Insólito primer partido en las Finales de la NBA. Horrible actuación de Stephen Curry y Klay Thompson, notable desempeño del 'big three' de Cavaliers... ¡Y los Warriors ganan el partido por 15 puntos! Poco previsible, desde luego. Clave en el desenlace, el abismo que separó a los suplentes de ambos equipos.
Los secundarios de Warriors tomaron el mando para masacrar a Cleveland al inicio del cuarto final. Sin Stephen Curry y LeBron James en cancha se rompió el partido. Parcial de 21-4 entre el final del tercer acto y el inicio del último para ponerse los locales con 16 de ventaja (88-72) con Shaun Livingston como maestro de ceremonias.
Livingston, Andre Iguodala y Leandro Barbosa rompiendo un partido extraño que Golden State había dominado con claridad en la primera mitad (52-43) a pesar del desastre de Curry y Thompson (10 puntos en la primera mitad entre ambos), y que en el tercer cuarto había virado de forma notable hacia el lado de Cleveland hasta conseguir los de Ohio adelantarse en el marcador 63-64 tras 5 puntos de Kevin Love y buenos minutos de Kyrie Irving.
Fue en ese tercer cuarto cuando Steve Kerr, visiblemente molesto, rompió su pizarra de un puñetazo en un tiempo muerto. Eran malos momentos para un equipo que cerró bien el tercer cuarto. Ahí estuvo una de las grandes claves de la victoria.
Pero la gran clave fue la defensa. Porque Golden State demostró que más allá de su fantástica ofensiva hay vida. Y la hay en forma de equipo que puede defender al más alto nivel.
Suplentes de lujo
Livingston, Iguodala y Barbosa fueron suplentes de lujo. Y la segunda unidad local anotó 45 puntos por los 10 de la visitante. Livingston acabó el partido como máximo anotador de Golden State. Hizo 20 puntos con 8 de 10 en el tiro de campo. Iggy estuvo en todos sitios, parecía omnipresente. Partidazo el suyo. Y Barbosa jugó con una tranquilidad pasmosa para anotar 11 puntos en 11 minutos sin fallar un solo tiro. No se alteró nunca.
A ellos se unieron las aportaciones puntuales de Harrison Barnes y Andrew Bogut en el arranque del partido y el partidazo de Draymond Green, que ocupó todo el campo para hacer 16 puntos, 11 rebotes, 7 asistencias y 4 robos.
Steve Kerr utilizó una amplísima rotación y muchos jugadores aportaron. Se puede decir que jugó un equipo contra 4 jugadores. Porque en Cleveland solo aportaron Kyrie Irving, con luces y sombras (26 puntos con 7 de 22 en el tiro y solo 4 asistencias), LeBron James (23 tantos, 12 rebotes y 9 asistencias), el mejor de Cavs con diferencia, y Kevin Love, que respondió bien con 17 tantos y 13 rebotes, aunque fue a menos. Además, 10 tantos y 12 rebotes de Tristan Thompson.
El resto estuvo desaparecido, sumando solo 13 puntos. Un ejemplo claro, J.R. Smith: 3 puntos en 36 minutos de acción. Además, Tyronn Lue solo empleó a Channing Frye durante 7 minutos, lo que llama la atención.
Sobrevivir sin sus estrellas
Parece mentira que Warriors pudiera sobrevivir con Stephen Curry anotando 11 puntos y Klay Thompson haciendo 9. Entre ambos, 8 de 27 en el tiro.
Los locales llegaron a ponerse 20 arriba en la recta final (96-76). Entonces, Cleveland pareció tirar de orgullo para acortar hasta el 96-85, pero fueron precisamente dos triples de Curry y Thompson (¡el primero y único del escolta!) los que mataron el juego definitivamente.
Warriors se pone 1-0 y, lo que es más importante, da un golpe en la mesa al ganar de forma fácil en un mal partido de sus dos mejores anotadores. Pero esto no ha hecho más que empezar.