La temporada que está a punto de finalizar no será sin duda la de más grato recuerdo en la NBA para Luis Scola. Su equipo, Phoenix Suns, ocupa en estos momentos la última posición de la Conferencia Oeste y el argentino, en lo individual, no ha tenido tampoco un buen año.
“Es duro. No ha sido como pensaba que iba a ser”, asegura Luifa en unas declaraciones al diario Arizona Republic. Eso sí, el argentino no se esconde y reconoce que, a la hora de buscar culpables, él también es parte del problema. “No puedo decir que la culpa sea de otros. Sé que tengo parte de la culpa”.
Scola se enteró en el mes de julio de que su nuevo equipo serían los Suns, ganadores de la puja por el bonaerense después de que Houston, su equipo de toda la vida y en el que no le hubiese importado jugar hasta su retiro, decidiera amnistiar su contrato para apostar por jugadores más jóvenes.
Un cambio inesperado para el argentino, que ha tenido que adaptarse a una nueva organización y a un equipo, en total reconstrucción tras la marcha de Steve Nash, del que ciertamente se esperaba algo más, aunque casi nadie contase con ellos a la hora de llegar a la fase final . Pero los Suns han estado muy lejos de los mejores y Scola tendrá que ver los playoffs por la televisión por cuarto año consecutivo.
“Si (las cosas) hubieran ido bien, estoy seguro de que la gente hablaría de cuánta influencia tuve en ello. Así que creo que es cuestión de justicia asumir de igual modo la culpa cuando las cosas van mal. Es duro. Nunca pensé que las cosas iban a ser así”, insiste Scola.
Una floja temporada
En lo individual, el argentino ha tenido un año lleno de altibajos que ha incluido un cambio de entrenador mediada la temporada. Un año en el que se ha visto por momentos como suplente -una situación que no vivía desde la primera mitad de su temporada en la NBA, hace 5 años- y en el que sus promedios, 12,3 puntos y 6,2 rebotes, han estado por debajo de los logrados en sus 4 últimos años en Houston y su porcentaje de tiro de campo (46,8%) ha sido el peor de toda su carrera en la NBA.
Aun así, es difícil oír un reproche en Phoenix acerca del argentino. Nadie duda de su ética de trabajo, de su carácter competitivo y de que ha dado todo lo que ha podido sobre la pista en favor del equipo, aunque, por unas u otras razones, las cosas no hayan terminado de salirle bien.
Scola, aun reconociendo su parte de culpa, no cree que haya que señalar culpables dentro del equipo. “Nadie debería estar hablando sobre cómo ha sido el año de nadie individualmente. Cuando las cosas van mal, tienes que analizarlo como un todo. “, asegura el argentino que cree que lo único que le queda ya tanto a él como a sus compañeros es “trabajar duro y acabar fuertes la temporada”.
A pesar de la decepción, Scola está comprometido al 100% en conseguir que la franquicia remonte el vuelo. “La organización al completo, los aficionados y la ciudad merecen una situación diferente. Para mí, resulta doloroso haber visto a los Phoenix Suns tener éxito durante años y cuando llego yo aquí, tener uno de sus peores temporadas. Con suerte, cambiaremos esto. No quiero dejar este recuerdo”.