Chicago Bulls está contra las cuerdas y el gran 'culpable' de que la jornada dominical fuera un desastre para el equipo de Tom Thibodeau fue Trevor Ariza.
El jugador de origen dominicano fue la estrella del Wizards-Bulls con sus 30 puntos y 8 rebotes y Washington, sin Nene y con la muy adecuada dirección de juego de John Wall, ganó fácil para ponerse 1-3 en una serie que comenzó con el factor cancha en contra.
Chicago decepcionó. Su única luminaria potente fue Taj Gibson, excelente en su salida desde la segunda unidad.
Washington 98 Chicago 89 (3-1)
Grande Trevor Ariza y más que sólidos los Wizards. El equipo capitalino ganó bien a los Bulls, sin apuros, de principio a fin. Los locales hicieron un muy buen arranque de partido, se presentaron en el descanso con un 55-40, acabaron el tercer cuarto con un rotundo 82-62 y llegaron a amasar 23 puntos de ventaja en el inicio del último cuarto. No hubo color.
Esa superioridad sin tapujos llegó sin el sancionado Nene, pero con John Wall dirigiendo muy bien la orquesta local y con Trevor Ariza siendo el auténtico ejecutor del juego de su equipo.
Ariza estuvo inmenso. Ya llevaba 4 triples en la primera parte y acabó el partido con un 6 de 10 desde más allá del arco para empatar un récord histórico de la franquicia en playoffs. Acabó con 30 puntos, 8 rebotes y 2 robos de balón en 38 magníficos minutos, trabajó a destajo en los dos lados de la cancha y fue, sin duda, el MVP del partido.
Al gran domingo de Ariza le correspondieron otros compañeros con muy buenas labores. Bradley Beal metió 18 puntos, Marcin Gortat dio un paso adelante sin Nene, tiró más y acabó con 17 tantos, 6 rebotes y 5 asistencias y el citado Wall nos dejó un doble doble con 15 tantos y 10 asistencias. Trevor Booker sustituyó a Nene en la titularidad y Drew Gooden, muy apagado en los playoffs, jugó más minutos aunque no estuvo acertado en la ofensiva.
Los Bulls decepcionaron. Todo el equipo metió menos triples -4- que Trevor Ariza solo -6-. Pero es que, además, Chicago perdió medio partido en su mal arranque y su deficitaria relación robos-pérdidas (2 a 16) frente un rival que lo bordó en ese capítulo (8 por solo 6 extravíos).
Chicago no tuvo sitio en la pista. Carlos Boozer volvió a fallar y Mike Dunleavy, que venía de meter 35 puntos en el partido anterior, hizo un 0 de 3 en el tiro en la primera parte. En realidad, solo funcionó a excelso nivel Taj Gibson, que terminó con 32 puntos, 7 rebotes y un 13 de 16 en el tiro. Fue una fuerza imparable. Solo le ayudaron, y sin brillar, Jimmy Butler (16 tantos) y Joakim Noah (10 puntos, 15 rebotes y 5 asistencias), pero la realidad es que Chicago nunca encontró ritmo de ataque y siempre estuvo a remolque y sin opciones.