El español Pau Gasol y el argentino Luis Scola han pasado una temporada ciertamente complicada. Para dos jugadores acostumbrados a ganarlo casi todo y ser piezas básicas este curso 2012-2013 en la NBA ha sido especialmente duro.
A Luifa apenas le quedan unos días para tomar las vacaciones, toda vez que su nuevo equipo, Phoenix Suns, es el peor de toda la Conferencia Oeste con 24 victorias y 55 derrotas. Pau, por su lado, está luchando a brazo partido para que los Lakers entren en el último puesto de los playoffs de la conferencia. La lucha contra los Jazz está siendo épica.
En esos dos contextos tan distintos, pero a la par tan decepcionantes para sus equipos, ambos jugadores están brillando. Los dos buscan despedir la temporada regular con buenas sensaciones, alejadas de la pesadilla que ha sido para ambos una campaña plagada de disgustos y decepciones.
Pau, en su mejor momento
Pau Gasol está haciendo los peores números desde que llegara a la NBA a principios de siglo. Promedia 13,5 puntos, 8,1 rebotes y 3,8 asistencias con un 47,2% en el tiro de campo en 46 partidos.
A sus 32 años ha vivido muchos sinsabores. Cambio de entrenadores, sistemas en los que prácticamente no tenía cabida, muchos problemas físicos con parones largos por lesiones y, ahora que se acaba de recuperar de una complicada lesión de pie, empieza a rendir.
En sus últimos 5 partidos, los correspondientes al mes de abril, vuelve a ser el Gasol de siempre. Su equipo ha ganado 4 de esos 5 partidos y los números de Pau fluyen: 18 puntos, 10 rebotes y 6 asistencias con un 58,8% en el tiro de campo.
Está anotando y pasando mejor que en toda la temporada, está recuperando su poder reboteador y firma dobles dobles, cuando no se acerca al triple-doble. Con Kobe Bryant está formando un gran tándem, recordando la vieja química de la pareja.
Luifa recupera su sitio
Algo similar le ocurre a Scola en lo individual. Sus medias este año han bajado con respecto a las que hacía en Houston Rockets. Promedia 12,5 puntos y 6,4 rebotes en sólo 26,5 minutos y mete también el 47,2% de sus lanzamientos.
El jugador porteño ha pasado también por varias desencantos y situaciones complicadas, incluida la destitución de Alvin Gentry, el mal trago de ser suplente y ver cómo sus minutos descendían notablemente en algunas fases de la competición para dar paso a los más jóvenes. Encima, ha sufrido esas malas circunstancias en un equipo perdedor, en un conjunto sin consideración grupal, en una escuadra por hacerse.
Sin embargo, nunca ha perdido la compostura el internacional argentino, que, como Gasol, está brillando sobremanera en sus últimos compromisos. En los 3 últimos, ha disputado 36 minutos de media con promedios de antaño: 18,7 puntos, 11 rebotes y 2,33 robos de balón. Nada que ver con la penuria anterior. Y anoche, además, su equipo ganó por fin un partido tras una racha de derrotas horrible.