Dallas Mavericks acudió a Charlotte con muchas bajas, pero también con el ánimo subido por el regreso de Kristaps Porzingis. Reencuentro en la pista del dúo integrado por el letón y el esloveno Luka Doncic, que hizo un auténtico partidazo.
Los Mavs jugaron sin Josh Richardson, Dorian Finney-Smith, Maxi Kleber, Dwight Powell y Jalen Brunson, y a pesar de ello ganaron el partido de principio a fin, dominando con solidez y no teniendo nunca una amenaza seria en el equipo rival, que perdió en el tercer cuarto por lesión a su jugador franquicia, Gordon Hayward. Tiene una distensión en la cadera.
Para empezar, enorme actuación de Doncic, autor de 34 puntos, 13 rebotes, 9 asistencias y 4 tapones (récord personal en la NBA). A ello añadió un dominio de la pista absoluto, muy buenos porcentajes de tiro, con 5 triples anotados de 8 intentos, dejando atrás así una de sus grandes lacras en este comienzo de campaña, el triple.
Dallas ganó 93-104 con un excelente trabajo defensivo y dejó a su entrenador, Rick Carlisle, con 800 victorias en la NBA. Solo 16 entrenadores están en esas cifras en la historia de la liga.
En cuanto a Porzingis, al letón, que tuvo minutos limitados, se le vio bastante bien, siendo importante en el momento en el que su equipo se marchó en el marcador, un momento que llegó ya en el primer cuarto. Terminó con 16 puntos en 21 minutos tras encestar 4 triples.
El espigado jugador de los Mavs no jugaba desde septiembre, cuando se dañó la rodilla en la serie de playoffs con Clippers, lo que le obligó a pasar por el quirófano en octubre.
Además, 18 puntos de Tim Hardaway Jr., gran trabajo en el rebote y en defensa de Willie Cauley-Stein y notables actuaciones en la crucial primera mitad de Boban Marjonovic y ese maravilloso jugador multiusos llamado James Johnson.
Los Mavericks suman ya 4 victorias consecutivas para colocarse con marca de 6-4.
Hornets tuvo a Terry Rozier con 18 puntos y a P.J. Washington con 16 tantos, 10 rebotes y 6 asistencias. El lesionado Hayward también hizo 16 puntos, mientras que LaMelo Ball no tuvo su mejor noche.
El partido tomó el camino de Dallas desde el cuarto inicial, que acabó con un rotundo 16-32 tras quedarse los locales en un 25% en el tiro de campo. Doncic, Marjanovic y Porzingis marcaron la pauta, sobre todo el esloveno.
El segundo cuarto supuso un ejercicio de solvencia de los texanos, que aguantaron el marcador para irse al descanso con un claro 43-60 tras ofrecer un sobresaliente trabajo defensivo durante la primera mitad, a lo que añadieron artillería desde el triple y un gran despliegue en el control de las posesiones para solo perder un balón en toda la primera parte.
Charlotte nunca tuvo opciones de triunfo. En la reanudación siguió sin ser capaz de recortar la desventaja, Hayward se lesionó en el tercer cuarto mientras Doncic anotaba en dicho cuarto 16 puntos en una gran exhibición de juego y de tiro. Los visitantes llegaron a contar con 22 puntos de ventaja y se fueron del cuarto 15 arriba.
Nada nuevo sucedió en los 12 minutos finales. Más de lo mismo, control total de la situación de Dallas, impotencia de Hornets y triunfo cómodo de los texanos, que parecen estar en buen momento aunque la pandemia les esté golpeando fuerte.