Otra vez Damian Lillard. El base de los Blazers volvió a hacerlo: completó una actuación inmensa y la culminó decidiendo a última hora el Sacramento-Portland. Números estratosféricos del All-Star para ganar 126-132 y llevar a su equipo a una marca de 7-4 tras empatar el récord de triples en un partido en la historia de la franquicia con 23 disparos.
Lillard acabó el partido con cifras impresionantes: ¡40 puntos, 13 asistencias con 0 pérdidas de balón, 6 triples y 12 de 12 en libres! Y cuando llegó la hora de la verdad, allí estuvo.
Un triple del local De'Aaron Fox puso el 126-128 en el marcador. Entonces, cuando más quemaba el balón en las manos, Lillard lo amasó para penetrar con velocidad ante la marca del propio Fox y meter el 126-130 con 28 segundos por jugar. Pocos segundos más tarde, a 14,8 del final, tuvo 2 libres para cerrar definitivamente el triunfo, y el base, por supuesto, no los falló.
Un gran último cuarto, apretando en defensa, dio el triunfo a unos Blazers que habían encajado 43 puntos en el primer cuarto.
Tremendo el dúo Lillard-McCollum. C.J. sumó 28 puntos, 8 rebotes, 10 asistencias y 6 triples.
Además, 18 tantos y 13 rebotes de Jusuf Nurkic y muy buen papel desde la segunda unidad de Gary Trent Jr.
Sacramento estuvo por encima del 50% en el tiro de campo, metió 19 triples con un 50% de efectividad y sumó 35 asistencias, pero ni por esas ganó.
Portland estuvo aún mejor que su rival desde el triple hasta llegar a cotas históricas para el club: metió 23 rozando el 50%. Y además solo perdió 8 balones en todo el partido.
Los Kings tuvieron a Fox en 29 puntos y a Buddy Hield con 26 y 8 triples anotados, aunque en el minuto final Hield erró los 3 triples que lanzó, incluidos 2 cargados de importancia.
A ellos hay que añadir el buen partido nuevamente de Richaun Holmes y otra actuación brillante del novato Haliburton, que terminó con 17 puntos y 9 asistencias.
Al final, triunfo de los de Oregón de la mano de ese jugadorazo llamado Damian Lillard. Los Blazers van por el buen camino.