Acometemos el análisis previo de la Conferencia Este cuando estamos a muy poco tiempo del inicio de la temporada regular, un atípico inicio que nos lleva al 22 de diciembre. Milwaukee Bucks es el equipo a batir.
La escuadra de Giannis Antetokounmpo es la favorita en la conferencia, aunque no habrá que dejar de lado el gran potencial de Brooklyn Nets, Miami Heat y Boston Celtics. Los Sixers y los Pacers deberían estar sin problemas en los playoffs, mientras que Wizards y Hawks son dos equipos que están llamados a mejorar sus prestaciones.
En el lado negativo, tres franquicias que parecen condenadas al pozo más negro: Chicago Bulls, New York Knicks y Cleveland Cavaliers.
Analizamos la situación por divisiones.
ATLÁNTICO
TORONTO RAPTORS
Mucha magia va a tener que hacer Nick Nurse para mantener el nivel de un equipo que a partir de su inesperado título de 2019 no ha hecho más que perder piezas esenciales. Si el año pasado se marchaban Kawhi Leonard y Danny Green, en el mercado de 2020 se le han ido Marc Gasol y Serge Ibaka. Todo ello sin conseguir piezas que puedan invitar al optimismo, ni mucho menos restañar la vía de agua abierta por las ausencias.
Los Raptors se presentan como una auténtica incógnita, porque además no se sabe muy bien cómo influirá en la plantilla el hecho de jugar como locales en el estado de Florida.
La única adquisición mínimamente solvente es la de Aron Baynes, lo que dice muy poco respecto a lo conseguido en los despachos últimamente.
Kyle Lowry, Fred VanVleet y Pascal Siakam formarán el tridente estelar, con especial atención a si el camerunés da o no un paso adelante que se hace muy necesario. Además, habrá que estar atentos a la evolución de OG Anunoby, así como a las aportaciones de secundarios como Chris Boucher, que tiene una buena oportunidad, Norman Powell o Terence Davis. Entrar en los playoffs a secas parece su techo.
BOSTON CELTICS
Los Celtics conservan prácticamente su columna vertebral, a excepción de la sorprendente salida de Gordon Hayward camino de Charlotte. Jayson Tatum y Jaylen Brown han de ser sí o sí las piedras angulares del proyecto que dirige Brad Stevens, con Marcus Smart como un seguro de vida en la química del equipo y con Kemba Walker como una auténtica incógnita en cuanto a la dimensión que va a dar o no como estrella.
Llegaron Jeff Teague, un jugador venido a menos que puede hacer interesantes aportaciones desde la segunda unidad, y Tristan Thompson, el fichaje de mayor rango para el equipo, que puede encontrar en el pívot una importante pieza en el campo defensivo y reboteador.
El alemán Daniel Theis volverá a ser un elemento interesante en la rotación de Stevens, pero no se ve que la escuadra bostoniana tenga una segunda unidad para tirar cohetes precisamente, más aún con la marcha de Brad Wanamaker.
Y luego está la excepción de traspaso monstruosa obtenida a partir de la firma y traspaso de Gordon Hayward camino de Hornets. ¡Una excepción de 28,5 millones de dólares, la más cuantiosa de la historia de la NBA! Lo que hará Danny Ainge con ella y cuándo lo hará es una incógnita.
PHILADELPHIA 76ERS
Los Sixers están en plena metamorfosis. Después de muchos rumores, sus dos estrellas siguen juntas, pero con distintos niveles de aprobación y solidez. Joel Embiid está fuera de toda duda por mucho que se empeñe en embarullar los finales de más de un partido; Ben Simmons, que es un grandísimo jugador, está dentro de un mar de dudas. Lo de su tiro empieza a ser ya un permanente meme, pero más allá de ello el jugador ha de dar un paso en materia ofensiva si quiere acallar a sus críticos.
