Suma y sigue. Estos Lakers de LeBron James y Anthony Davis siguen marcando la pauta en este inicio de temporada. Nuevo compromiso y nueva victoria, un triunfo otra vez holgado a partir de un tremendo parcial en el último cuarto para mostrar cómo la armadura de los vigentes campeones es bien sólida.
Empezaron fríos los Lakers esta vez. Nada hacía presagiar que con un inicio así el desenlace fuera tan fácil después. Lo cierto es que Pelicans entró mejor en el juego para dominar el primer cuarto. Una jugada de 4 puntos de J.J. Redick puso a los Pelicans con 14 de ventaja (14-28) a 1:39 del final del cuarto. El equipo de Stan Van Gundy doblaba en el marcador al de Frank Vogel. Nada de lo que preocuparse todavía. El 20-28 al final del cuarto era una llamada a la calma.
Nada podía ir peor para Lakers de ahí en adelante. En ese primer cuarto, un 29,2% en el tiro para Lakers y un 63,2% para Pelicans, un abismo que no se podía sostener con el devenir de los minutos, como así fue.
Pelicans había dominado el primer cuarto perdiendo la friolera de 8 balones, y empezado el segundo cuarto dio otro tirón en el marcador hasta irse de 15 puntos (30-45) mediado el período.
Por entonces, el dominio visitante resultaba incontestable y Zion Williamson, que regresaba tras estar un partido sin jugar, parecía un arma de destrucción masiva en el sentido más literal de la expresión: primero mandó a los vestuarios a Montrezl Harrell (primer cuarto) con un golpe en la nariz y después (segundo cuarto) dejó noqueado a Markieff Morris. Todo fortuito, pero harto elocuente.
Lakers fue poco a poco calmando la situación hasta irse al descanso 57-58, con Davis haciéndole 15 puntos a su exequipo y LeBron y Dennis Schröder sumando 10. Mientras, Brandon Ingram, con 17, brillaba ante su ex y Zion aportaba lo suyo.
Pelicans andaba en el 61% en campo, pero solo había lanzado 3 libres por 20 de Lakers y había perdido nada menos que 14 balones por solo 3 su rival.
El tercer cuarto empezó a marcar de verdad las diferencias. Los de Vogel defendieron mucho mejor tras el descanso, especialmente en este tercer cuarto, y eso se notó. La ofensiva visitante se estancó.
A pesar de ello, el partido estaba 84-80 a 10:45 de su final. Fue entonces cuando Lakers puso la directa destrozando las esperanzas de los Pelicans. ¡Parcial de 24-3 para situar el marcador en un contundente 108-83 a 4:18 de la conclusión! Nos quedamos sin partido.
El 112-95 final marca bien las diferencias existentes en la cancha. Lakers suma su quinta victoria consecutiva y ya está con 11-3 por el decepcionante 4-7 de Pelicans, que jugó sin Lonzo Ball, pero que recuperó a Eric Bledsoe, que partió desde la segunda unidad.
Lakers asistió 31 de sus 39 canastas, perdió solo 6 balones por los 20 del rival y tuvo a LeBron James como guía incontestable con 21 puntos, 8 rebotes y 11 asistencias.
Además, 17 puntos y 3 tapones de Anthony Davis, que no brilló demasiado en ataque y que se apenas anotó tras el descanso, 16 de Kentavious Caldwell-Pope, autor de 4 triples, otros 16 del recuperado Harrell, que volvió al juego tras pasar por vestuarios, y doble-doble de Kyle Kuzma.
Marc Gasol jugó 20 minutos para 5 puntos y 2 rebotes.
Pelicans, que ha perdido los 5 partidos que ha jugado con Lakers tras el traspaso de Davis en 2019, tuvo a Zion con 21 puntos y 12 rebotes y a Ingram con 20, aunque desapareció en la segunda mitad. Muy poco más en ataque.
El español Willy Hernangómez volvió a quedar fuera de la rotación de su equipo.