Los Spurs vivieron en el Staples Center toda una sucesión de sensaciones, una montaña rusa que les llevó a gozar del arranque alucinante de Patty Mills, que les puso con 24 puntos de ventaja en el segundo cuarto, que les hizo perder su ventaja y que les dejó un triunfo agónico en los segundos finales. Todo en un mismo partido.
Clippers, a pesar de su muy deficiente primera parte, reaccionó en el tercer cuarto y se metió de nuevo en el partido para llegar vivo al final. En ese final, ni Luke Kennard, primero, ni Kawhi Leonard, después, acertaron desde el triple, y los Spurs ganaron 113-116 ante la sorpresa de propios y extraños.
Patty Mills lideró el triunfo con 27 puntos y 8 triples, su mejor marca en la NBA; Dejounte Murray sumó 21 tantos; Rudy Gay añadió 16; y los suplentes totalizaron 57 puntos. Muy bien el novato Vassell, con 12 puntos en 17 minutos.
San Antonio fue capaz de ganar con LaMarcus Aldridge y DeMar DeRozan sumando 20 puntos con 9 de 25 en el tiro.
En Clippers, que jugó sin Paul George, 30 puntos y 10 asistencias de Kawhi Leonard, 21 más 9 rebotes de un gran Nicolas Batum y 20 puntos, 8 rebotes, 8 asistencias y 6 triples de un Beverley que fue creciendo con los minutos. Mejoró Lou Williams y no tuvo su día Serge Ibaka, que terminó con 3 puntos tras hacer un 1 de 7 en el lanzamiento.
Victoria de valor mayúsculo para unos Spurs que se enfrentaban a los Clippers desde una posición de debilidad, una debilidad que se transformó en fortaleza a partir de que el rival empezara el partido empanado.
El 27-36 del primer cuarto fue obra de Patty Mills. Fue un arranque colosal. Salvajes 4 minutos los del australiano, que metió 4 triples para anotar 13 puntos. En ese primer cuarto Spurs firmó un 7 de 11 desde el triple a partir de la lucidez extrema de su base suplente, por el 1 de 8 de los locales, que al comenzar el segundo cuarto perdieron pie de forma alarmante.
¡Parcial de 3-18 al inicio del segundo acto para un marcador de 30-54, un +24 para San Antonio! Clippers se deslizaba hacia sus noches de delirio en negativo, esas noches o días, que también los hubo, en los que el equipo se va de la cancha para no volver.
Al descanso, 44-63. Con los Spurs en 11 de 21 desde el triple y los Clippers en un indecoroso 3 de 17.
San Antonio solo había perdido 4 balones, había trabajdo bien los tableros y tenía a Mills con 17 puntos y a Murray con 15. Keldon Johnson había vuelto a responder, aunque esta vez no fue el Keldon maravilloso de otros partidos, y el equipo de Popovich sobrevivía con holgura a la noche sin brillo de sus dos teóricas estrellas, Aldridge, que volvía al juego, y DeRozan.
El tercer cuarto bajó a los Spurs a tierra y situó a los Clippers en una aproximación de lo que ha de ser su dimensión como equipo. Los de Tyronn Lue anotaron 40 puntos y con un parcial de 40-22 terminaron el período echándole el aliento en el cogote al rival.
A los buenos desempeños de Kawhi Leonard y Nicolas Batum, los dos mejores locales hoy, se unió el crecimiento a lo largo del partido de Patrick Beverley. Este tercer cuarto fue una historia bien diferente. Se pusieron las pilas en defensa los Clippers y su ataque fluyó de forma excelente. Pero cuando parecía que el partido iba a ser suyo, Spurs aguantó el tirón hasta el final y terminó ganándolo, rompiendo así su mala racha de resultados, ya que los texanos acumulaban hasta hoy 4 derrotas seguidas.