Boston Celtics tenía prácticamente cerrada la serie contra los vigentes campeones. Toronto Raptors perdía 103-101, restaban 5 décimas de segundo y todo hacía presagiar que el equipo de Brad Stevens iba a marcharse del partido con un prácticamente definitivo 3-0, ese pozo del que ningún equipo ha podido salir. Pero el baloncesto es imprevisible.
Llegado ese punto de casi no retorno, tiempo muerto de Nick Nurse para abordar la situación. Brad Stevens pone en juego al gigante Tacko Fall para entorpecer el saque desde la banda, que corresponde a Kyle Lowry, pero el base, enorme durante todo el partido, traza un pase impensable con una ejecución perfecta hasta el otro lado de la pista donde está completamente solo OG Anunoby. Para cuando Jaylen Brown trata de llegar a puntear el tiro, Anunoby se marca un triplazo sobre la bocina que deja con vida a Toronto. Increíble.
La jugada es todo un compendio de desastre defensivo por parte de Boston. Y lo protagonizan defensores de primer nivel. Jayson Tatum deja la marca de Anunoby y avisa con el brazo a Marcus Smart porque está en su campo de visión, Smart da el aviso a Jaylen Brown, pero para cuando llega Brown el desastre ya está consumado. Dicho así parece fácil, pero todas esas comunicaciones entre compañeros se dieron en un abrir y cerrar de ojos, sin tiempo para el más mínimo error.
La descripción de la jugada crucial del partido se hacía necesaria, pero nada mejor que verla.
Un poco antes, Fred VanVleet, el jugador que tiró de Raptors junto al gran Lowry, había igualado a 101 el partido.
Entonces, llegó otra gran lectura de juego de un Kemba Walker que, con la ayuda no siempre continua de Brown, fue el mejor de Celtics. Marc Gasol salió a una ayuda larguísima para tapar el triple en dos contra uno y Kemba vio el desajuste defensivo del rival para asistir a un Daniel Theis, que completamente solo hacía un mate para la victoria: 103-101 con 0, 5 segundos por jugar.
Siempre resulta durísimo perder un partido porque te hagan una volcada en el último segundo. Es lo peor en el abc del baloncesto. Más aún cuando ese mate supone colocarte con un 3-0 en contra en unos playoffs. Pero nadie puede dar por muerto a nadie. Y ahora Boston se estará acordando y mucho de esa última jugada en la que Anunoby vivía solo en la línea de 3.
Resoplaron los canadienses con una victoria en la que tuvo mucho que ver el corazón y la calidad de Lowry, autor de 31 puntos y 8 asistencias, el aporte de VanVleet (25 puntos, 6 asistencias y 5 triples), la contribución de Anunoby (doble-doble y triple ganador) y el buen tercer cuarto de Pascal Siakam, que sigue sin funcionar.
Mejoraron Marc Gasol (10 puntos, 6 rebotes, 3 asistencias y mejor en defensa) y Norman Powell, y no fue el día de Serge Ibaka (2 puntos, 4 rebotes y 2 tapones).
En los Celtics, 29 puntos de un gran Kemba Walker, 19 tantos, 12 rebotes y 4 tapones de un notable Jaylen Brown e irregular día de Jayson Tatum, que acabó con 15 puntos, 9 rebotes y 6 asistencias, pero con un 5 de 18 en el tiro.
Más allá de las individualidades, Boston había dominado el tempo del partido, pero nunca fue capaz de romper el marcador. Lo más lejos que llegó fue a ganar por 10 puntos en un momento dado del segundo cuarto (47-37) y al descanso (57-47).
Por entonces, los célticos dominaban el rebote con Jaylen Brown, Jayson Tatum y Robert Williams al frente, habían puesto ya 6 tapones y habían disfrutado de otro ejercicio inútil de Raptors desde el triple (5 de 22).
Los Celtics se habían beneficiado de un brutal primer cuarto de Kemba Walker (17 puntos en dicho cuarto) y habían defendido a un grandísimo nivel en el segundo cuarto dejando a Toronto en menos de 20 puntos.
Toronto sobrevivía gracias al empuje de Kyle Lowry, que contrastaba con la primera parte lamentable de Pascal Siakam, autor de 2 puntos (desde el tiro libre) y 3 faltas tras lanzar solo 2 tiros en 14 minutos.
El tercer cuarto fue otra historia. Resucitó Siakam y al empeño de Lowry se unió el empeño de VanVleet. Y con estos tres jugadores funcionando razonablemente bien, Raptors es otra cosa.
De hecho, los de Nick Nurse llegaron a adelantarse en el marcador con un triple de Siakam (66-68) y consiguieron ponerse 4 puntos arriba poco después (68-72).
La defensa de Toronto había aumentado su registro, Tatum estaba bajo control... pero aún así reaccionó Boston. Un matazo salvaje de Robert Williams con una falta muy fea (flagrante) de Siakam y un rodillazo aparentemente involuntario de Wanamaker a Lowry allí donde más duele marcaron la recta final del cuarto, que terminó con un 80-76 para Celtics.
Luego vino el desenlace. Un último cuarto en régimen de igualdad con Boston sin urgencias y con Toronto en la cuerda floja. Y aún así sobrevivieron los campeones en ejercicio. Sobrevivieron en el filo, y a pesar de conceder 4 mates al rival en la recta final del partido, algo duro de encajar.
Una gran defensa de Siakam ante Tatum en una jugada puntual, Lowry al rescate, supervivencia en estado puro... así salió vivo del partido Toronto, con Lowry y VanVleet jugando el final con 5 faltas, con Boston teniendo en su mano el arma definitiva que al final le estalló en las manos.
Y con un triple milagroso terminó el encuentro, un encuentro escaso de triples (9 Boston y 13 Toronto), otra vez preñado de defensa y nuevamente ofreciendo una impresión de que Raptors va constantemente a remolque de Celtics. A pesar de ello, Toronto sigue vivo, que no es poco.