Lluvia de triples para destrozar a los Bucks y ponerles al borde del descrédito antes de que Pelicans perdiera casi todo el crédito que había acumulado en el partido para solo ganar por 5 puntos (131-126) un encuentro que llegó a ir dominando por 29 (62-33).
Victoria de Pelicans, que bien la necesitaba, con Lonzo Ball y el ex Buck Eric Bledsoe anotando 14 triples (7 por cabeza). Los locales terminaron el partido con 21 triples en su haber. Fue desde más allá del arco como deserbolaron a unos Bucks decepcionantes.
Brandon Ingram fue el máximo anotador local con 28 puntos, pero Ball fue el mejor jugador del partido con 27 tantos, 8 asistencias y 7 triples. Además, 25 puntos y 7 triples de Bledsoe, 21 tantos, 9 rebotes y 7 asistencias (su récord personal en la NBA) de Zion Williamson, que ofreció un juego menos unidimensional que en otros partidos, y 20 rebotes (¡10 de ellos ofensivos!) de Steven Adams, amo y señor de los tableros. También brilló Josh Hart en un equipo local que dominó el marcador de principio a fin.
Empezó el partido con una canasta de Bledsoe ante su exequipo, respondida con una de Jrue Holiday, también ante su exequipo. Pero ese primer 2-2 fue lo más equilibrado que pudimos ver en la noche.
De inmediato llegó el vendaval de Pelicans para ponerse 35-21 al final del primer cuarto tras un bombardeo espectacular desde el triple, marcador al que se llegó con un parcial final de 12-0. Ingram y Bledsoe sumaban 21 puntos, los mismos que todo Milwaukee y el equipo de Stan Van Gundy ya había enchufrado 8 triples.
El segundo cuarto fue otro monólogo local, y la ventaja se fue ensanchando sin prisa pero sin pausa, como un goteo incesante que amenazaba con un resultado de escándalo. Zion, Hart, Ball, el partido era una fiesta del equipo anfitrión, que llegó a ponerse con 29 de ventaja (62-33) antes de alcanzar el descanso dominando 68-45.
Pelicans llevaba 12 triples al descanso, la defensa de Milwaukee se había mostrado lamentable y los de Budenholzer igualaban su peor anotación de la temporada en una primera mitad con un Khris Middleton desaparecido en combate.
Entre las tres estrellas visitantes -Antetokounmpo, Middleton y Holiday-, 8 de 26 en el tiro en la primera mitad.
Ball se exhibió en el tercer cuarto con 14 puntos, pero los Bucks aguantaron el tipo gracias a los despertares de Giannis Antetokounmpo y Khris Middleton. El cuarto fue una locura ofensiva (35-44). En su recta final, Milwaukee se llegó a poner a 9 puntos (98-89) cuando venía de estar 29 abajo, pero un triple sobre la bocina de Nicolo Melli atemperó la presión visitante y dejó el luminoso al final del tercer cuarto con un claro 103-89.
Parecía que el cuarto final tendría poca historia, pero Pelicans se empeñó en complicarse la vida hasta el punto de que no pudo afrontar con tranquilidad la recta final.
El equipo de Nueva Orleans se empeñó en jugar mal los minutos del desenlace. Lejos de hacer posesiones más largas, como dictaba la lógica, Pelicans siguió a su ritmo, precipitándose en la ofensiva, abusando del triple cuando ya no era necesario, y los Bucks se metieron en faena y se pusieron a 6 puntos (127-121) a 45 segundos del final. Afortunadamente para el equipo local, la sangre no llegó al río.
No dieron para ganar los 38 puntos, 11 rebotes y 5 asistencias de Anteto, que anotó solo 9 puntos en la primera parte, pero nada menos que 29 en la segunda. Tampoco los 22 tantos y 9 asistencias de Holiday ante su exequipo. Middleton, poco afinado en el tiro, acabó con 16 tantos, 8 rebotes y 8 asistencias y Brook Lopez metió otros 16.
La victoria da ánimo a unos Pelicans que han empezado mal la temporada, mientras que Bucks sigue sin lucir a pesar de su balance positivo.