Era el gran duelo joven del día. En Memphis, un Grizzlies-Hawks, o lo que es lo mismo, un cara a cara entre el local Ja Morant y el visitante Trae Young. Y el duelo entre los dos bases resultó muy equilibrado hasta que Young la rompió al final del partido.
Los 3 últimos minutos marcaron la diferencia. Fue entonces cuando un Young hasta ese momento irregular en la ofensiva tomó el mando para romper el partido. La estrella de Hawks metió 10 puntos en esos 3 últimos minutos para decidir. Cuando puso el 110-118 con 56,7 segundos por jugar prácticamente arruinó cualquier opción de Memphis.
En ese mismo lapso de tiempo, 3 minutos, a Ja Morant le fue mucho peor: 4 puntos con 1 de 4 en el tiro de campo. No le dio el final más que para protestar alguna acción a los árbitros. Se marchó frustrado del partido.
Al final, 112-122 para Atlanta, que arranca la temporada con 2 victorias en sus 2 primeros encuentros.
Young acabó con 36 puntos y 9 asistencias. No fue su mejor día en el tiro, solo perdió 2 balones y se fue a un 15 de 17 desde los libres. Pero a la hora de la verdad tomó el mando del encuentro y lideró el triunfo.
Morant, mientras, sumó 28 puntos y 7 asistencias en 33 minutos. Estuvo bien, pero anduvo lejos del Morant súper del primer partido de su equipo, cuando se fue a 44 puntos.
Atlanta contó con un gran Kevin Huerter (21 puntos), ¡qué poco balón necesita este chico para brillar!, con 15 tantos y 11 rebotes de Hunter, con doble-doble de John Collins, con buen trabajo en el rebote de Bruno Fernando y con tremenda carta de presentación de Nathan Knight, autor de 14 puntos jugando solo 9 minutos.
Sobrevivieron los Hawks a las bajas de Gallinari y Rondo y a los malos partidos de Bogdanovic y Reddish.
En Memphis, partidazo de Kyle Anderson. El ex de Spurs se fue a 20 puntos y 14 rebotes. Además, 19 tantos de Dillon Brooks y doble-doble de Jonas Valanciunas.