El equipo se liberó del contratazo de Al Horford y desatascó el juego interior, donde ahora Tobias Harris y el propio Embiid tendrán más espacios, con el recién incorporado Dwight Howard cubriendo sus espaldas a partir de su intensidad trazada desde la suplencia.
La profunda metamorfosis de Sixers pasa por la llegada de dos profesionales de prestigio a dos puestos clave: Daryl Morey a los despachos y Doc Rivers a los vestuarios. Se trata de un golpe de timón importante tras las frustraciones de los últimos tiempos.
Llegan a la plantilla, además de Howard, un tirador consolidado como es Seth Curry y un veterano que aúna defensa y tiro como es Danny Green, aunque últimamente se le ha visto con su juego en retroceso. Green y Howard, procedentes de Lakers, y Matisse Thybulle han de ser piezas importantes en defensa, sobre todo este último.
BROOKLYN NETS
Uno de los equipos a batir esta temporada siempre que Kevin Durant vuelva de su lesión de Aquiles en unas condiciones físicas aceptables. El alero ha ofrecido una gran impresión en la pretemporada, pero habrá que ver cómo se comporta su cuerpo cuando las exigencias de la competición fuercen la situación al máximo.
Con el dúo Durant-Irving a buen nivel este equipo puede aspirar a todo. Fundamentalmente, porque a esa dupla estelar le acompaña una plantilla muy muy profunda, un plantel equilibrado, armónico y lleno de calidad. De lo mejorcito de toda la NBA.
Steve Nash tendrá una gran prueba de fuego en su debut en los banquillos, pero para ello contará con un ayudante de lujo, Mike D'Antoni, el que fuera su entrenador en Phoenix Suns.
De la espectacular rotación con la que Nash va a poder contar hablan nombres como Spencer Dinwiddie, Caris LeVert, Joe Harris, Jarrett Allen, DeAndre Jordan o los recién llegados Landry Shamet y Jeff Green. Una de las plantillas más completas de la NBA. Si les respetan las lesiones, este equipo ha de ser una de las grandes referencias del Este y de la liga.
NEW YORK KNICKS
La cenicienta de la división. Los Knicks van a seguir en el pozo, de eso no cabe ninguna duda. La franquicia de James Dolan ha vuelto a pasar con más pena que gloria por el mercado, y llueve sobre mojado. Habrá que ver qué jugo puede sacar a este equipo el bueno de Tom Thibodeau, que a sus 62 años va a tener que obrar milagros.
Los elementos más importantes del equipo han de ser Julius Randle y RJ Barrett, que ha hecho una gran pretemporada. Elfrid Payton casi siempre está donde se le pide estar, Kevin Knox tendrá que tener más peso en el equipo y habrá que estar atentos a la posible evolución de Mitchell Robinson.
Más allá de todo ello, interesante la incorporación de Austin Rivers e ilusionante la del novato Obi Toppin, que está llamado a dejarse ver en la temporada.
El equipo está lleno de jugadores que se han quedado a medio hacer. Casos como los de Dennis Smith Jr., Nerlens Noel o Frank Ntilikina son habituales en este club. Esta es una franquicia en semidestrucción permanente, una ruina que se hará más palpable cuanto más mejore sus prestaciones el rival local, Brooklyn Nets.
CENTRAL
MILWAUKEE BUCKS
Milwaukee Bucks respira tranquilo. Giannis Antetokounmpo extendió finalmente su contrato con la franquicia hasta 2026 y ese acuerdo garantiza el futuro a medio y largo plazo de un equipo que se arriesgaba a perder a su gran estrella.
Partiendo de esa noticia, la mejor que podía tener el club, a los Bucks les llega una temporada muy importante, la campaña en la que han de demostrar que su dominio en la competición regular se puede trasladar a los playoffs. Para ello, Milwaukee se ha hecho en el mercado con un refuerzo de lujo, Jrue Holiday, y se ha quedado a las puertas de hacerse con otro que hubiera sido importante, Bogdan Bogdanovic.
