Llegó el debut de Russell Westbrook en los playoffs de la burbuja. Pero no fue un jugador capital en el triunfo. La victoria vino de otras manos. Principalmente, del juego colectivo de Houston. Individualmente, del talento de James Harden y Eric Gordon.
Los Rockets aniquilaron al rival en el tercer cuarto. El cuarto arrancó con un parcial de 19-2. Y ahí murió el partido. Se puso Houston con ese parcial 20 puntos arriba (67-47). Con un gran Eric Gordon. Con un Harden imparable.
Acto seguido llegó la doble expulsión de P.J. Tucker y Dennis Schröder. Con 67-49 en el luminoso. Restando 6:51 para acabar el tercer acto. Ahí murieron las casi nulas opciones de Thunder. Porque el alemán Schröder había sido su hombre más brillante en ataque.
A partir de ahí el partido fue un paseo triunfal definitivo para Houston. La ventaja se fue disparando. Marcador de 85-63 al final del cuarto. La máxima había estado en 25 puntos. Tras un triple de Jeff Green. Todo empezaba a moverse en terrenos muy relajados.
El último cuarto sobró. Minutos intrascendentes. Houston haciendo daño psicológico con el marcador. Al final, 114-80. Nada menos que 34 puntos de ventaja. Los Rockets se adelantan en la serie 3-2.
Una vez más, espectacular la defensa de Rockets. El equipo se escapó en el tercer cuarto defendiendo de cine. Agresividad máxima. Cortando todas las vías hacia la pintura. Robando balones. Saliendo al contraataque. Acertando desde el triple. Triturando al rival a todos los niveles.
Harden acabó con 31 puntos jugando 28 minutos. Metió 11 de sus 15 tiros de campo. Gordon fue decisivo en el momento crucial. En el tercer cuarto. Ahí vivió su momento más dulce. Acabó con 20 puntos. Y Robert Covington trabajó mucho en defensa. Y tuvo premio en ataque. Autor de 22 puntos, 7 rebotes y 3 robos. Metió 6 triples.
No brilló Russell Westbrook en su debut en playoffs. Ante su equipo de siempre. Apenas 24 minutos. Se le vio fuera de ritmo. Firmó 7 puntos, 6 rebotes y 7 asistencias. Con 3 de 13 en el tiro.
El mejor en ataque de OKC fue el expulsado Schröder. Metió 19 puntos en 21 minutos. Además, 16 puntos de Chris Paul. Y 12 tantos y 14 rebotes de Steven Adams en tres cuartos. También doble-doble de Darius Bazley. Pero sin historia alguna.
En el lado negativo, el dúo formado por Gallinari y Gilgous-Alexander. Desastrosos ambos en la ofensiva. El italiano no metió una sola canasta de campo. Terminó con un punto. El joven Shai se quedó en 4 puntos. Entre los dos... 2 de 13 en el tiro.
Y luego estuvo el disparate escénico de Dort. Gran defensor. Penoso culminador en esta ocasión. Estuvo en 3 de 16 en el tiro. Incluyendo un 0 de 9 desde el triple. A Houston poco le importó que tirara.
OKC vivió su mejor momento en el segundo cuarto. El primero había sido catastrófico para los de Billy Donovan. Habían metido solo 14 puntos. Con 5 de 26 en el tiro de campo. Con 1 de 12 en triples. Con solo una asistencia en su haber.
Llegado el segundo cuarto todo cambió. Schröder entró en ebullición. Y Thunder le dio la vuelta al partido. Incluso llegó a ir ganando por 5 puntos. Fue el canto del cisne. Al descanso, 48-45 para Houston. Y después, la debacle. Porque llegado el tercer cuarto el partido se rompió. Y Thunder acabó hecho añicos. Destrozado por completo.
La anécdota del partido la protagonizó Tyson Chandler. Muy a su pesar. Entre risas del propio Chandler. Porque se vio obligado a saltar a la cancha para lanzar 2 libres. Porque así lo quiso el equipo contrario. Los falló y regresó a la banda.
Ese instante fugaz ha sido el único en el que Houston ha jugado con un pívot. Pero no hubo juego, en realidad. Fue un instante detenido. Dos tiros libres. Como si el tiempo se hubiera parado ante los ojos alucinados de D'Antoni.