Toronto tenía un plan. Toronto había cambiado su imagen. Toronto dominaba por 12 puntos en la recta final del tercer cuarto. Pero entonces surgió una avalancha desde la línea de 3 llamada Marcus Smart, y el plan, la imagen y el efímero dominio de Toronto se desvanecieron.
En realidad, el gran hacedor del triunfo de Boston fue Jayson Tatum, elegante, efectivo, silencioso... un jugador mayúsculo. Pero sin Smart, Celtics no habría ganado posiblemente el partido.
Lo de Smart fue de película. Había anotado un triple en el primer cuarto y tras ello se había concentrado en su habitual despliegue defensivo porque en la ofensiva no había vuelto a meter un solo punto. Pero llegado el inicio del último cuarto estalló con tal virulencia desde el perímetro que dejó tocado a Raptors para el resto del partido.
¡Smart metió 16 puntos en los primeros 4 minutos del cuarto tras encestar 5 triples de 5 intentos! Una borrachera ofensiva que dejó a todos con la boca abierta. Y Boston pasó de perder por 12 puntos en la parte final del tercer cuarto (78-66) a ponerse por delante (85-86).
Cuando el escolta falló su primer triple en el cuarto, salió al rescate Tatum para enchufar el suyo y elevar la ventaja, que llegó a ser poco después de 8 puntos (87-95). Toronto había encajado un parcial de -20, de ganar por 12 a perder por 8. Un palo de considerables proporciones, más aún cuando el equipo de Nurse había firmado un gran partido en defensa y había visto cómo gran parte de sus hombres importantes, con mayor o menor fortuna, se habían involucrado en el ataque.
A pesar de ello, el final fue apretado. Una técnica a Tatum a 1:10 del final (posiblemente cierta con el reglamento en la mano, pero posiblemente injusta si se aplica un criterio realista al baloncesto) inició el camino de la esperanza para Toronto, que llegó a ponerse a tiro de piedra con un 99-100, pero entonces surgió Kemba Walker -el jugador que se fue al descanso con 0 de 8 en el tiro y que estuvo todo el partido errático con sus disparos-, un Kemba que anotó a 41,6 segundos del final el 99-102, cuando más lo necesitaba su equipo.
Con ese resultado crucial, revisión arbitral con 34,5 segundos por jugar. Saber si Smart toca el balón para salvarlo antes o después de pisar ligeramente la línea de fondo parecía una hazaña. Los árbitros consiguieron desvelarla gracias al vídeo. Y Raptors tuvo opción de empatar, una opción que se perdió en un suspiro según Pascal Siakam pisaba la línea. Adiós a medio partido.
Luego llegaron el triple errado por Jaylen Brown, que desapareció en ataque en la segunda mitad, y el triple a la desesperada de Fred VanVleet buscando la prórroga, un triple que no entró y que dejó a Raptors a los pies de los caballos, porque ahora Boston, tras ganar 99-102, está con ventaja de 2-0 en la serie.
Victoria para Boston en un bello partido con espíritu máximo de playoffs: intensidad extrema, defensas rindiendo a gran altura, mucho contacto físico, mucha determinación por ambas partes, alternativas en el marcador, emoción, movimiento de balón en ataque, más en la primera parte que en la segunda, y aportes técnicos excelentes en algunos momentos procedentes de los jugadores más dotados.
Tatum es el más dotado de todos los que están en esta serie, y lo demostró con sus 34 puntos, 8 rebotes, 6 asistencias y 4 triples, además de un perfecto 14 de 14 en los libres. Smart le acompañó con 19 puntos y 6 triples, 5 de ellos decisivos para volcar el partido.
Además, 17 puntos de Kemba Walker, que apareció al final tras tener una noche negada en el tiro, 16 con 8 rebotes para Jaylen Brown, que hizo una gran primera parte y una irregular segunda, aunque siempre trabajó bien para el equipo, y excelente primer cuarto de Robert Williams, que en ese primer acto se marcó 3 matazos, se pegó un doloroso golpe y puso en cancha una intensidad y un físico que anticipan un jugador de futuro.
Boston decidió en el último cuarto desde el triple (hubo un momento que llevaba en el cuarto 6 de 8 por 0 de 6 Toronto) y tuvo serios problemas en ataque a la hora de controlar las pérdidas de balón.
En Toronto, partidazo de Anunoby con 20 puntos, 7 rebotes y 4 triples. VanVleet y Siakam mejoraron respecto al primer partido, pero el primero fue de más a menos en este segundo y el camerunés no termina de romper en esta burbuja. Lowry acabó con 16 puntos, 7 asistencias y 4 robos, pero con 0 de 7 desde el triple, y Serge Ibaka aprovechó sus minutos con 17 tantos, 9 rebotes y 2 tapones en 27 minutos.
Mientras, Marc Gasol fue eliminado por faltas jugando solo 21 minutos porque se metió en problemas en el tercer cuarto. Terminó con 6 puntos, 4 rebotes y 2 tapones.
Volviendo a términos colectivos, da gusto ver jugar a equipos que están trabajados desde el banquillo, y tanto Raptors como Celtics lo están, y mucho.
Las defensas se movieron por momentos como auténticas coreografías y el despliegue físico en la cancha fue ejemplar.
Raptors consiguió aislar a Tatum en el tercer cuarto, aislarle en el sentido de convertir al alero en el único jugador capaz de aportar en ataque. Fue esa extrema soledad de Tatum en el tercer cuarto, sin compañeros en su ayuda, la que llevó a Toronto a ponerse 12 arriba tras una revisión arbitral que transformó una supuesta falta de Siakam en una supuesta falta de Smart. Pero el equipo de Ontario no fue capaz de rematar a su rival porque surgió Smart para romper el guion y reescribir la historia.
Ahora, el equipo canadiense está en muchos apuros. Pero no olvidemos que aquí no hay factor cancha, y que los parámetros a la hora de remontar series no son los mismos que los que están en los libros de historia.