Aunque parezca mentira, ¡los Lakers no ganaban en el Target Center desde 2015! Esa extraña mala racha se ha quebrado hoy. Victoria de los angelinos sin Anthony Davis, pero con un LeBron James tan resolutivo como siempre.
Partido de marcado peso hispano este Timberwolves-Lakers, con tres jugadores españoles en liza (uno, Juancho Hernangómez, no jugó) y uno dominicano. Tanto los locales Karl-Anthony Towns y Ricky Rubio como el visitante Marc Gasol aportaron y estuvieron en dobles dígitos anotadores.
El encuentro, que finalizó 104-112, nos dejó la mejor actuación profesional hasta la fecha del número 1 del último draft. Enorme esta noche Anthony Edwards, al que calidad no le falta, desde luego. Sumó 28 puntos, 7 rebotes y 5 asistencias, encestó 5 triples y estuvo en el 50% en los tiros de campo. Se trata de su mejor partido ofensivo en la NBA.
Lakers sobrevivió a jugar sin Davis y sobrevivió a un inicio errático que le llevó a perder 10 balones en el primer cuarto. Sí, ¡10 balones en el cuarto inicial y a pesar de ello se impuso 27-30 en el cuarto!
También aguantó el tipo Lakers pese a contar otra vez con una versión pobre de Kentavious Caldwell-Pope y pese a que Kyle Kuzma bajara su nivel de partidos anteriores.
Salvaron al equipo, fundamentalmente, su buen ejercicio defensivo y las ofensivas de LeBron James (30 puntos, 13 rebotes, 7 asistencias y un 65% en el tiro de campo) y Dennis Schröder (24 puntos, 4 robos y un 60% en el tiro).
Funcionó también Montrezl Harrell (17 puntos en 18 minutos) y Marc Gasol, que mejoró prestaciones hasta hacer 11 puntos, 5 rebotes y 2 tapones. Esta vez jugó más minutos, 30, y decisivos, porque estuvo en el final del partido. Y eso le valió para meter un triple muy importante con 1:20 por jugar.
Un triple de Wes Matthews puso un tranquilizador -para Lakers- 89-103 en el marcador. Lakers ganaba por 14 puntos a falta de 6:42. Pero Minnesota no se rindió, siguió apretando y 2 triples consecutivos del novato Edwards sembraron la duda en los angelinos al poner el luminoso en un apretado 100-105.
A partir de ahí, Lakers restauró la normalidad a partir de una falta en ataque del novato Edwards sobre el experimentado James. Y con 100-107 en el marcador, LeBron amasó la bola, agotó la posesión de su equipo, confió plenamente en Marc Gasol, a quien vio liberado en la esquina para el triple, y le pasó el balón. Entonces, Gasol enchufó, cuando expiraba el tiempo de posesión, un triple prácticamente definitivo, el 110-120, para poner su serie desde más allá del arco en 3 de 4, algo que necesitaba imperiosamente el jugador español, que se estaba mostrando ciertamente gris en ataque esta temporada.
Minnesota mordía el polvo para quedarse con marca de 7-21. Karl-Anthony Towns terminaba con 15 puntos en un flojo partido en función de lo que nos tiene acostumbrados y Ricky Rubio, que será titular por largo tiempo ante la baja de D'Angelo Russell, sumaba 13 puntos y 8 asistencias en 29 minutos tras empezar muy bien un partido en el que Caruso le puso un taponazo a McLaughlin, Reid anotó un extraño triple contra el tablero en los últimos segundos del primer cuarto, McDaniels le hizo una falta fea a LeBron en el cuarto acto... y, entre todo eso y mucho más, LeBron reinando, como siempre, porque por algo le llaman El Rey.