Gran rivalidad competitiva. Y excelente química una vez se cierra ese ámbito competitivo. Giannis Antetokounmpo y Zion Williamson intercambiaron sus camisetas tras el Bucks-Pelicans. Y se fundieron en un gran abrazo.
Ambos habían respondido a las expectativas. El duelo entre las dos grandes estrellas fue un duelo. Un gran duelo. Tanto uno como otro brillaron sobremanera. En otra victoria de Milwaukee. Triunfo por 129-125. Para sumar 4 seguidos. Aunque este nada tuvo que ver con los cómodos partidos anteriores.
Anteto terminó con 38 puntos, 10 rebotes y 4 asistencias. Tiró bien. De dos, de tres y de uno. Ha rendido especialmente bien en estos 4 partidos con victoria. Estamos viendo ya la mejor versión del griego en la temporada. Hasta se ha centrado sobremanera con el tiro libre. Volviendo al Anteto que estuvo año tras año por encima del 70%.
Zion, mientras, sumó 34 puntos, 8 rebotes y 6 asistencias. Con 15 de 26 en el tiro. Su único pequeño pero fueron las pérdidas de balón. Se le está viendo cada vez mejor. Su facilidad anotadora resulta asombrosa. Y va partido a partido aportando más en otras facetas del juego.
Fue un partido ciertamente igualado. Al final del tercer cuarto, 103-103. Los Bucks tomaron 8 puntos de ventaja al inicio del último cuarto (113-105). Tras un triple de Khris Middleton. Otro tipo que estuvo brillante hoy. Entre él y Anteto... 69 puntos. Middleton acabó con 31 puntos, 7 rebotes y 6 asistencias. Pero ese +8 duró un suspiro. Anteto intentó un triple a lo Stephen Curry pero le salió rematadamente mal. A Williamson le pitaron 2 faltas sobre el griego. De dudoso calado alguna. Y Brandon Ingram metió por fin un triple. Horrible su noche desde la larga distancia. Pero para cuando quiso darse cuenta Milwaukee perdía 120-123.
Acción importante en la recta final. Doble acción. Brook Lopez le puso un tapón (¿fue falta?) a Zion y en el contraataque Antetokounmpo culminó con un mate. Para el 128-125. Los dos equipos ya se estaban jugando los cuartos. Recta final del juego.
Fue un final de partido más cargado de pecados que de virtudes. Fallos. Demasiados fallos. En el último minuto y medio triples errados por Ingram, Donte DiVincenzo -partidazo el suyo-, Middleton y Eric Bledsoe. Todo un carrusel de tiros sin premio.
Con 14,7 segundos para el final, balón para los locales. Dominando 128-125. Saca Anteto para Middleton. Ejemplar defensa de Pelicans y Middleton pierde el balón. Entonces, sin tiempo para otra cosa que avanzar e improvisar, atacan los visitantes para forzar la prórroga.
Esa jugada, la crucial, la jugó rematadamente mal Pelicans. No encontraron el tiro. Y Brandon Ingram culminó su deficiente partido. Lo hizo equivocándose por partida triple en unos segundos. Cuando le llegó el balón al triple no tiró porque se le venía Anteto encima. Penetró para buscar a Zion cuando su equipo precisaba un triple sin ver que Lonzo Ball estaba solo en la línea de 3. Un tirador enormemente fiable hoy por hoy. Y se llevó por delante a DiVincenzo. Falta en ataque. Adiós partido.
Esa acción excelente en defensa de DiVincenzo fue una digna culminación a su partidazo. El pelirrojo se las gastó bien serias: 24 puntos, 7 rebotes y 9 asistencias.
Y Antetokounmpo cerró el partido anotando un libre a 1,7 segundos del final. El 129-125 que hizo ya inalcanzables a los Bucks.
En Pelicans, otro notable partido de Lonzo Ball. Está que se sale desde el triple. Hoy, 20 puntos y 8 asistencias. Con 6 de 10 desde más allá del arco. Todo lo contrario que Ingram. Hizo 23 puntos. Pero falló sus primeros 8 triples y acabó con 1 de 10. Además de errar en el momento crucial.
El español Willy Hernangómez sigue respondiendo. Hoy disputó 20 minutos. Sumó 10 puntos y 5 rebotes. Está en un momento feliz.