El fantasma de la descertificación del sindicato de jugadores y la apertura de la vía judicial en el conflicto entre la NBA y sus jugadores parece haber sido despertado de nuevo por una facción significativa de estos últimos, no se sabe si como medida de presión.
El diario New York Times asegura en una información publicada ayer que cerca de 50 jugadores, entre los que habría varios All-Star, se habrían puesto en contacto con un abogado especialista en demandas antimonopolio, no se sabe si a espaldas de su propio sindicato, para tratar la posibilidad de la descertificación.
La descertificación supondría la disolución del sindicato de jugadores y la cancelación de las actuales negociaciones para dejar expedita la vía judicial en el conflicto. Los tribunales podrían obligar a la liga a levantar el actual cierre patronal en aplicación de las leyes federales antimonopolio.
El problema de esta vía es que la decisión judicial podría tardar como mínimo un par de meses y, para entonces, la actual temporada se podría dar por perdida. Se trataría pues de un órdago para el que sus impulsores necesitarían reunir las firmas del 30% de los jugadores –unos 130- con el fin de convocar una asamblea en la que pudiera decidirse, por mayoría simple, la disolución del sindicato.
Parece difícil que los jugadores vayan a optar a estas alturas tan tardías por un camino tan tortuoso y todo apunta a que esta maniobra sería un nuevo intento de presionar en las actuales negociaciones, que deberían reanudarse este sábado, para que se alcance un acuerdo sin que los jugadores se vean obligados a ceder más de lo que ya lo han hecho.