Hoy se reúnen los representantes de los jugadores en los 30 equipos que forman la liga para decidir qué postura tomar ante el ultimátum de los propietarios. Si no aceptan lo ofrecido y la liga cumple su amenaza, las probabilidades de que no haya temporada serán muy altas.
El diario New York Times ha hecho pública una carta de David Stern, comisionado de la NBA, a Billy Hunter, director ejecutivo del sindicato, en la que explicita las condiciones de la oferta que estos han de aceptar mañana miércoles y las que ofrecerá la liga a partir de entonces si su respuesta es negativa.
Vista la diferencia entre unas y otras, parece claro que si los jugadores no aceptan la oferta actual, difícilmente podrán aceptar las mucho peores condiciones en que se enrocarían los propietarios a partir del miércoles. Parece que sólo les restaría como camino la disolución del sindicato y los tribunales y con ello, despedirse con casi toda probabilidad de la actual temporada.
Los jugadores se reúnen hoy y pretenden volver a reunirse con la liga mañana para hacer un último intento de llevar la negociación más cerca de sus posiciones, de forma que puedan conseguir un acuerdo que no pueda considerarse una clamorosa derrota. Pero algunos, ante la perspectiva de perder sus ingresos, apuestan ya claramente por aceptar lo ofrecido por la liga.
La aceptación confirmaría la claudicación del sindicato ante las exigencias de los propietarios, pero salvaría la temporada y evitaría mayores pérdidas económicas a corto plazo a los jugadores a cambio de asumir un notable recorte de sus ingresos en el futuro.
Los propietarios podrían darse por satisfechos, aunque las noticias apuntan a que el núcleo duro de la negociación entre las franquicias -compuesto sobre todo por las más pequeñas, dispuestas a cancelar la temporada completa si es necesario- no estaría satisfecho con el 50-50 ofrecido por Stern, que consideran demasiado generoso.
La oferta: reparto de ingresos al 50%
La última oferta presentada por la NBA, según publica el New York Times, parte de un reparto a partes iguales de los ingresos de la liga (frente al 43-57 actual a favor de los jugadores) y, en resumen, contendría como puntos más importantes los siguientes:
- El tope salarial y el límite de penalización (luxury tax) se mantienen durante 2 años y empezarán a ajustarse a las nuevas condiciones a partir del tercero.
- La duración máxima de los nuevos contratos será de 5 años para los agentes libres propios (“Bird rights”) y 4 para el resto (6 y 5 actualmente). Los incrementos anuales no podrán superar el 5,5% y el 3,5% en cada uno de los casos (10,5 y 8 actualmente).
- Se reduce el importe y duración de los contratos firmados usando excepciones y se limita severamente su uso a los equipos que superen el límite de penalización, que tampoco podrán realizar acuerdos de ‘firma y traspaso’.
- Los acuerdos de ‘traspaso y extensión’ (el caso de Carmelo Anthony y los Knicks) quedan prohibidos.
- Se retendrá el 10% del salario de los jugadores para garantizar que no se supera el 50%.
- Las opciones de equipo y jugador sólo se permitirán en los contratos de novatos.
- Un jugador podrá rescindir su contrato en el último año siempre que éste no esté garantizado.
- Los jugadores cobrarán la parte proporcional a los partidos que jueguen durante la temporada 2011-12.
Si no aceptan, aún menos dinero
De no aceptar los jugadores, la oferta de los propietarios pasaría a ser la siguiente:
- El tope salarial máximo será el actual gasto salarial medio por equipo más 5 millones de dólares.
- El importe de los contratos vigentes se reducirá proporcionalmente, desde ya, para adaptarse a dicho tope.
- Se reducirán los salarios máximos.
- La duración máxima de los contratos se reducirá a 4 y 3 años (según sean agentes propios o no) y los incrementos anuales al 4,5% y 3,5%.
- No se incluirán los cambios en las reglas del mercado de agentes libres solicitados por el sindicato de jugadores.
Unas condiciones mucho peores y que supondrían para los jugadores obtener bastante menos del 50% de los ingresos.
Un claro retroceso que podría forzar a los jugadores a tomar el camino de los tribunales y romper definitivamente las negociaciones. Las próximas horas se presentan como decisivas.