Los Bucks de Budenholzer han de basar su poderío en el trío integrado por Anteto, Khris Middleton y Holiday, con Brook Lopez como cuarta espada en ataque. Pero lo que realmente ha cambiado ha sido, además de la incorporación de Holiday, el rejuvenecimiento de los jugadores de rol del equipo.
La renovación ha sacado del plantel a Bledsoe, Hill, Korver, Ilyasova, Matthews y Robin Lopez. Llegan en su lugar Holiday, D.J. Augustin, Torrey Craig, Bryn Forbes y Bobby Portis. Parecen tener menos nombre los nuevos en conjunto, pero pueden tener mucha mejor pegada como especialistas. Holiday, Augustin, Forbes y, en menor medida, Portis pueden aportar triple, algo de lo que Bucks no andaba precisamente sobrado. Además, Craig y Portis llevarán intensidad al juego, una intensidad a la que se sumarán Pat Connaughton y Donte DiVincenzo, dos jugadores en crecimiento que saben muy bien cuál es su papel.
INDIANA PACERS
El inexplicable despido de Nate McMillan ha estado acompañado después por una renovación prácticamente nula del equipo a pesar de los muchos rumores que acompañaron a la franquicia. No parece lógico pensar que con prácticamente el mismo equipo la diferencia la vaya a marcar el cambio de entrenador, el despido de McMillan y la contratación del joven Nate Bjorkgren, por muchas ideas nuevas que traiga desde Raptors.
Este equipo mantiene en nómina prácticamente a la misma plantilla que el curso pasado. Solo ha habido 3 altas y 3 bajas, y ninguna de importancia. Es decir, todo sigue igual menos el apellido del entrenador.
La gran referencia de los Pacers ha de ser Domantas Sabonis. Es un All-Star al alza. Junto a él, un Malcolm Brogdon que siempre aporta, un T.J. Warren que va mejorando año a año y la incógnita de con qué Oladipo nos encontraremos. Se le ha visto bien a Oladipo en la preparación. Si está al máximo, Pacers pegará un estirón en la tabla; si no lo está, Indiana se limitará a estar sin más en los playoffs.
Será un año importante para Myles Turner. Cobra un buen sueldo y está muy lejos de rendir conforme a su contrato. En la lucha interior Sabonis le comió la tostada, y lo mejor que le podía haber pasado al equipo es haber podido traspasarlo a cambio de algo de valor, algo que no ha sucedido.
CHICAGO BULLS
Llegaron a Bulls Arturas Karnisovas y Billy Donovan, pero los milagros no existen, y menos cuando no ha habido tiempo aún para ejecutarlos. Este es un equipo sin presente, algo que no es de extrañar cuando dos de tus 'figuras' son Zach LaVine y Lauri Markkanen.
LaVine y Markkanen son dos jugadores de gran calidad ofensiva, pero a la par son dos baloncestistas carentes de compromiso grupal. Ni son buenos defensores -a veces desespera verlos en la retaguardia-, ni hacen mejores a sus compañeros. Todo ello es un lastre para estos Bulls. Al menos LaVine no parece haber perdido su toque en ataque, algo que no se puede decir de Markkanen.
El equipo apenas ha hecho cambios. Lo más ilusionante ahora mismo es saber qué podrá aportar al proyecto el novato Patrick Williams. Más allá de eso, Otto Porter, Wendell Carter Jr. y Coby White han de ser jugadores en crecimiento, pero tendrán que ponerse manos a la obra desde el primer minuto en un equipo que está llamado a ser uno de los peores del campeonato, aunque no el peor del Este.
DETROIT PISTONS
A la chita callando, Pistons ha hecho su particular renovación. Esa renovación profunda se cifra en 12 llegadas y 13 partidas, y se plasma en el hecho de que solo permanecen en la plantilla 4 jugadores del pasado curso: Blake Griffin, Derrick Rose, Sekou Doumbouya, que debería dar un salto de calidad esta temporada, y Svi Mykhailiuk.
