Todos los que siguen subestimando a Toronto Raptors tendrán que empezar a recapacitar. El equipo de Nick Nurse volvió a mostrar su indómita capacidad para salvar las adversidades más crudas y venció a Celtics en una batalla épica con dos prórrogas.
Uno de los mejores partidos de playoffs de los últimos años. Tremendo el desempeño de unos y otros en una pelea sin cuartel que duró 58 minutos de juego real, con doble prórroga y triple emoción al regalar a los aficionados tres finales de partido.
Victoria de Toronto por 122-125 para salvar un delicado 'match ball', poner la serie 3-3 y dejar la resolución para un séptimo partido que promete ser apasionante.
Kyle Lowry demostró que es el indiscutible líder de estos Raptors en todos los sentidos, liderazgo que le sigue quedando grande a Pascal Siakam. El base firmó 33 puntos, 8 rebotes, 6 asistencias y 6 triples en la victoria, anotando el 60% de sus tiros de campo.
Su mejor aliado fue Norman Powell, que se fue a 38 minutos partiendo desde la suplencia para hacer 23 puntos y pasar de ser el 'villano' tras errar el potencial triple ganador en el final de la primera prórroga a convertirse en el héroe tras resultar decisivo, junto a Lowry, en la definición del segundo tiempo extra.
Además, 21 puntos, 9 rebotes y 7 asistencias de un Fred VanVleet, que vivió su minuto feliz en el tercer cuarto, pero que se mostró muy irregular en el tiro, y doble-doble de OG Anunoby.
Mal Siakam con 12 puntos en 54 minutos tras hacer un 5 de 19 en el tiro. Jugó una minutada, y no habría estado de más que hubiera descansado un poco más.
El español Marc Gasol y el hispano-congoleño Serge Ibaka tuvieron sus momentos, pero no jugaron ni la recta final del último cuarto ni ninguna de las dos prorrogas (salvo dos momentos puntuales en los que Marc participó como especialista efímero en un saque de banda y para cerrar el rebote de un tiro libre). Habrá que saber si Ibaka se resintió o no en algún instante del problema de tobillo que le mantuvo como dudoso de cara al partido.
Esos momentos mencionados llegaron en el segundo cuarto para Ibaka y en el tercero para Gasol. El primero terminó con 13 puntos y 3 tapones en 21 minutos; el segundo, con 8 puntos y 2 triples en 16.
En Celtics, enormes partidos de Jaylen Brown, perjudicado por cargarse de faltas, Jayson Tatum y Marcus Smart. El primero sumó 31 puntos y 16 rebotes tras ejecutar 30 tiros de campo; el segundo se fue a 29 tantos, 14 rebotes y 9 asistencias; y el tercero firmó un triple-doble con 23 puntos, 11 rebotes y 10 asistencias, además de meter 6 triples, confirmando su espectacular estado de forma.
A ellos se unió Daniel Theis con 18 puntos, mientras que en el lado negativo cabe citar los 5 puntos de Kemba Walker en 52 minutos tras presentar un 2 de 11 en el disparo. Tampoco hubiera estado de más que descansara un poquito más.
De la igualdad del partido dan buena cuenta las cifras de tiro de ambos equipos. Boston terminó con 44 de 100 en campo y 19 de 46 en triples y Toronto con 44 de 101 y 19 de 47.
La segunda prórroga resultó épica, con unos últimos dos minutos con parcial de 10-13 que constituyeron todo un toma y daca entre ambas escuadras con canastas y respuestas de todos los colores.
En ese final vibrante, Norman Powell anotó 8 puntos en los dos últimos minutos, incluido un 2+1 a 38,8 segundos del final y dos libres a 5,5 segundos, mientras que Kyle Lowry anotó otra canasta decisiva con 11,7 segundos por jugar que puso el 119-123.
Tatum fue el jugador de Celtics que se resistió en los segundos finales a la derrota, poniendo el 119-121 y el 122-123 tras un triplazo a 6,2 segundos de la conclusión.
En ese final de partido, Toronto profundizó en la complicada noche de Kemba Walker llevando buena parte de sus ataques finales contra la defensa del base.
Kemba sufrió mucho en el partido. Ya lo hizo desde el salto inicial, cuando Nurse planteó una defensa mixta de caja más uno, con cuatro defensores cubriendo en zona y uno en individual sobre Walker. Empezó mal, siguió mal y acabó mal en el plano ofensivo, y en los momentos decisivos tampoco estuvo bien.
El final, con los dos equipos discutiendo en mitad de la pista tras sonar la bocina, ofrece una visión de lo tenso y competitivo que fue el encuentro. Una tensión que se tradujo también en discusiones internas, como la bronca que protagonizaron en plena pista y a la vista de todos Nick Nurse y Kyle Lowry con 7 décimas de segundo por jugar. El jugador quería una cosa y su entrenador le recondujo a gritos para imponer su criterio.
Antes se habían vivido situaciones especiales que llamaron la atención.
Por ejemplo, Nurse decidió jugar todos los minutos decisivos del partido con un quinteto bajo formado por 4 titulares y Powell en lugar de la opción Gasol o Ibaka, con Siakam como único jugador con cierta altura.
También llamó la atención que Boston confiara en Kemba Walker la jugada decisiva de la primera prórroga teniendo en cancha a Tatum y Brown, más aún cuando Kemba, jugador de reconocida solvencia en situaciones comprometidas, llevaba 1 de 8 en el tiro.
Pero más llamativo aún fue ver cómo Nick Nurse le daba el balón a Norman Powell, el único suplente en juego en el quinteto de Toronto, para jugársela con el tiro final de la segunda prórroga. Resultó una jugada rara. Raptors tenía 18 segundos para ganar y consumió todo el tiempo con Powell botando la bola hasta tirar un triple errado. Doctores tiene la Iglesia.
Con todos estos ingredientes y muchos más el partido fue un compendio vibrante que dejó un aroma a baloncesto de altura. Y después de esto, todos queremos más. Se avecina un séptimo partido no apto para cardíacos.