Pura magia. Damian Lillard volvió a sacar de su chistera una actuación deslumbrante que terminó tumbando a unos Pelicans que siguen sin vislumbrar su mejor juego. Victoria de Portland por 124-126 para firmar su sexto triunfo consecutivo.
Blazers está sin C.J. McCollum y Jusuf Nurkic, pero su estela triunfal no para de crecer. Ya son 6 juegos seguidos con triunfos para ponerse 18-10 con Lillard ejerciendo de genio divino.
Hoy extremó Lillard su exhibición: ¡43 puntos y 16 asistencias, un 50% en el tiro de campo, 7 triples anotados y crucial en la definición del partido con un final de juego simplemente apabullante!
El clutch time de Dame fue, como casi siempre, fascinante. ¡En los últimos 2 minutos anotó 8 puntos y dio 1 asistencia! Es decir, fue hacedor de los 10 puntos finales de su equipo por vía directa o indirecta. Metió un triple, logró una canasta de 2, dio una asistencia a Derrick Jones Jr. para que este anotara bajo el aro (122-123 a 28,7 segundos del final) y se inventó un prodigioso 2+1 para poner el 124-126 con 16,5 segundos por jugar, un 2+1 pleno de inteligencia, dominio físico -usando el cuerpo ante Lonzo Ball- y destreza a la hora de solventar la jugada en posición acrobática.
Con 124-126, Pelicans tuvo bola para ganar, pero ni Lonzo Ball en primera instancia con un triple ni Brandon Ingram en segunda con un tiro a media distancia acertaron. Ball venía de hacer un buen partido, no así Ingram, que además en el tiro decisivo para forzar la prórroga hizo un airball.
Fue el partido un bello duelo entre dos baloncestos muy distintos, el de Damian Lillard y el de Zion Williamson, que sigue creciendo en la temporada. Sumó 36 puntos con 12 de 18 en el tiro de campo. Se empieza a mostrar imparable y estuvo diligentes desde los libres en momentos de máxima tensión.
En Portland, además de Lillard, un gran Gary Trent Jr., autor de 23 puntos y 5 triples, y un muy buen trabajo de Robert Covington, que se llevó un buen golpe en el segundo cuarto, dentro de un equipo que sufrió, y mucho, en el capítulo del rebote.
En New Orleans, Willy Hernangómez sigue ofreciendo un rendimiento estupendo. Primero se hizo con el puesto de segundo pívot pasando a Jaxson Hayes y hoy ha tenido aún más minutos porque Steven Adams se torció un tobillo y solo pudo jugar 10 minutos (tremendo su enfado cuando se marchó iracundo a vestuarios).
Eso hizo que el madrileño partiera en el cinco de salida en el tercer cuarto y que jugara 29 minutos para hacer un doble-doble con 11 puntos y nada menos que 17 rebotes. Está funcionando muy bien, no así su equipo, que sigue en horas bajas.
Además, 21 puntos y 5 triples de Lonzo Ball y mejora de J.J. Redick, que sumó 16 puntos en 20 minutos con 4 triples.
Pelicans terminó perdiendo después de acumular una máxima ventaja de 15 puntos (64-49) jugándose el segundo cuarto, justo antes de llegar al descanso ganando 69-59 tras meter 10 triples de 16 intentos. Pero el 22-35 del tercer cuarto equilibró la situación hasta depararnos el partido un muy bello final.