Se puede decir que Jimmy Butler hizo un Kawhi, aunque Jimmy Butler sea Jimmy Butler y no requiera comparaciones. Gran partido del alero de Miami Heat y tremendo su final para fulminar a los Bucks en el primer partido de la serie y ponerse ya con marca de 5-0 en estos playoffs.
Ganó Miami 104-115 con un Butler en estado de gracia y un trabajo defensivo excepcional de todo el equipo a partir de un primer cuarto horrible en esa materia del juego.
Heat encajó 40 puntos en el primer cuarto y solo 64 en los tres siguientes, bloqueando durante el partido casi todos los caminos que suelen constituir autopistas hacia la gloria para Giannis Antetokounmpo.
Butler contribuyó, como siempre, a ese gran esfuerzo colectivo en la retaguardia, pero es que además se marcó un colosal partido en la ofensiva hasta totalizar 40 puntos, su mejor marca de siempre en un partido de playoffs. Anotó el 65% de sus tiros de campo, se fue con enorme asiduidad y solvencia a la línea de castigo y resolvió el encuentro en la recta final de manera magistral.
¡El alero de Miami anotó 11 puntos en los 3 últimos minutos del partido! De hecho en esos 3 últimos minutos solo un compañero de Butler aportó también puntos. Fue el insolente, en el buen sentido de la palabra, Tyler Herro, que transformó un triple estando completamente libre de marca.
Mientras, el final del encuentro de Bucks estuvo marcado por la frustración. Pérdidas de balón en un momento crucial del choque, tiros errados, defensa incapaces de parar al rival. Con Antetokounmpo sumido en una profunda impotencia a la que le llevó la defensa rival, con Jae Crowder como defensor primario del griego y con todo un ejército de ayudas defensivas contra Anteto cuando tenía el balón.
Esas ayudas llegaron al tres contra uno en alguna ocasión. Todo ello a partir de un entramado defensivo que negó una y otra vez la penetración fácil al vigente MVP de la liga, que solo lanzó 12 tiros de campo en todo el partido y que estuvo con problemas de faltas en la primera parte.
Fue un triunfo trabajado y merecido del equipo de Florida. Con Goran Dragic anotando 27 puntos y Bam Adebayo haciendo de todo y haciéndolo bien hasta sumar 12 tantos, 17 rebotes y 6 asistencias.
En Milwaukee, 28 puntos de un notable Khris Middleton, 24 de Brook Lopez con un 80% en el tiro de campo, 18 tantos, 10 rebotes y 9 asistencias de Anteto, que falló 8 tiros libres (esta faceta del juego fue importante) y buena aportación desde la segunda unidad del veterano Kyle Korver.
Miami dominó el rebote, defendió a gran nivel y puso distancia desde el tiro libre con una serie de 23 de 25 por los 12 libres errados por el rival. Y ganó el partido bien.
Nada hacía presagiar una victoria así de los de Spoelstra tras ver el primer cuarto.
Los primeros 12 minutos fueron todo un espectáculo ofensivo de Milwaukee, que terminaron con 40 puntos para un 40-29 tras un triplazo de Brook Lopez sobre la bocina.
Los Bucks tenían al trío Brook Lopez-Khris Milddleton-Giannis Antetokounmpo con 30 puntos anotados, llevaban un 62,5% de acierto en el tiro de campo y un excelente 6 de 9 desde el triple. Y Anteto le había plantado un brutal tapón a Butler cuando este intentaba un mate, una imagen totalmente opuesta a lo que luego sería el partido.
Las cosas ya empezaron a torcerse para Bucks en el segundo cuarto, cuando el equipo de Spoelstra ajustó su defensa y pasó de ser un coladero a convertirse en una fortaleza. Antetokounmpo cometió su tercera falta -tras meter un codo en ataque-, y el partido se plantó al descanso con un apretado 63-60, ¡con Middleton y Lopez sumando ya 40 puntos! Dragic estaba siendo el gran ariete ofensivo de Heat hasta ese momento.
La igualdad se mantuvo en la reanudación, pero Miami apretaba más y más en defensa y empezaba a controlar el partido, llegando a ponerse con ventaja en el marcador. Con Butler anotando y Adebayo adueñándose del rebote, Miami vivía cada vez mejor. Y terminó el cuarto ganando 82-86 a pesar de los buenos porcentajes de tiro de Milwaukee, cuya defensa seguía siendo deficiente.
Milwaukee, que abordó el partido sin Eric Bledsoe, ya intuía que la cosa no iba a ser fácil, las ayudas defensivas en torno a Anteto se multiplicaban, Middleton y Lopez bajaban el pistón ofensivo... y llegada la recta final apretó aún más el acelerador Jimmy Butler hasta firmar una obra maestra.
Fue Butler el que puso con un triple el 98-104 con menos de 3 minutos por jugar. A partir de ahí, sin perder su rigor defensivo (que se lo digan a Middleton), Butler machacó una y otra vez el aro rival sin dar opción alguna, hasta dejar sin respuesta a unos Bucks que se mostraron muy pobres en el momento de la verdad.