley a dar un paso... A ubicarse sobre la línea... A pensar, mirar y tirar. Sin que nadie se ocupara de su marca ni de lejos. Y, claro, metió el triple.
A partir de ahí las cosas cambiaron. Utah apretó en su presión defensiva. Con intensidad y coordinación. Y Clippers comenzó a dar preocupantes señales de alarma.
Tanto fue así que el marcador pasó de ese 107-94 a un 112-110 jugándose los últimos segundos. Tras una exhibición de Donovan Mitchell. Clavó dos triples maravillosos. El primero tras una pizarra de Quin Snyder en tiempo muerto. Sacó Joe Ingles y a la velocidad del rayo clavó el triple Mitchell. El segundo a la carrera. Con una suspensión elegante y armoniosa. La espalda recta. La ejecución perfecta del tiro. Mitchell en estado divino.
Al final salvaron los muebles los Clippers. Gracias a un gran final de Patrick Beverley. Merced al aplomo de Kahwi Leonard. A pesar de la penosa resolución de Paul George.
A Paul George le dio la recta final para cometer varios pecados. Perdió un balón y de inmediato hizo una falta que llevó a Utah a los tiros libres. Falta impresentable. Y con 116-110 y el partido ya prácticamente decidido cometió una falta innecesaria a Mitchell. Realmente imperdonables esas dos faltas. De no pensar sobre la pista, vamos.
Leonard fue el líder de Clippers con 29 puntos. Con la segunda unidad metiendo 46 puntos. Bajo el impulso de Lou Williams (19) y Marcus Morris (17 más 7 rebotes). Muy bien ambos. Además, 17 puntos del esencial Beverley. Y 15 de un prescindible George.
El español Serge Ibaka firmó 9 puntos, 9 rebotes y 4 asistencias. Jugó 22 minutos. Tyronn Lue volvió a no contar con él en el cuarto decisivo.
En Utah, espectacular Donovan Mitchell en la segunda parte. Empezó el escolta el primer cuarto cometiendo 2 faltas en 5 minutos. No fue buena su primera mitad. Pero en la segunda metió 29 de sus 35 puntos. Excelente, además, su final de partido.
Bojan Bogdanovic añadió 23 puntos. Con gran acierto desde el triple. Fue de lo mejor de Utah. Y Jordan Clarkson hizo 19. Con enorme desacierto desde esa misa distancia. Regresó Mike Conley (16 puntos sin dar asistencias). Y Rudy Gobert acabó con 8 puntos, 15 rebotes y 3 tapones. Apenas encaró el aro.
No le funcionó bien esta vez el triple a los Jazz. Tampoco su juego asociativo. Apenas asistieron 13 de sus 41 canastas. Y a pesar de todo lucharon por el triunfo. Porque es un equipo muy bien armado. Eso sí, ante Clippers mostró una de sus carencias. Una carencia que se siente mucho más cuando se mide a equipos muy potentes. Esa carencia no es otra que su escasa profundidad de banquillo. Ese puede ser ahora mismo el gran pero del equipo más en forma de la NBA.