Lo más interesante fuera de temporada ha sido la llegada de Jerami Grant, que aportará más intensidad y defensa, y que quiere demostrar que puede ser un activo en ataque, tal y como apuntó en algunos partidos con Denver en los pasados playoffs.
Además, Detroit se ha hecho en el draft con dos novatos interesantes: Killian Hayes y Saddiq Bey. Veremos cómo es su adaptación a la NBA. Hayes va a ser el base titular.
También han llegado Mason Plumlee y Delon Wright, dos piezas que siempre han sido capaces de aportar a las segundas unidades de los equipos en los que estuvieron.
CLEVELAND CAVALIERS
Esta franquicia es una ruina. Desde la marcha de LeBron James no levanta cabeza, ni la va a levantar esta temporada. Los Cavs están llamados a ser uno de los peores, por no decir el peor, equipo del Este.
Lo más destacable es la permanencia en el equipo de Andre Drummond y la salida de Tristan Thompson, que siempre había jugado como profesional en Cavs. Los dos juntos resultaban incompatibles, y al final se ha quedado Drummond, que podría conformar un notable dúo interior con Kevin Love si Kevin Love volviera a ser algún día el Kevin Love de antaño. Pero esa parece ya una causa perdida.
Lo más interesante que ha aterrizado en el equipo de Ohio es el novato Isaac Okoro. También ha llegado JaVale McGee, recién proclamado campeón con Lakers, un buen refuerzo para un equipo como los Cavs, aunque ya se sabe que McGee es McGee.
Estamos ante una plantilla sin fuste. Viene Cleveland de ganar 19 partidos la pasada temporada y se presenta en la próxima con escasas opciones de irse mucho más allá de ese número de triunfos.
SUDESTE
MIAMI HEAT
La gran revelación de la burbuja de Orlando. Tanto que el equipo llegó a las Finales, donde cayó, limitado por las lesiones, con Lakers. La escuadra que dirige con sabiduría Erik Spoelstra y que construye con mano firme desde los despachos Pat Riley lo tiene todo para seguir estando en lo más alto.
Estos Heat son un equipo en la mejor extensión de la palabra. Son equipo porque juegan como equipo, porque saben perfectamente cómo engrasar los engranajes que les hacen exitosos.
El liderazgo de Jimmy Butler y Bam Adebayo ha de crecer. Butler demostró en los playoffs que es un jugador mayúsculo que ha sido injustamente infravalorado en los últimos tiempos. Es el líder natural de este equipo, con Adebayo como la figura en alza que está en vías de seguir creciendo. Un paso por detrás, el deslumbrante y atrevido Tyler Herro y el brillante y experto Goran Dragic.
Pero es que después de estos 4 baloncestistas Miami tiene un ejército de jugadores enormemente solvente: Duncan Robinson, Andre Iguodala, Kendrick Nunn, Kelly Olynyk... Y han llegado dos excelentes defensores: Avery Bradley y Moe Harkless. Ellos quitan hierro a la baja de otro gran defensor, Jae Crowder. Y tienen a un novato que promete llamado Precious Achiuwa. Y pueden estar pendientes de la posible mejora de un jugador con posibles como es KZ Okpala. Estos Heat parece tener un armario infinito. Equipazo que ha de refrendar lo que hizo en la burbuja. Tiene mimbres para seguir en lo más alto del Este.
ORLANDO MAGIC
Orlando Magic entró en playoffs este año con una marca pobre de 33-40. Últimamente es un equipo que siempre está ahí, peleando por los últimos puestos que dan derecho a disputar la postemporada, pero esta campaña, viendo cómo se han reforzado algunos rivales, lo va a tener más difícil.
El equipo apenas ha hecho cambios. Lo único destacado es la incorporación del novato Cole Anthony, al que se le ha visto bastante bien en la pretemporada.
La gran estrella del equipo seguirá siendo Nikola Vucevic y la gran ausencia, Jonathan Isaac, que se va a perder la temporada por lesión.
