Segundo partido de Lakers en Memphis en 48 horas. Nada que ver uno con otro en cuanto al modo de resolver. Tuvieron en común la victoria de los angelinos. Y que todo se solucionó en el cuarto final. Lakers, eso sí, se mostró solvente en el primero, no así en este segundo. Fue un triunfo con poco brillo. El cuarto consecutivo de unos Lakers en buena racha.
Ante un equipo cargado de bajas importantes Lakers sufrió. Y para cuando por fin tenía el partido en su mano se complicó la vida. LeBron James y, en segundo término, Anthony Davis habían puesto las cosas en su sitio. Con su acertado final. Para situar el marcador en un claro 83-92. A 31 segundos de la conclusión. Todo estaba decidido. Pero no. Lakers se empeñó en rizar el rizo. Firmaron los visitantes 31 segundos de pesadilla. El horror. No se pueden cometer más errores en tan poco tiempo. Al final, 92-94. ¡Parcial de 9-2 en un abrir y cerrar de ojos!
En esos segundos finales Memphis se defendió como gato panza arriba. Y Lakers cometió todos y cada uno de los pecados que no se pueden cometer. El de creerse ganadores antes de acabar fue el principal.
En los últimos 17 segundos... Davis perdió un balón y LeBron otro. En situaciones impensables. Regalando puntos al rival. Cuando Dillon Brooks enchufó un triple para el 92-94 solo quedaban 1,2 segundos. Esa fue la salvación de Lakers. Porque acto seguido el saque de banda de LeBron también fue para el rival. Con el tiempo finalizado. Hubiera sido el acabose. Los de Vogel respiraron.
Ese final caótico y desesperante de los Lakers deslució su acierto anterior. Ese acierto anterior llevó sobre todo un nombre y un apellido: LeBron James. Metió 2 canastones cruciales y le puso un tapón a Brandon Clarke. Ahí empezó a ganar Lakers un partido que pudo perder.
Lakers no funcionó y Grizzlies dio mucho más de lo que cabía esperar. Los locales se basaron en el colectivo. Sus máximos anotadores -Jonas Valanciunas, Brooks y Dieng- no pasaron de 13 puntos. Lakers fue el polo opuesto. LeBron y Davis soportaron el juego. El primero con 26 puntos, 11 rebotes y 7 asistencias. El segundo con 26 tantos, 10 rebotes, 3 tapones y 4 triples.
Luego, casi la nada. Algo de Schröder. No mucho. Algunos apuntes de Harrell en la primera parte en ataque. Porque en defensa hizo internacional a Dieng antes del descanso. Y se acabó. Kuzma no aportó nada. Y Marc Gasol no tuvo una noche feliz en su segunda aparición casi seguida en su antiguo hogar. Le atosigaron las faltas. Terminó con 3 puntos, 4 rebotes y 2 tapones.
Los de Frank Vogel trabajaron bien el rebote. Pero estuvieron mal desde el triple y perdieron 17 balones. Su ataque nunca se sintió cómodo. Jugaron como si no tuvieran demasiada tensión competitiva.
Memphis dio todo lo que tenía. Su segunda unidad funcionó bien. El equipo se exprimió en defensa. Era su única baza. Y luchó hasta el extremo en el final del partido cuando todo parecía decidido.
En definitiva, fue un partido sin grandeza que ganó el equipo grande.