Fue un gran partido, pleno de emoción y de notables actuaciones personales. Minnesota Timberwolves sigue mejorando pese a jugar sin D'Angelo Russell, pero no le da para ganar. Esta vez ha perdido en la prórroga ante Pacers por 128-134 pese a gozar de las mejores versiones de Karl-Anthony Towns y Ricky Rubio.
Enormes partidos de Domantas Sabonis y Malcolm Brogdon para guiar a los suyos a la victoria. Lo del lituano fue de ciencia ficción. Sobrado de condiciones técnicas y de sabiduría en la cancha, el hijo del mítico Arvydas Sabonis exhibió músculo deportivo haciendo un triple-doble de desmayo: 36 puntos, 17 rebotes y 10 asistencias en 46 minutos para enmarcar.
A su lado, un grandísimo Brogdon, que se fue de la pista con 32 tantos, 9 rebotes, 7 asistencias y 6 de 7 desde el triple.
Precisamente ellos fueron los que definieron la prórroga tras acabar el partido en su tiempo reglamentario con igualdad a 121.
Con 126-129 Minnesota hizo una fabulosa defensa que llevó a que Indiana agotara los 24 segundos de posesión sin tirar, pero después los locales perdieron la bola por mediación de Malik Beasley, una bola que robó el omnipresente Sabonis. Con 9 segundos por jugar, un triple de Brogdon puso el 126-132, que se convirtió prácticamente en inalcanzable cuando Beasley se resarcía de su pérdida anotando un triple a 6,4 segundos del bocinazo final, un triple que la revisión arbitral dejó en tiro de 2 porque estaba rozando la línea con la punta de la zapatilla. Pasar de un posible 129-132 a un real 128-132 mató definitivamente las escasas opciones de los Wolves.
Antes, en el final del último cuarto, Minnesota tuvo tiro para ganar. El dúo Rubio-Towns hizo un gran final de cuarto, el primero pasando y el segundo anotando, pero una canasta de Brogdon, un triple de Jeremy Lamb y 2 libres de Sabonis tras un error en un momento importante de Ricky Rubio pusieron el 121-121 en el electrónico. Y Timberwolves jugó para ganar con 11,1 segundos en el reloj.
No fueron ni Towns ni Beasley, los mejores jugadores en ataque del equipo anoche, los que tuvieron la bola para decidir. La bola se le concedió al novato Anthony Edwards, que no hizo un buen partido, para que ganara el encuentro sobre la bocina, una especie de prueba de fuego para el número 1 del draft, pero su triple no entró, pese a quedarse muy cerca de hacerlo.
Edwards venía de meter 28 puntos en el partido anterior, pero esta vez se quedó en un horrible 3 de 15 en el tiro de campo con 0 de 4 desde el triple. Eso sí, dejó para los flashes un tremendo mate en el segundo cuarto. Tremendo de los de verdad.
Otros compañeros estuvieron mucho mejor. Beasley vivió su primera suplencia de la temporada con su sustituto, el joven Jaden McDaniels, disfrutando de su primera titularidad con el fin de aprovechar sus dotes defensivas. Beasley respondió jugando y anotando para terminar con 31 puntos y 5 triples.
Mientras, el dominicano Towns firmó 30 puntos, 10 rebotes y 12 libres sin fallo, siendo más Towns que el Towns de los pasados partidos, y Rubio ofreció su mejor rendimiento de la temporada con 20 puntos, 13 asistencias con solo 1 pérdida de balón y 3 triples de 6 intentos en 35 minutos de juego. Ricky está yendo a más.
Destacar también los 18 puntos, 9 rebotes y 3 tapones que hizo en 18 minutos Nazr Reid.
En Indiana, además del fastuoso dúo Sabonis-Brogdon, 18 puntos y 8 rebotes de Lamb y 15 tantos de Aaron Holiday en un partido ofensivo -la primera parte acabó 73 a 69- en el que se salió de la norma el tercer cuarto (19-17 con Wolves en 6 de 22 en el tiro).
No se vistió de corto el español Juancho Hernangómez.