Los Knicks es una franquicia desolada. Lo es desde hace mucho tiempo. Y no tiene visos de cambiar de un día para otro. Los Sixers, al menos, tratan de variar su rumbo. Han hecho cambios para mejorar. Estamos ante dos equipos con enfoques bien distintos.
Esto, un Knicks-Sixers, fue un partido con solera en el pasado. Desde hace tiempo no lo es. Y eso que los Knicks batallaron al menos esta vez en la primera parte. Pero en la segunda su ofensiva se hundió según los Sixers apretaron atrás.
El 55-60 al descanso movía a cierto optimismo local. Julius Randle y el ex de Sixers Alec Burks mantenían el ataque. Compensaban en cierto modo la desastrosa noche de RJ Barrett. Mientras, Joel Embiid ya llevaba 20 puntos y 5 rebotes. Un sobrado.
Llegó el tercer cuarto y todo cambió. Sixers se puso a defender. Espectacular su trabajo con Ben Simmons al frente. El equipo local solo pudo anotar 14 puntos en el tercer cuarto y 20 en el último. Es decir, ¡34 puntos en toda la segunda parte! Y la cosa se quebró. Al final, victoria de los de Filadelfia por 89-109. Sin problemas. Tras ir dominando ya por 17 puntos al final del tercer cuarto.
Embiid acabó con 27 puntos y 10 rebotes. Tobias Harris añadió 17 tantos. Los mismos que un acertado Seth Curry. Y Simmons aportó 15 con 9 rebotes y 6 asistencias. Intensos minutos de Dwight Howard desde la segunda unidad.
Los Knicks acabaron con un 38,6% en el tiro de campo. Y con 8 de 29 desde el triple. La jornada de Barrett fue para olvidar: 2 de 15 en el tiro. Entre él y Elfrid Payton... 2 de 21 en campo y 0 de 9 en triples.
Julius Randle, 25 puntos, y Alec Burks, 22, fueron los mejores de New York en la derrota. Una derrota que sabe a normalidad.