Evan Fournier y Aaron Gordon seguirán contribuyendo en la ofensiva, Terrence Ross siempre aporta desde la segunda unidad y el gran foco estará en las evoluciones de los jóvenes Markelle Fultz y Mohamed Bamba, que tienen un amplio margen de mejora.
WASHINGTON WIZARDS
El trueque John Wall-Russell Westbrook dejó a todos patidifusos. El rumor inicial se examinó desde la incredulidad y la confirmación puso en papel un intercambio en el que nadie pensaba. Lo cierto es que Wizards va a afrontar su primera temporada sin Wall, aunque desgraciadamente ya se había acostumbrado a jugar sin él. A cambio llega a Washington un Westbrook que necesita como el agua dar un giro al criticable rendimiento que ofreció a su paso por Rockets, donde nunca llegó a haber química con James Harden.
Parece Wizards un lugar ideal para que Russ vuelva a ser el mejor Russ. De ser así, su dúo con Bradley Beal puede elevar mucho las opciones del equipo, que este año se postula para jugar los playoffs.
Beal es un jugador fuera de toda duda. Viene de hacer una campaña espectacular y está llamado a seguir viviendo sus mejores años de baloncesto.
A ese dúo estelar se suman jugadores que tendrán que aportar lo suyo, jugadores como Rui Hachimura, Thomas Bryant o Davis Bertans. Además, el novato Deni Avdija, que apunta a titular, puede presentar buenos números y el veterano Robin Lopez puede ser una buena pieza secundaria en un equipo que, eso sí, no anda sobrado de profundidad de banquillo, pero que sí o sí superará con creces las pobres 25 victorias del pasado curso.
CHARLOTTE HORNETS
El equipo dirigido por James Borrego ya tiene nuevo jugador franquicia tras la marcha en 2019 de Kemba Walker. Ese jugador franquicia es precisamente un excompañero de Kemba en Celtics, Gordon Hayward. El alero se fue por sorpresa en la agencia libre al pequeño mercado de Charlotte con un contratazo y ahora está obligado a demostrar que vale ese contrato.
Las llegadas de Hayward y del novato LaMelo Ball, número 3 del último draft, son los dos elementos que pueden mover al menos a la esperanza al aficionado de Hornets. Ball muestra una facilidad asombrosa para ver el juego, pero sus problemas con el tiro en la pretemporada ya son un aviso para navegantes.
Por lo demás, Charlotte tiene pocos motivos para el optimismo. La plantilla tiene interesantes jugadores (Terry Rozier, P.J. Washington, Cody Zeller, Malik Monk, Devonte' Graham...) pero nada más que eso, un plantel que no da para mucho, una plantilla a todas luces insuficiente para soñar con grandes cosas.
ATLANTA HAWKS
Atlanta tenía y tiene a una gran estrella emergente, Trae Young, pero necesitaba rodearla de bastante más calidad si el equipo quería aspirar a estar en los playoffs. Hawks viene de ganar solo 20 partidos la pasada campaña, pero ahora todo puede cambiar, porque el trabajo en los despachos en el pasado mercado ha sido verdaderamente notable.
Han llegado al estado de Georgia Bogdan Bogdanovic, después de su culebrón con Bucks, Danilo Gallinari, Rajon Rondo, Tony Snell, Kris Dunn y Solomon Hill. No está nada mal. El equipo es otro.
Todo ese ejército se une al trío Trae Young-Clint Capela-John Collins. Pero el equipo de Lloyd Pierce va más allá porque tiene varios elementos jóvenes en pleno desarrollo que están llamados a contribuir lo suyo. Jugadores como Cam Reddish, De'Andre Hunter o Kevin Huerter, a los que se suma el novato Onyeka Okongwu.
Tiene mucho donde elegir Pierce esta temporada. Ha quedado un equipo muy majo. Deberían estar estos Hawks en la postemporada. Trae Young tiene motivos para sonreír.